Nordea AM ha encabezado una acción en la que participaron 21 inversores, que representan 4,7 billones de euros en activos gestionados, y que se materializó en el envío de una misiva a las instituciones financieras y empresas implicadas en la construcción de la central de carbón Vung Ang 2, ubicada en Vietnam.
Según explican desde la gestora, la central eléctrica de carbón Vung Ang 2 ampliará aún más el desarrollo de un emplazamiento situado a proximidad de unas centrales que ya han provocado importantes accidentes de contaminación medioambiental en la región, como el vertido de sustancias químicas tóxicas al océano, lo que tuvo efectos devastadores para el litoral y la fauna y flora marinas. En este sentido, la firma recuerda que la central Vung Ang 1 también ha protagonizado varias polémicas debido a que su depósito de ceniza de carbón se sitúa cerca de áreas residenciales y de terrenos agrícolas.
“La central Vung Ang 2 se está convirtiendo rápidamente en un ejemplo perfecto en el marco del argumento en contra de las empresas que asumen riesgos de transición en centrales de carbón, por no mencionar la evidente contradicción con los compromisos que han suscrito estas empresas y que contemplan la alineación con los objetivos del Acuerdo de París”, explica Eric Pedersen, responsable de inversión sostenible en Nordea Asset Management.
El pasado 22 de octubre, el consorcio de inversores en la que instaba a las empresas vinculadas a la construcción de la central Vung Ang 2 a retirarse del proyecto y citaba los elevados riesgos reputacionales y financieros relacionados con el clima asociados con dicho proyecto. La misiva destaca el importante papel que las empresas cotizadas desempeñan a la hora de abordar el cambio climático, así como el riesgo que trasladan a los inversores cuando no encaran la exposición al riesgo climático.
Nordea AM está firmemente comprometida con proseguir sus actividades de participación activa en relación con el proyecto Vung Ang 2 y hace un llamamiento urgente a los inversores para que se comprometan a poner fin a su implicación en nuevos proyectos de carbón de conformidad con la recomendación del Secretario General de las Naciones Unidas.