El contexto de crecimiento económico moderado y bajos tipos de interés favorecen el interés por los activos reales en esa búsqueda de mayor rentabilidad que han iniciado los inversores. Según el outlook elaborado por BlackRock para este tipo de activo, “ante la compresión de las rentabilidades de los activos tradicionales, prevemos que los inversores institucionales seguirán aumentando sus asignaciones a los activos reales durante los próximos 12 meses”.
En 2019, la recaudación de capital para activos reales se mantuvo fuerte en cerca de niveles récord. Los fondos inmobiliarios y de infraestructura cerrados registraron entradas de 185.000 millones de dólares, siguiendo la tendencia de 2018. La gestora considera que los flujos seguirán durante este año, según indican los datos de la Encuesta de Reequilibrio Global 2020 de BlackRock. Según este documento, aproximadamente el 55% de los inversionistas encuestados tienen la intención de aumentar sus asignaciones de activos reales en 2020, dejando de lado las acciones y el dinero en efectivo y algunos activos alternativas.
A este mayor interés por los activos reales se le suma, según la gestora, se suman unos fundamentales sólidos que los harán todavía más atractivos. “Los ingresos siguen siendo el motor del rendimiento del mercado de activos reales, que se espera continúe en 2020 apoyándose en unos fundamentales constructivos. Si bien los rendimientos por apreciación se han moderado, los tipos de interés ultra bajos a nivel mundial apoyan las valoraciones actuales. Sin embargo, prevemos un riesgo creciente en la fijación de precios, en particular en mercados centrales y proyectos estabilizados donde la demanda de los inversores permanece elevado, el peso del capital es alto y oportunidades a un precio muy alto”, señala el informe.
En especial, la gestora destaca lo sólidos que se muestran los fundamentales en el sector inmobiliario. “El prolongado ciclo inmobiliario europeo se beneficia del reciente apoyo brindado por la política monetaria. La demanda de los arrendatarios sigue siendo saludable a pesar de la reciente ralentización económica. En el sector de oficinas, la mayoría de la oferta nueva en los mercados clave está quedando cubierta, en buena medida a través de la actividad de prealquiler. Se espera que la demanda de los arrendatarios mantenga su solidez en 2020 y, en vista de que las tasas de desocupación se sitúan en mínimos históricos en la mayoría de los mercados, cabe prever un crecimiento positivo de los alquileres a medio plazo”, explica sobre los activos inmobiliarios.
En este contexto, desde BlackRock, priorizan sectores que ofrecen oportunidades cíclicas y estructurales, como los alojamientos para estudiantes y el logístico. Favorecemos los activos con ingresos garantizados y capaces de generar flujos de efectivo y nos centramos en los mercados con limitaciones de oferta y elevada liquidez, en particular en cuanto a estrategias de reposicionamiento. Y recuerda: “cuando finalmente veamos una resolución al Brexit, Reino Unido podría ofrecer un valor relativo atractivo en comparación con otros mercados europeos. Las rentabilidades de las oficinas en el centro de Londres son considerablemente mayores que en otros mercados europeos principales, con un diferencial históricamente elevado con respecto a la deuda pública de casi 400 puntos básicos”.
Respecto al segundo tipo de activo real más común, las infraestructuras, destaca que la demanda creciente de energías limpias seguirá siendo un punto de apoyo. “Las energías renovables europeas mantienen su marcada trayectoria de crecimiento, y el tercer trimestre de 2019 marcó un hito considerable: las fuentes de energía renovables generaron más electricidad en Reino Unido que las centrales eléctricas convencionales alimentadas con combustibles fósiles. La política también ha sido, y será, fundamental en el rápido aumento de la producción de energías renovables”, explica el informe.
A esta tendencia se suma la mayor urbanización y conciencia medioambiental que impulsarán la demanda de un transporte más respetuoso con el medio ambiente, y el sector cuenta con un mayor respaldo normativo. En este sentido, el objetivo de la Unión Europea de reducir de aquí a 2050 un 60% las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte requerirá un cambio inevitable en la forma en que nos desplazamos por nuestras ciudades. Por lo tanto, “el sector de las telecomunicaciones sigue en auge y registró una ampliación significativa del conjunto de oportunidades de inversión, lo que refleja la creciente demanda de contar con la infraestructura digital necesaria para satisfacer la inagotable demanda de conectividad”, señalan desde BlackRock.
Para aprovechar estas oportunidades, BlackRock apuesta por estrategias más creativas, pero en las que la disciplina siga siendo una prioridad. “Se debe seguir haciendo hincapié en el crecimiento de las rentas, la creación de valor y las rentabilidades ajustadas al riesgo”, concluye.