Que en 30 días el criptomercado pueda perder el 30% de su valor no es algo nuevo para los inversores, dada la volatilidad de los activos que abarca. Sin embargo, su evolución nos va mostrando que su percepción y comportamiento no dista mucho, en ocasiones, de los mercados tradicionales.
Según explica el último informe de Bank of America, publicado en mayo, al igual que ocurre con los activos tradicionales, los flujos hacia los criptoactivos pueden decirnos mucho sobre el sentimiento de los inversores. En este sentido, observan que la transferencia de tokens significa un aumento de la presión de venta. “Los inversores suelen preferir mantener los tokens en sus wallets personales de criptoactivos y los transfieren con frecuencia a plataformas de intercambio de criptoactivos (salida neta) cuando tienen la intención de venderlos, lo que indica un posible aumento de la presión de venta. Los grandes flujos de entrada en las carteras de intercambio pueden ejercer rápidamente una presión a la baja sobre los precios”. En el sentido opuesto, cuando los inversores transfieren tokens desde los exchanges hacia sus wallets personales, significa que su intención es conservarlas, “hold them”, o como dicen en la jerga cripto, HODL. Esto es indicador de una potencial disminución en la presión de venta, afirma Bank of America en su reporte.
En el caso de las stablecoins, mantienen un comportamiento similar a una moneda fiat o fiduciaria (como el dólar estadounidense), una materia prima (como el oro), ya que son criptoactivos vinculados a otro activo tradicional. Según el informe de Bank of America, “los titulares y los operadores de criptoactivos utilizan las stablecoins para transferir fondos entre exchanges o entre un exchange y una wallet personales, para reducir la exposición a la volatilidad de las criptomonedas sin tener que convertirlas a una moneda fiat, para bloquear las ganancias de las operaciones y como refugio seguro si se espera una caída o durante un retroceso”.
En este caso, explican, la determinación de la presión potencial de compra o venta a partir de los flujos de stablecoins es lo contrario de lo que determinamos con los flujos de tokens. «Cuando un usuario transfiere stablecoins desde su wallet personal a un exchange se deduce que tiene la intención de comprar tokens, lo que indica una posible disminución de la presión de venta. Por lo contrario, cuando un usuario transfiere una stablecoin desde el exchange hacia su wallet personal se deduce que no tiene intenciones de comprar tokens, lo que indica un aumento potencial de la presión de venta”, indica el informe de la entidad.
Para finalizar, el documento hace una reflexión sobre el cash flow o flujo de caja. Desde Bank of America afirman que no están de acuerdo con que blockchain y las aplicaciones que se ejecutan sobre ella no tengan valor intrínseco. “Todavía no podemos pronosticar los flujos de efectivo, dado que la tecnología blockchain es una industria incipiente y los flujos de efectivo siguen siendo impredecibles”. Pero a pesar de no poder realizar un pronóstico, sí concluyen en que “Blockchain puede generar flujos de efectivo a través de las tasas de transacción generadas por la validación de transacciones de tokens nativos o por la validación de transacciones originadas en aplicaciones que se ejecutan sobre la blockchain. Las aplicaciones pueden generar flujos de efectivo a través de las tasas de transacción por el comercio, de los lanzamientos/compras de NFT y las compras dentro de videojuegos. Y por último, esperan “que los flujos de efectivo en forma de tasas de transacción se sigan acelerando para las blockchains que tienen un fuerte crecimiento en usuarios y desarrollo, así como un caso claro de uso”.