Tras la aprobación del anteproyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, que sienta las bases sobre el uso de las criptomonedas, la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ha elaborado un informe que trata de analizar cómo funcionan las criptomonedas, desde el punto de vista regulatorio, tanto en el ámbito nacional como a nivel europeo, así como algunos usos y beneficios que se pueden obtener a través de la inversión en este activo.
1. Un medio digital de intercambio
Las criptomonedas irrumpieron en el mercado en el año 2009, con la llegada del Bitcoin, como un sistema digital de dinero electrónico para realizar transacciones entre personas (peer to peer) sin intermediarios financieros.
Funcionan a través de la tecnología blockchain, que sirve como una base de datos inmutable de transacciones financieras. A través de unos monederos que almacenan claves criptográficas en los dispositivos, permiten tener dinero electrónico para transferir valor de un dispositivo a otro. El planteamiento inicial de estas monedas electrónicas es que fueran emitidas en una blockchain pública (a la que todo el mundo pueda acceder) y que fuesen independientes de las monedas tradicionales y virtuales, actuando como una divisa descentralizada y, además, que tuvieran una cierta ventaja respecto al dinero tradicional: el anonimato.
No obstante, las criptomonedas no están reguladas por ningún banco central o gobierno, como ocurre con el resto de divisas de curso legal en circulación, aunque se están empezando a desarrollar legislaciones en todo el mundo para controlar su uso.
2. Más allá del Bitcoin
Actualmente, existen más de 3.000 tipos de criptomonedas, la primera y más reconocida en todo el mundo es el Bitcoin, pero también existen los altcoins (Ethereum, Ripple, Dash, Monero…). Este término engloba a las criptomonedas alternativas al Bitcoin. Otra tipología a destacar son los tokens, una unidad de valor que se puede considerar como criptomonedas, pero con más usos que el de medio de pago, ya que pueden representar activos digitales o derechos económicos. “Al igual que el Bitcoin y el resto de las altcoins, los tokens necesitan una blockchain para transaccionarse y suelen utilizar smart contracts, es decir, que a los tokens se les pueden programar sus funciones (de pago, abono de cupones, etc.)”, explica Álvaro Alcañiz, cofundador de Onyze.
Por último, las stablecoins se configuran como criptomonedas creadas para que su valor permanezca estable. Esta categoría incluye a Libra, la criptomoneda de Facebook, o las monedas virtuales de los bancos centrales (conocidas por sus siglas en inglés, CBDCs), como la moneda emitida por el banco central chino, el yuan digital, o el futuro euro digital.
3. Hacia una intensa regulación a nivel nacional y europeo
El pasado 13 de octubre, el Gobierno de España aprobó un proyecto de ley que obliga a los propietarios de criptomonedas a revelar sus tenencias y cualquier ganancia registrada sobre estos activos, para limitar el pago con efectivo (1.000 euros) y obligar al cumplimiento de reportar al fisco a los proveedores de servicio de criptomonedas (custodios y exchanges), así como tener un mayor control sobre estas nuevas monedas digitales. En España, actualmente se contabilizan unos 112 proyectos relacionados con criptoactivos, según un estudio de Digital Assets Institut (DASI).
Por otro lado, en junio de este mismo año, el ejecutivo español aprobó el Anteproyecto de Ley que transpone la Directiva comunitaria UE 2018/843 de prevención del Blanqueo de capitales y financiación del terrorismo y modifica la Ley 10/2010, que refuerza el sistema de control del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo a través de la inclusión de nuevos sujetos obligados, entre los que se encuentran los proveedores de servicios de monedas virtuales. No obstante, este anteproyecto de ley sólo será válido en España y no funcionará como pasaporte comunitario en la UE, donde cada país va a transponer la directiva comunitaria de acuerdo a su propia legislación.
A nivel comunitario, los ministros de finanzas de varios países de la Unión Europea (España, Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos) han planteado ante la Comisión Europea la creación de un proyecto de regulación estricto. Este “superógano” busca establecer un marco regulatorio (MICA) sobre las criptomonedas como las stablecoins, con el fin de proteger a los consumidores. El proyecto está enfocado principalmente a regular las stablecoin (como Libra) y otras criptomonedas no consideradas como activos financieros (utilities), ya que pueden ser consideradas un riesgo para la sostenibilidad del sistema financiero si son utilizadas como las monedas del futuro y como alternativa al dinero fiduciario. “Podrían salvar la economía de colapsos financieros, pero requieren la misma supervisión que el dinero fiat para no ser utilizadas en actos ilícitos, estafas o simplemente para lavar dinero”, advierten desde AEFI.
4. España, pionero en las criptomonedas
Por otro lado, Madrid se está configurando como uno de los principales hubs de criptomonedas a nivel europeo, con más de 40 proyectos relacionados con criptomonedas, posicionándose como uno los sectores del ámbito de la innovación financiera que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años. Además, en la ciudad se está produciendo un incremento en el número de operaciones de inversión en este tipo de empresas que, además, están demostrando una “importante capacidad de generar ingresos”, según la AEFI. Este sector prevé un crecimiento sostenido en los próximos años en España, que podría llegar a final de año a cerca de 200 proyectos relacionados con criptomonedas y 2.000 personas trabajando en este ecosistema, según DASI.
5. Abriendo la puerta a la posibilidad de un euro digital
Desde el Banco Central Europeo (BCE) reconocen que la digitalización está transformando las economías nacionales, por ello se está considerando la posibilidad de lanzar un proyecto de euro digital a mediados de 2021. Este euro digital podría ser un complemento y no un sustituto del dinero en efectivo y podría proporcionar una alternativa a las monedas digitales privadas. Esta nueva postura del BCE llega después de observarse un cambio en las preferencias del consumidor a raíz de la crisis del COVID-19, como la menor utilización de dinero en efectivo, al tiempo que se prevé que los pagos puedan realizarse de forma más rápida y segura a través de este método digital.
6. Una alternativa de inversión para ahorradores
Asimismo, desde AEFI destacan que el mercado de las criptomonedas se abre como una posibilidad de inversión para cualquier ahorrador, puesto que no existen una cantidad mínima de inversión ni un tipo de divisa concreta. No obstante, advierten que resulta fundamental entender cómo funcionan estos activos y por qué cada criptomoneda tiene una evolución diferente.
“Son activos con unas posibilidades de rentabilidad muy amplias, pero también sujetas a una gran volatilidad y con un alto factor de riesgo, que se suma a unas comisiones de compra y venta que suelen ser bajas, salvo en escenarios de saturación de la red”, explican desde la entidad.
No obstante, subrayan que este tipo de nuevos activos también puede ayudar a generaciones más jóvenes a que se interesen por las finanzas y conozcan alternativas de ahorro e inversión para diversificar y tratar de hacer crecer su patrimonio.