Hace unos días se celebró en Miami y de la mano de la organización Miami Finance Forum una nueva edición de su CEO Power Breakfast para analizar la industria del venture capital y su futuro en el sur del estado, un evento al que acudieron unas 200 personas y que contó con la participación de reconocidos panelistas, mentores y ‘angel investors’, entre los que se encontraban Greg Baty, presidente de Hamilton Lane, Thomas Wenrich, alias el Tigre y director de Open English, Susan Amat, fundadora de Venture Hive, Albert Santalo, fundador, presidente y CEO de CareCloud, y Marco Giberti, socio de Vesuvio Ventures.
Los ponentes, moderados por Scott M. Moss, arrancaron la sesión aportando su visión sobre las oportunidades para las firmas de venture capital en el sur de Florida, una región que atrae cada vez a más empresarios en busca de compañías en las que invertir en etapas tempranas. Aunque ésta es una corriente que parece que va en aumento, los expertos reconocieron que aún queda mucho camino por recorrer y que «hay que evitar caer en el error de buscar duplicar Silicon Valley», cuna de grandes empresas tecnológicas como Google, Yahoo, Intel, Cisco, Facebook y Linkedin, además de ser imán para el capital inversor, cuna de la innovación y paraíso para emprendedores.
En este sentido, Greg Baty, presidente de Hamilton Lane, firma que gestiona el Florida Growth Fund, un vehículo con más de 500 millones de dólares en activos bajo gestión y que persigue activamente oportunidades de inversión en private equity en la región, subrayó que el venture capital está mucho más ligado a Silicon Valley y Boston que a Miami, aunque dijo que hay capital que está empezando a mirar hacia el sur de Florida en busca de oportunidades más baratas.
Empresas como Open English y CareCloud, empresas que han alcanzado un enorme éxito, son los ejemplos que necesita el sur del estado para seguir atrayendo capital y emprendedores. “Si conseguimos mover entre el 2% y el 5% del capital de los family offices a venture capital habrá un gran cambio”, subrayó Marco Giberti, un empresario de éxito y angel investor con más de 20 años de experiencia en el sector del marketing y la comunicación.
El sector privado empieza a fijarse en las startups
Por su parte, Susan Amat, fundadora de Venture Hive, desde donde ha tenido la oportunidad de trabajar y asesorar a más de 130 startups, destacó que el sector privado está empezando a mirar hacia las startups del sur de Florida, mientras que Albert Santalo de CareCloud, nube de datos para el sector médico, reconoció que si se piensa en oportunidades en tecnología el sitio es Silicon Valley, de ahí que estén con un pie en Florida y otro en California a la hora de buscar en donde invertir.
Para que el venture capital despegue en Florida, Santalo dijo que es necesario organizar una buena red de ‘angel investors’ y marcar unos objetivos con dichos grupos, con los que reconoció que se encuentran en las primeras etapas. “Es difícil recaudar venture capital aquí. Me gusta ver cómo hay gente como Marco o Albert con historias de éxito que pueden atraer más interés”. Santalo, que insistió en que no es fácil recaudar dinero en el sur de Florida, dijo que sin embargo “hay suficientes oportunidades que van a llevar a grandes empresas a preocuparse por tener alguien aquí para invertir en esas compañías”.
Amat manifestó que hay suficientes empresas en la zona en las que poder invertir y ayudar a crecer, aunque una premisa fundamental es que los empresarios detrás de ellas se dejen entrenar. “Que se pueda trabajar con ellos y que se dejen guiar”, algo en lo que coincidió Baty al recalcar que a la hora de invertir no lo hacen movidos por una idea sino por la gente detrás de esa idea y la química que se produzca. “La química es importantísima. Es fundamental invertir en gente con la que uno se siente cómodo… y ello representa el 50% de mi decisión de inversión”. “No quieras invertir en un grupo de idiotas porque la vida es muy corta”, apostilló.
Lo más difícil, la primera ronda de financiación
Para Amat no es real montar una empresa para salir corriendo a buscar capital: “hay que tener humildad para pensar en el largo plazo”. Para Wenrich la parte más difícil es obtener la primera ronda de financiación, y lo dice alguien que con Open English, una plataforma de cursos de inglés online 24/7, líder en la enseñanza del inglés en América Latina y el mercado hispano de Estados Unidos, que fundada en 2007 y a través de cuatro rondas de financiación ha alcanzado un total de 120 millones de dólares. Actualmente cuenta con una base acumulada que sobrepasa los 100.000 estudiantes y con más de 70.000 que cursan actualmente los programas.
Como ‘angel investor’, Giberti dijo que a la hora de invertir en un proyecto siempre lo mira como una asociación para, como venture capital, acelerar el negocio y hacerlo atractivo para el siguiente paso, el private equity. Asimismo, dijo que Miami no es solo un hub entre el norte y el sur. “Miami es también una entrada para compañías europeas en las Américas… un puente en donde quieren estar pero no llegar solos”.
A la hora de hacer recomendaciones, los expertos coincidieron en que los emprendedores deben estudiar muy bien con quién se asocian, midiendo muy bien los pasos y sobre todo dejando siempre abierta la puerta a una fácil salida. “Cuando tienes muchos ‘angel investors’ lo mejor es que nadie lleve la gestión de la empresa y quede del lado del emprendedor”. Coincidieron también en que una startup entabla una media de tres, cuatro relaciones antes de levantar su primera ronda de financiación.
Los expertos coincidieron en que Miami se está convirtiendo en un buen sitio para emprender un negocio, una ciudad en la que el ecosistema está cambiando y donde mucha gente de fuera de la región busca establecerse. Miami necesita más ejemplos de éxito para seguir atrayendo talento e inversores, pero sin duda la ciudad ha pegado un paso de gigante en los últimos años, convirtiéndose en un punto de encuentro más cordial entre inversores y emprendedores.