La apertura de la línea directa de Qatar Airways entre la ciudad de Miami y la de Doha en junio de 2014 no sólo ha supuesto la llegada de nuevos turistas en busca de sol, buenos restaurantes y compras a las costas y centros comerciales del Sur de la Florida, sino que ha permitido el fácil acceso de capital inversor de Oriente Próximo al pujante mercado de real estate de la zona. La línea permite que pasajeros de África, Asia y los países próximos a Qatar, que antes se veían obligados a hacer escala en Nueva York o Londres, se sientan más cerca de la puerta de entrada a las Américas.
La ciudad de Miami ha evolucionado en los últimos años y ha sabido construir una urbe cuya “marca” es cada vez más reconocida internacionalmente como mercado de arte, moda, centro internacional de negocios y plaza financiera. Su aeropuerto es el segundo de mayor tránsito de los Estados Unidos, la zona metropolitana de Miami supone el tercer mayor núcleo urbano del país, la zona concentra un buen número de las mejores zonas residenciales del país y su ciudadanía une muchas y diversas culturas. La suma de todo ello, junto con su clima-ocio-compras y su favorable fiscalidad, convierte a la ciudad en un imán para los inversores.
Entre los pasajeros de esta nueva línea directa llega una numerosa clase media-alta que, ante las buenas perspectivas, busca adquirir residencias en pre construcción, ya sea como segunda vivienda o como inversión. Algunos ejemplos del tipo de propiedad que seduce a los inversores de Oriente Próximo son los grandes condominios de lujo que se han venido desarrollando en los últimos tiempos en los barrios más centrales de la ciudad, como el Paraiso Bay, en la zona de Edgewater, el Brickell City Centre o el Resorts World Miami. Y ejemplo de una de las operaciones recientes es la compra de St. Regis Bal Harbour Resort por 213 millones de dólares por parte de Al Rayyan Tourism Development Company de manos de Starwood Resorts & Hotels.
Según un informe de CBRE hecho público este verano, cada año salen de Oriente Próximo 15.000 millones de dólares en busca de inversiones de real estate en el mundo y, precisamente, Qatarv-liderada por sus fondos soberanos (SWF)- ha sido el mayor inversor en 2014 con 4.900 millones. El mismo informe revela que el interés por el mercado de las propiedades inmobiliarias estadounidenses está creciendo. El capital ya puede venir sin escalas.