Cuprum es la cuarta administradora de fondos de pensiones chilena, tras Provida, Capital y Habitat, que ha recibido la aprobación por parte del regulador para la inversión en activos alternativos.
Tras la entrada de vigor de la nueva normativa que amplía el universo de inversión de las administradoras de pensiones chilenas el pasado mes de noviembre, se espera que las AFPs empiecen a invertir de forma activa en este tipo de activos durante este segundo semestre del año con un potencial de crecimiento cercano a los 10.000 millones de dólares. Modelo y Planvital, las AFPs de menor tamaño, aún están pendientes.
Cuprum, propiedad al 97,97% de Principal, tiene un volumen total de activos gestionados de 38.590 millones de dólares a cierre del mes de agosto y más de 600.000 afiliados. Cuprum es la AFP con el ingreso imponible promedio de cotizantes más alto de la industria que supera los 2.150 dólares, muy por encima del ingreso medio de 1.156 dólares del sector. Por subfondo, una gran parte de sus activos (35%) está invertido en el subfondo C de riesgo intermedio seguido de un 20% en A el subfondo más arriesgado.
El anexo 9 de la política de inversiones de Cuprum recoge la política de inversión referente a activos alternativos. En ella se establece que el objetivo de la inversión en este tipo de activos es exclusivamente aumentar la rentabilidad de la cartera y que se irán incorporando a medida “que entreguen un atractivo retorno esperado ajustado por riesgo y aporten a la diversificación de los fondos de pensiones”.
A pesar de que en el documento se reconocen las ventajas de estos activos por su correlación negativa con los activos tradicionales que permiten mejorar la rentabilidad y el riesgo asumido, en el documento se tipifican de forma detallada las limitaciones asociados a este tipo de inversiones, tales como la falta de liquidez, las barreras de entrada, la limitada información pública y la valoración de los mismos que conlleva una mayor subjetividad.
En cuanto a lista de activos alternativos permitidos se incluyen: private equity y deuda privada, acciones de sociedades anónimas nacionales cerradas, sociedades por acciones (SpA) nacionales y sociedades en comandita por acciones nacionales, mutuos hipotecarios endosables, bienes raíces nacionales no habitacionales para celebrar contratos de arrendamiento con opción de compra (Leasing) sólo a través de fondos de inversión, créditos sindicados otorgados a personas jurídicas, y bienes raíces nacionales no habitacionales para renta sólo a través de fondos de inversión. La administradora deja claro que “No está permitida la inversión en otros activos que, por su naturaleza, puedan considerarse como alternativos, aun cuando se encuentren permitidos por el Régimen de Inversión”. Asi pues, los hedge funds y commodities quedan específicamente excluidos en el apartado 10 del anexo que recoge los límites y restricciones de la política.
Con respecto a sus órganos de decisión, la administradora creará un Comité de Activos Alternativos cuyas funciones serán el seguimiento de programa en detalle, la aprobación de límites y contrapartidas entre otros.
Igualmente, la política recoge el perfil que deben cumplir las personas que integren los equipos de inversiones de activos alternativos que deben ser “profesionales universitarios con experiencia en el mercado financiero, idealmente con estudios de postgrado y/o certificaciones con validez internacional”.