El Credit Suisse Research Institute (CSRI) ha publicado un estudio en el que se evalúa la importancia de la sostenibilidad para los consumidores jóvenes, la probabilidad de que centren su gasto en productos y servicios sostenibles, y las categorías de gasto en las que es más probable que se produzca un mayor impacto. Una de las principales conclusiones del análisis es que el compromiso en torno al tema de la sostenibilidad es notablemente mayor para los consumidores de la generación Z y los millennials en las economías emergentes que para los que viven en los países desarrollados.
El informe analiza las respuestas de 10.000 personas de diez países con edades comprendidas entre los 16 y los 40 años y examina la necesidad de abordar el cambio climático desde el impulsor último de todas las emisiones: el consumidor, evaluando hasta qué punto los jóvenes consumidores están concienciados con el medio ambiente y si están dispuestos a llevar un estilo de vida más sostenible como consecuencia de ello.
Los diez países analizados son China, Brasil, México, India, Sudáfrica, Reino Unido, Suiza, Alemania, Francia y Estados Unidos. Según las estimaciones, este grupo representa el 48% del gasto mundial de los consumidores en la actualidad, que podría alcanzar el 68% en 2040.
Eugène Klerk, director de Global ESG & Thematic Research de Credit Suisse, comentó: «Hace tiempo que se sabe que las generaciones más jóvenes se han tomado las consideraciones climáticas mucho más en serio que las generaciones anteriores, comprendiendo y defendiendo el camino del cambio. Con esta encuesta, hemos podido profundizar en las diferentes facetas de la sostenibilidad que interesan especialmente a los consumidores jóvenes y obtener valiosos datos de 10 mercados clave. Resulta interesante comprobar que los millennials lideran a sus cohortes de la generación Z en términos de fidelidad a la agenda sostenible y, de forma un tanto sorprendente, descubrimos que los consumidores emergentes parecen estar más comprometidos con el medio ambiente en general que los de los mercados más desarrollados. Teniendo en cuenta que estos jóvenes se convertirán pronto en los consumidores que más gasten en las próximas décadas, es importante que comprendamos sus valores y preferencias de consumo».
La preocupación por el medio ambiente es alta. Las lecturas de la encuesta apuntan a un alto nivel de ansiedad entre los consumidores más jóvenes en relación con la sostenibilidad: entre el 65% y el 90% de los consumidores de los diez países analizados están preocupados o muy preocupados por el medio ambiente. Sin embargo, la convicción en un futuro más sostenible parece escasa, ya que menos del 30% cree que es probable que se cumplan los objetivos a largo plazo en materia de cambio climático.
Otra de las conclusiones del informe es que la educación es clave para lograr una sociedad sostenible. La encuesta respalda firmemente el argumento de que la creación de un mundo más sostenible requiere una mayor atención a la educación de los consumidores sobre la intensidad medioambiental de los productos y servicios de consumo.
Los consumidores jóvenes se muestran muy dispuestos a aumentar el gasto en productos sostenibles, como la energía solar, el aislamiento del hogar y los vehículos eléctricos. Además de la responsabilidad personal, los jóvenes consumidores consideran necesario prohibir y gravar los productos no sostenibles, así como una mayor educación y unos requisitos más estrictos de gobernanza e información para las empresas.
Sin embargo, el estudio destaca que la inversión en tecnologías de ahorro energético se ve obstaculizada por la falta de educación. Al igual que las tendencias en otros sectores, los consumidores jóvenes de los países emergentes son más propensos que los de los países desarrollados a invertir en tecnologías de ahorro energético para el hogar.
Respecto al papel central para el consumo y la producción de alimentos, los consumidores jóvenes muestran un fuerte deseo de cambiar a una dieta más sostenible, especialmente centrada en la reducción del consumo de comida rápida y carne. Asimismo, se ve un declive de la «moda rápida«. En la última década se ha producido el auge de la «moda rápida», en la que la ropa es más barata y se desecha más rápidamente, con graves repercusiones para el medio ambiente y el clima.
Los resultados de la encuesta también sugieren un rápido cambio en las preferencias de los consumidores en cuanto a las opciones de viaje y transporte en los próximos años. El 63% de los encuestados espera poseer vehículos eléctricos/híbridos, más del triple del 19% que posee actualmente vehículos eléctricos/híbridos.