Según el Estudio de calidad de vida 2014 de Mercer, Viena es la ciudad del mundo con mejor calidad de vida. Zúrich y Oakland le siguen en segundo y tercer lugar respectivamente. Múnich se sitúa en la cuarta posición, seguida por Vancouver, que además es la ciudad con el puesto más alto en Norteamérica. En el puesto 25, Singapur es la ciudad mejor clasificada de Asia, mientras que Dubái (73) es la primera situada de Oriente Medio y África. La ciudad de Pointe-à-Pitre, en Guadalupe, (69) ocupa el puesto más alto en América Central y Sudamérica.
El estudio, que contempla 223 ciudades, sitúa a las de Latinoamérica por debajo del puesto 69 en cuanto a calidad de vida se refiere. Es decir, ninguna ciudad latinoamericana está entre el 25% de aquellas en las que se vive mejor en todo el mundo. El puesto más alto es para la capital de la isla de Guadalupe, que figura en el puesto número 69 del ranking, seguida de San Juan (puerto Rico), en el 72, Montevideo (Uruguay) en el 77, Buenos Aires (Argentina), en el 81, y Santiago (Chile), en el 93. Es decir, las cinco ciudades de Latinoamérica con mejor calidad de vida se sitúan entre el puesto 69 y el 93 de la lista.
El estudio también hace hincapié en las grandes diferencias que hay en América Central y Sudamérica. Algunas ciudades, como Manaos (125), en Brasil, ha sido identificada como una ciudad emergente, debido a su gran centro industrial que ha posibilitado la creación de la ‘zona económica libre de Manaos’, un área con autonomía administrativa que ha dado a Manaos una ventaja competitiva con respecto a otras ciudades. Esta zona ha atraído talento de otras ciudades y otras regiones, de manera que se han establecido varias compañías multinacionales y se espera que lleguen más en el futuro, señala el estudio.
Pero otras, como Managua (170), San Salvador (175), Caracas (176), Tegucigalpa (181) o Puerto Príncipe (221) figuran en puestos muy bajos de la tabla, entre el 25% del grupo con menor calidad de vida del mundo. “Varias ciudades de América Central y Sudamérica todavía son atractivas para los expatriados por su relativa estabilidad política, las mejoras en las infraestructuras y las agradables condiciones climáticas, pero muchas ciudades siguen afrontando los desafíos de los desastres naturales, como huracanes que azotan a menudo la región, las desigualdades económicas internas y el alto índice de criminalidad”, explica Rafael Barrilero, socio de Mercer.
En Norteamérica, Ciudad de México figura en el último puesto, el 122, precedida por cuatro ciudades estadounidenses: Detroit (70), San Luis (67), Houston (66), y Miami (65). Las ciudades canadienses predominan en los cinco primeros puestos: Vancouver lidera el ranking de la región y figura quinto a nivel mundial, seguido por Ottawa (14), Toronto (15), Montreal (23) y San Francisco (27). “A nivel general, las ciudades norteamericanas ofrecen una calidad de vida alta y son destinos de trabajo atractivos para las compañías y sus expatriados. La disponibilidad de bienes de consumo, infraestructuras y zonas recreativas, es excelente”.
Mercer lleva a cabo anualmente este estudio para ayudar a las compañías multinacionales y otras organizaciones a retribuir de manera justa a sus empleados cuando son asignados internacionalmente. El informe ofrece recomendaciones sobre más de 460 ciudades alrededor del mundo; y la clasificación incluye 223 de esas ciudades.“La inestabilidad política, el alto índice de criminalidad y le elevada contaminación son factores que pueden influir negativamente en la vida diaria de los expatriados y de sus familias, así como los residentes locales”, explica el socio de Mercer.
Y añade: “En una economía mundial cada día más globalizada, las ciudades situadas por detrás de los centros tradicionales financieros y de negocios están trabajando para aumentar su calidad de vida, y atraer así, a más compañías extranjeras. Este año, el informe identifica las llamadas ‘ciudades emergentes de segundo nivel’ y muestra algunos ejemplos alrededor del mundo. Estas ciudades han estado invirtiendo masivamente en sus infraestructuras y atrayendo la inversión extranjera ofreciendo incentivos como ventajas fiscales, alojamiento o facilidades de entrada. Las ciudades emergentes se convertirán en importantes jugadores a los que se enfrentarán los centros financieros y de negocios tradicionales”.
Los líderes europeos y asiáticos
Viena es la ciudad con la posición más alta a nivel mundial. En Europa, le sigue Zúrich (2), Múnich (4), Düsseldorf (6), y Fráncfort (7). Madrid ocupa el puesto número 50. “Las ciudades europeas disfrutan de una calidad de vida alta en general, comparadas con otras regiones. La sanidad, las infraestructuras y los elementos de ocio tienen, en general, estándares muy altos. La estabilidad política y el relativamente bajo índice de criminalidad posibilitan que los expatriados se sientan seguros en la mayoría de las ciudades. Esta región apenas ha experimentado cambios desde el año pasado”, comenta Barrilero.
