Tras el éxito alcanzado en Francia y en otros países europeos con su primer programa de inversión en deuda senior de infraestructuras, BRIDGE (Benjamin de Rothschild Infrastructure Debt Generation), el Grupo Edmond de Rothschild quiere abrir su experiencia en esta clase de activo a fondos de pensiones e inversores institucionales de todo el continente.
Para ello, el grupo tiene previsto lanzar en los próximos meses un programa de inversión de derecho luxemburgués que invierte en deuda de infraestructuras. Su objetivo es convertirse en uno de los principales actores independientes en el mercado de bonos destinados a la financiación de infraestructuras y se ha fijado un objetivo de captación de 1.000 millones de euros bajo gestión.
Con sede en Londres, el equipo de asesoramiento en inversiones de Edmond de Rothschild Asset Management cuenta con ocho profesionales liderados por Jean-Francis Dusch. En los últimos veinte años, el equipo ha desarrollado experiencia en financiación de infraestructuras sobre todo en la búsqueda de activos, la estructuración de los instrumentos de deuda y su posterior monitorización.
Un activo en rápida evolución
Se espera que la inversión en infraestructuras en Europa alcance más de 1,5 billones de euros para 2020 (según el “EU Strategy Report 2020 – Strategy for smart, sustainable and comprehensive growth”), debido a la necesidad de desarrollar y renovar infraestructuras, en particular en los sectores de transporte, energía, agua y telecomunicaciones y en infraestructura social como sector sanitario, educación y establecimientos penitenciarios. Desde el comienzo de 2013, el sector ha asistido en Europa a numerosas operaciones.
Históricamente, los bancos han sido los encargados de proporcionar la financiación para infraestructuras en Europa. Sin embargo, la crisis de 2008 endureció los criterios de concesión de préstamos y la introducción de Basilea III ha llevado a los patrocinadores industriales y financieros a buscar nuevas fuentes de financiación.
Las firmas de infraestructuras suelen contar con buenas calificaciones crediticias y ofrecen retornos relativamente atractivos para compensar su iliquidez. Además, los gobiernos europeos, deseosos de promover el crecimiento de las infraestructuras, han introducido recientemente esquemas para alentar a los inversores institucionales a entrar en la financiación de deuda senior. A ello se suma que el actual ambiente de bajos tipos de interés, combinado con el enfoque a largo plazo característico de este tipo de inversores, hace que se busquen rentas regulares a largo plazo.
La historia en infraestructuras
La financiación de infraestructuras es una parte fundamental de la historia de Rothschild. La familia ha contribuido a la construcción de grandes proyectos como el Canal de Suez (1875) y la infraestructura ferroviaria en Europa. En los últimos diez años el grupo ha continuado con esta tradición mediante el asesoramiento en la financiación de infraestructuras, ayudando a completar proyectos emblemáticos en Europa y África.
“La financiación de infraestructuras ha sido un tema de inversión fundamental en nuestra familia desde los comienzos de la revolución industrial. Mi marido y yo estamos orgullosos de este papel pionero y queremos conservar este compromiso”, dice Ariane de Rothschild, vicepresidenta del Grupo Edmond de Rothschild.