Los mercados reaccionaron positivamente al anuncio de que se había evitado el abismo fiscal. Sin embargo, subsisten varias preocupaciones importantes:
– Aunque se consiguió un pacto sobre las subidas de impuestos, todavía debe alcanzarse un acuerdo sobre el ajuste presupuestario antes del 1 de marzo para impedir recortes del gasto automáticos e indiscriminados que podrían llevar a la recesión. La incertidumbre a lo largo de los dos próximos meses podría provocar un incremento de la volatilidad bursátil.
– El gobierno estadounidense también alcanzará el tope de endeudamiento de 16.400 millones de dólares a finales de febrero, por lo que hace falta el acuerdo y la aprobación del Congreso para elevar el techo de la deuda; si no se consigue, EE.UU. se arriesga a sufrir una degradación de su calificación crediticia y un impago.
– El incremento del 2% en las cotizaciones a la Seguridad Social probablemente tenga un marcado impacto negativo en el gasto de consumo en 2013 (de acuerdo con el Tax Policy Center, en 2012 un recorte de 2 puntos porcentuales en las cotizaciones a la Seguridad Social habría supuesto aproximadamente 1.000 dólares para un trabajador con ingresos de 50.000 dólares al año).
Resultados posibles:
1. El resultado más positivo sería que los dos partidos acordaran un plan a largo plazo para la deuda pública que incluya recortes del gasto y que haga que el techo de endeudamiento deje de ser un problema.
2. Un resultado negativo sería que se elevara el techo de la deuda, pero los partidos no se pusieran de acuerdo sobre los recortes del gasto; en ese caso, EE.UU. probablemente caería en recesión.
3. El peor resultado sería 1) si no hay acuerdo sobre el ajuste presupuestario y se activan los recortes automáticos del gasto, lo que empujaría a EE.UU. a la recesión, y 2) si el techo de la deuda no se eleva, lo que desembocaría en un impago por parte de EE.UU.
Para Richard Lewis, responsable de renta variable mundial de Fidelity, «los políticos estadounidenses han acordado prorrogar los recortes de impuestos de la era Bush. Los demócratas querían asegurar esos recortes para el 98% de la población, los republicanos para el 100% y lo han dejado en el 99%».
«Después del dramatismo con que se ha vivido, el resultado del acuerdo es profundamente decepcionante. Los problemas del techo de endeudamiento y los recortes del gasto se han dejado para otro día, en realidad para dentro de un par de semanas, momento en el que el enfrentamiento bipartidista volverá a ocupar titulares»
«No hay presión de los mercados financieros para que los políticos se esfuercen más debido a la relajación monetaria sin precedentes que aplica la Reserva Federal de EE.UU., que justo antes de Navidad anunció un incremento en el ritmo previsto de compras de activos, de 40.000 millones de dólares al mes a 85.000 millones al mes, hasta nuevo aviso. Así́ pues, los precios de los activos estadounidenses suben porque se ha evitado el abismo fiscal y porque continua la relajación monetaria. Es posible que no veamos avances sustanciales reales en el plano presupuestario hasta que el dólar muestre una fuerte debilidad que ponga punto final a las poses políticas en Washington», opina Lewis
«Los mercados parecen aliviados de que se haya evitado el bloqueo en el Congreso con el plazo ya cumplido y con los dos partidos acordando finalmente una ley que aleja el abismo fiscal”, comenta Adrian Brass, gestor de renta variable estadounidense. “Sin embargo, la norma es una solución de compromiso que pospone unos meses muchos de los puntos más importantes y conflictivos»
«Aunque ha bloqueado la mayoría de las subidas de impuestos previstas el 1 de enero, ha pospuesto los inevitables recortes del gasto subiendo los impuestos a los estadounidenses con rentas más altas. Sin embargo, la norma supone la mayor subida de impuestos de los últimos veinte años y simbólicamente es una concesión enorme de los republicanos, que prometieron en campaña que mantendrían los impuestos bajos. Mi opinión es que todavía vamos a necesitar que se acuerden importantes recortes del gasto público en los próximos meses. Probablemente esto frene el crecimiento económico y de los beneficios este año en EE.UU. Por lo tanto, mi estrategia sigue centrándose en empresas con motores de crecimiento a largo plazo fuera de la economía estadounidense que coticen con valoraciones atractivas», añade Brass.