En el lado opuesto, Tiblisi (191), en Georgia, es la ciudad europea en la parte más baja. Sigue mejorando su calidad de vida, principalmente aumentado la disponibilidad de bienes de consumo, mejorando la estabilidad interna y desarrollando infraestructuras. Otras ciudades europeas situadas en la parte baja de la clasificación incluyen: Minsk (189), Bielorrusia; Yerevan (180), Armenia; Tirana (179), Albania; y San Petersburgo (168), en Rusia. En el puesto 170, Breslavia, en Polonia, es una ciudad emergente europea. Desde que Polonia se adhirió a la Unión Europea, Breslavia ha sido testigo de un crecimiento económico tangible, en parte gracias a su cantera de talento, a la mejora de infraestructuras y las inversiones extranjeras y locales. La Unión Europea ha elegido a Breslavia Capital Europa de la Cultura en 2016.
Singapur (25) es la ciudad con mayor calidad de vida de Asia, seguida por cuatro ciudades japonesas: Tokio (43), Kobe (47), Yokohama (49), y Osaka (57). Dusambé, en Tayikistán, es la ciudad con menos calidad de vida de la región. Asia tiene estándares de calidad de vida más amplios entre sus ciudades que cualquier otra región. Para muchas ciudades, como las surcoreanas, la calidad de vida está mejorando continuamente, pero otras, como algunas ciudades chinas, algunos problemas como la polución ambiental, están erosionando la calidad de vida.
Con el considerable crecimiento económico de la última década, muchas ciudades emergentes de segundo nivel están empezando a ser importantes centros de negocio para compañías internacionales. Los ejemplos incluyen Cheoan (98), en Corea del Sur, que está estratégicamente situada en una zona donde tienen operaciones varias compañías tecnológicas. Pune (139), en India se ha desarrollado como centro de educación y sede de muchas industrias tecnológicas y automovilísticas. Xiam (141), en China, también ha sido testigo de grandes desarrollos, como el establecimiento de una ‘zona de desarrollo tecnológico y económico’ para atraer inversiones extranjeras. La ciudad es también sede de varios servicios financieros, de consultoría y de informática. Por otra parte, las ciudades de Nueva Zelanda y Australia ocupan puestos altos en la clasificación de calidad de vida, con Oakland y Sidney en los puestos 3 y 10 respectivamente.
Oriente Medio y África
En el puesto 73 a nivel mundial, Dubái es la ciudad con mayor calidad de vida en la región de Oriente Medio y África. Le sigue Abu Dabi (78); Port Louis (82), en Mauricio; y Durban (85) y Ciudad del Cabo (90) en Sudáfrica. Durban ha sido identificada como una ciudad emergente en esta región, debido en parte a la industria manufacturera y la creciente importancia de su puerto. A pesar de ello, generalmente, esta región tiene las ciudades con peor calidad de vida, con seis ciudades en la parte final de la lista. Bagdad (223) es la última ciudad de la clasificación.
“Oriente Medio y especialmente África, siguen siendo las zonas que presentan más retos para las organizaciones multinacionales y los expatriados. La inestabilidad de la región y los acontecimientos políticos, incluyendo disturbios civiles, falta de infraestructuras y desastres naturales como las inundaciones, hacen que la calidad de vida necesite mejorar en muchas de sus ciudades. No obstante, algunas ciudades que nunca han sido atractivas para las compañías multinacionales están haciendo grandes esfuerzos para atraerlas”, concluye Barrilero.
Las condiciones de vida se analizan de acuerdo a 39 factores agrupados en 10 grupos:
1. Entorno social y político (estabilidad política, criminalidad, peso de la ley…)
2. Entorno económico (regulación de los tipos de cambio, servicios bancarios)
3. Entorno socio-cultural (medios de comunicación y censura, limitaciones de la libertad personal…)
4. Consideraciones médicas y de salud (servicios médicos, enfermedades infecciosas, aguas residuales, desagües, polución…)
5. Colegios y educación (calidad y disponibilidad de colegios internacionales)
6. Servicios públicos y transportes (electricidad, agua, transportes públicos, congestión del tráfico…)
7. Ocio (restaurantes, teatros, cines, deportes…)
8. Bienes de consumo (disponibilidad de alimentos / artículos de uso diario, coches…)
9. Alojamiento (alquiler de casas, electrodomésticos, muebles, servicios de mantenimiento…)
10. Entorno natural (clima, registro de desastres naturales…)