Dentro del amplio espectro de los productos negociados en bolsa (ETP, en inglés) existen diferentes alternativas que pueden ajustarse tanto al perfil de los gestores de activos como a las necesidades de los inversores. A continuación, algunas claves para escoger el tipo correcto.
La operación de esta alternativa de inversión tiene similitudes con el mercado accionario y ha ganado mayor protagonismo gracias a que pone a disposición tanto de los gestores como de los inversores toda una diversidad de activos financieros globales.
La experiencia de éxito que han tenido firmas como FlexFunds como proveedor de vehículos de inversión y soluciones de gestión de activos, también ha contribuido a su adopción en los sectores y economías más diversas.
Y al ser un vehículo de inversión flexible y dinámico logra cumplir los requerimientos de los diferentes actores del mercado tal y como la ha demostrado esa compañía, si se tiene en cuenta que existen tres principales tipos de ETP en los cuales pueden apostar de acuerdo con su perfil y fortalezas.
Para gestores e inversores curtidos en los mercados
Popular en el portafolio de los gestores de activos más diversificados, los fondos negociados en bolsa (ETF, en inglés) cotizan sus participaciones en el mercado de valores replicando el rendimiento de un índice popular como el S&P500 de Wall Street para obtener resultados similares a lo largo de la sesión.
Estructurados como fondos, también pueden imitar el desempeño de un sector en particular como el inmobiliario o el energético, lo que se traduce en múltiples opciones de inversión y en una posibilidad para explotar su experticia. Los ETF, por ejemplo, se han beneficiado del “boom” del mercado de litio en los últimos años debido, entre otros factores, a la importancia de ese material para el desarrollo del negocio mundial de los autos eléctricos.
Bloomberg informó que la creciente demanda estaba impulsando “las acciones de las empresas relacionadas con la minería y la fabricación de celdas del metal ligero utilizado en las baterías de automóviles eléctricos”. Esto derivó en que el fondo cotizado en bolsa Global X Lithium & Battery Tech, “de las 27 mayores empresas vinculadas al metal ligero”, registrara un crecimiento del 65 % en 18 meses, “superando los índices bursátiles de todas las economías más desarrolladas del mundo”, describió.
Los ETF pueden ser aprovechados por aquellos gestores e inversores experimentados que conocen de antemano el potencial de los activos financieros que rastrean y que además son conscientes del momento en el que pueden beneficiarse de los mismos según las dinámicas del mercado.
Por su característica de no requerir una gestión activa, los ETF son comparativamente más eficientes frente a otros fondos ya que generan ahorros en términos de comercialización, comisiones y otros honorarios, aunque debido a sus rasgos también es sensible a las fluctuaciones naturales de los mercados. El portal de estadísticas alemán Statista estima que en 2018 “los activos administrados por ETF a nivel mundial ascendieron a aproximadamente 4,69 billones de dólares”, lo que ha significado un crecimiento más que notable desde 2003.
Para los creyentes en las materias primas
Una opción similar son las materias primas negociables en bolsa (ETC, en inglés), un instrumento que básicamente imita el comportamiento de “commodities” como el petróleo, el oro y el gas natural, o incluso también algunos índices particulares que rastrean una canasta diversa de los mismos.
“Generalmente un ETC puede atraerle cuando le gusta el riesgo, ya que las materias primas como los metales y las energías tienden a ser más volátiles que los índices”, advierte la firma británica de servicios financieros IG en un informe. Otras de sus características, explica BBVA Trader, la plataforma de la entidad financiera española, es que los ETC “se emiten como títulos de deuda y no se encuentran limitados por los requisitos de diversificación del OICVM”.
Este tipo de mecanismo de inversión comparte algunas cualidades con los ETF, como por ejemplo que son alternativas flexibles, eficientes en términos de costos, ofrecen mayor liquidez frente a otros fondos y lo más importante es que se negocian en mercados regulados, con lo cual brindan transparencia a lo largo de su cotización. Pero una de las particularidades más destacadas es que brindan acceso tanto a sectores como activos que se considerarían de nicho, abriéndole la posibilidad de ingreso a más gestores e inversores.
Un seguimiento eficaz
Las notas negociadas en bolsa (ETN), a su vez, son instrumentos de deuda que se emiten por grandes instituciones financieras bajo la promesa de alcanzar rendimientos futuros que están basados en el seguimiento que se realiza a un índice de referencia en un espectro muy diverso. En la actualidad existen diferentes ETN que por ejemplo se referencian con la cotización de una divisa internacional como el dólar, una acción o el rendimiento futuro de un producto básico en particular.
Su principal diferencia con los ETF radica en que no son fondos sino bonos de deuda. Además, no poseen ningún título y por ende se dedican a replicar el índice o activo de referencia con exactitud. Los ETN, que se caracterizan por tener fecha de vencimiento, son considerados más riesgosos frente a las dos opciones anteriormente mencionadas, ya que no solo son menos populares, sino que también están supeditados a la solvencia crediticia del emisor y el valor del mercado subyacente que sigue.
“El emisor de un ETN está obligado a entregar el índice o el rendimiento del activo (menos comisiones) en efectivo al momento de la recompra anticipada o el vencimiento”, complementa un documento publicado en el portal web de la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Asimismo, pone a consideración algunas ventajas de este instrumento, entre ellas, la transparencia de los precios, flexibilidad y accesibilidad, puesto que los “ETN se negocian y se liquidan en una bolsa de valores, al igual que cualquier capital, y se pueden comprar y mantener en cuentas de corretaje o custodia ordinarias”. Además, “no implican ninguna de las dificultades para comprar y luego administrar una posición de futuros (por ejemplo, preocuparse por las llamadas de margen, vencimiento de contratos y posiciones renovables) o en la compra y almacenamiento de activos físicos”, destaca.
Para saber más sobre cómo FlexFunds lo puede ayudar a lanzar su propio ETP, visite su página o contáctelos en info@flexfunds.com