Los compradores no residentes en Estados Unidos realizaron 119.000 operaciones en el país de abril de 2016 a Marzo de 2017, según la Asociación Nacional de Realtors. Esta cifra supone un 2% de todas las viviendas vendidas en ese periodo y sin embargo, un reciente estudio reveló la relación entre la subida de los precios en determinados mercados y la presencia de compradores no residentes.
“Aunque los inmigrantes aumentan el crecimiento económico y la demanda de vivienda, hemos detectado una creciente preocupación por el papel desempeñado por los compradores extranjeros no residentes. Estos compradores a menudo tienen recursos financieros sustanciales, lo que les permite comprar casas por encima de la media sin financiación hipotecaria. Este es un factor que viene a sumarse a las presiones especulativas”, explica en un análisis Frank Nothaft, senior vicepresidente y economista jefe de CoreLogic.
Además, añadió Nothaft, estos compradores pueden secar eficazmente la oferta si dejan sus casas desocupadas, algo que sucede a menudo cuando el comprador utiliza la vivienda sólo en pequeñas temporadas o la mantiene como inversión. Los efectos son mayores en las áreas donde los compradores no residentes representan una mayor porción de las ventas.
Así, lugares como Miami, San José, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, donde al menos el 35% de su población es extranjera, los compradores no residentes juegan un papel crucial en la burbuja de los precios inmobiliarios.
En Miami, el 54% de la población es extranjera, en San José esa cifra alcanza al 39% y en Los Angeles, el 38%. Mercados inmobiliarios todos ellos según otro estudio de CoreLogic.
Ciudades como Toronto y Vancouver, donde la población extranjera es del 40%, pusieron fin a esta situación al poner en marcha un impuesto del 15% a las compras de no residentes. “En el caso de Vancouver, al entrar en vigor la tasa, el precio de la vivienda se desaceleró un 26%”, recuerda Nothaft.
“En resumen, los compradores extranjeros no residentes parecen tener un efecto claro sobre los precios de las viviendas más caras, pero un efecto aún mayor en los mercados más pequeños que en grandes. El acceso a la vivienda se ve afectado aún más si los hogares se mantienen sin ocupar”, concluye el economista jefe de CoreLogic.