A pesar de que las mujeres en Wall Street son menos propensas que sus homólogos masculinos a romper las reglas, un estudio titulado “Cuando Harry despide a Sally’ resalta que son castigadas mucho más duramente después de una indiscreción que sus contrapartes masculinas.
El trabajo de Mark Egan de la Universidad de Minnesota Carlson School of Management, Gregor Matvos de la Universidad de Chicago Booth School of Business, y Amit Seru de Stanford Graduate School of Business, descubrió que alrededor del 88% de las mujeres en el sector creen que aún existe discriminación de género dentro de la industria financiera.
La investigación revela que, en general, en las firmas de Wall Street y los grandes bancos, a raíz de una incidencia de mala conducta como el fraude o la omisión o falsificación de hechos relevantes, las mujeres tienen un 20% más de probabilidades de perder sus empleos y un 30% menos probabilidades de encontrar un nuevo puesto de trabajo en el año siguiente, en comparación con sus colegas masculinos.
Al controlar más variables -especialmente comparando hombres y mujeres empleados en la misma empresa, en el mismo condado, en el mismo año- el castigo es un 50% mayor para las mujeres que para los hombres.
Según los autores, “las mujeres se enfrentan a un castigo más severo a pesar de participar en conductas menos costosas y pese a una menor propensión a reincidir. En relación con las mujeres, los hombres son tres veces más propensos a cometer mala conducta, tienen el doble de probabilidades de ser delincuentes reincidentes y participar en conductas inapropiadas que son un 20% más costosas”.
Además, notaron que en el caso de las quejas de mala conducta de mujeres, la mayoría de las veces éstas son presentadas por la misma empresa, en lugar de clientes o reguladores, lo que en la opinión de los profesores, “muestra una clara discriminación de género”.