Los hedge funds registraron una rentabilidad cercana al 2% en el mes de octubre respaldados por una mayor sensación de optimismo en el mercado. Las estrategias Event-Driven y Global Macro se comportaron mejor que la media del mercado, al subir un 2,5 y un 3% respectivamente. Por su parte, las estrategias CTAs, que avanzaron la semana pasada un 2,7%, no consiguieron batir al mercado en octubre debido a que no fueron capaces de aprovechar el rebote.
La creciente brecha entre la política monetaria de EE.UU. y Europa ha impulsado al dólar y ha hecho caer los precios de las materias primas. Una circunstancia favorable para los manager de estrategias CTA y Macro, en las que Lyxor permanece sobreponderado. “De acuerdo con nuestros datos, ambas estrategias están largas en el dólar frente a las principales divisas y cortas en las materias primas. Hay, sin embargo, matices: las CTA son relativamente más agresivas en energía que los fondos Macro. A raíz de las moderadas palabras del BCE, las posiciones largas de las estrategias CTA se están beneficiando de la caída de la rentabilidad de los bonos en Europa».
Los managers de fondos Event-Driven vieron subidas del 2,4% en octubre, recuperando parcialmente algunas de las pérdidas experimentadas durante el verano. El índice S&P Health Care repuntó un 8,4% este mes, lo que respaldó las elevadas exposiciones al sector que hay en sus portfolios.
Mientras tanto, el anuncio de la semana pasada de que Pfizer está considerando fusionarse con Allergan ha impulsado el precio de las acciones de esta última compañía en un 20% en una semana. Algunos managers tienen posiciones largas a estas acciones que van del 5% a 10% del patrimonio neto del fondo. Esto apoyará la ejecución de la estrategia en el corto plazo y contribuirá a compensar los acontecimientos negativos en Valeant, acusada de fraude.
Por último, Lyxor aumentó en octubre el peso de la estrategia europea de Crédito L/S a ligeramente sobreponderado. “Creemos que es probable que el crédito europeo se vea respaldado tanto por fundamentales como por factores técnicos. Las tasas europeas de impago son bajas y se prevé que permanezcan así hasta al menos el primer semestre de 2016, según Moody’s. Además de eso, las empresas europeas se están desapalancando, lo que es propicio para el riesgo de crédito».
En el aspecto técnico, el ritmo de emisiones es bajo y es probable que el BCE amplíe su programa de compra de activos para incluir la deuda corporativa, creando así nuevas fuentes de demanda. En este entorno, se espera que los fondos de L/S de crédito europeo se beneficie de condiciones beta, además de su habilidad para generar alfa. La extensión del programa de expansión cuantitativa del BCE a deuda corporativa implica que es probable que el segmento high yield encuentre respaldo también como resultado del efecto de reequilibrio de los portfolios.