Los primeros diez cajeros híbridos que operarán con dinero físico y todo tipo de criptomonedas estarán operativos a finales de este año en Argentina, y se negocia que sean 2000 en 2018, explicó a Funds Society Sebastián Ponceliz, CEO y fundador de Odyssey Group US, la empresa que lleva a cabo el emprendimiento.
Argentina irrumpe así con fuerza en el mundo de las criptomonedas y en el mercado, florenciente, de la inversión en cajeros de última generación. Bitcoins, ether o litecoin, sea cual sea la moneda, estos cajeros permitirán operar con ellas y convertirlas en billetes reales. ¿Cómo funcionará el sistema en el país más adicto al dólar de Latinoamérica?
“Es una tecnología que por primera vez permite a un usuario retirar dinero en efectivo o hacer intercambio entre moneda digital y efectivo. El usuario que tenga una billetera digital, por ejemplo, con bitcoins, se acercará al cajero, que podrá leer su código gracias a una cámara, y le va a preguntar si quiere obtener dinero con un porcentaje de ese bitcoin. A la inversa, si quiere comprar una criptomoneda, meterá su tarjeta en el cajero y podrá pedir que le debiten desde su billetera digital hacia su cuenta bancaria”, explica Ponceliz.
Los cajeros utilizarán la plataforma Octagon y el precio de las criptomonedas se determinará a partir de lo que indiquen las principales plataformas de trading de esas nuevas divisas no reguladas.
Argentina aparece como el mercado perfecto para ensayar con esos nuevos cajeros: “los argentinos son amantes de las tecnologías y de las novedades, son arriesgados, para bien o para mal. Además, por razones históricas, tienen poca confianza en lo institucional, por eso se viene registrando en el país una fuerte demanda de criptomonedas. Con ellas tienen la posibilidad, casi única, de tener un medio propio para controlar sus finanzas”.
Desde el pasado mes de mayo, el Banco Central argentino permite a particulares operar cajeros automáticos, un cambio legislativo que puede impulsar estas nuevas tecnologías. Los bancos privados y estatales son conscientes de que deben adaptarse a la nueva realidad de las criptomonedas.
Según Ponceliz, los inversores apuestan cada vez más por los cajeros de nueva generación: “es una herramienta de inversión, tenemos clientes que nos comprar cajeros para eso. La rentabilidad es brutal, extremadamente alta, especialmente en los países latinoamericanos donde el negocio está empezando. Conversamos con family offices y bancos de inversiones, tenemos administradores de cartera que invierten en propiedades, en bonos, y ahora están invirtiendo en cajeros automáticos”.
Está previsto que las primeras unidades se instalen en Buenos Aires, Córdoba y Jujuy. Cadenas de supermercado, farmacias y locales de pago son los principales clientes que implementarán esta nueva tecnología. Argentina tendría potencial para 50.000 de esas máquinas de nueva generación.