No podemos medir el crecimiento económico sin medir su impacto medioambiental. «La oportunidad de alcanzar un futuro sostenible pasa por que las naciones empiecen a sopesar el coste de los beneficios económicos en relación con los daños causados al medioambiente», ha advertido el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
António Guterres ha llamdo a incluir el «valor real» de la naturaleza en las políticas y decisiones económicas y para ello, la ONU ya cuenta con un nuevo marco estadístico que mide la prosperidad económica y el bienestar humano incluyendo las aportaciones de la naturaleza: el Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada.
El crecimiento económico durante los últimos cincuenta años se ha multiplicado casi por cinco, pero el medio ambiente ha tenido que pagar un alto coste. «Los recursos naturales no aparecen en los cálculos de riqueza de los países. El sistema actual se orienta en favor de su destrucción, no hacia su preservación», alerta Guterres.
Debido a esta delicada situación, Guterres anima a transformar nuestra forma de ver y valorar la naturaleza, incluyendo su auténtico precio en todas nuestras políticas, planes y sistemas económicos. «Si actuamos de este modo, la inversión podrá destinarse a actuaciones que sirvan para proteger y restablecer la naturaleza». Para los expertos de la ONU, las ganancias serán innumerables.
Ir más allá del cálculo del PIB
Este importante marco, denominado Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada, va más allá de la típica medición del producto interior bruto (PIB), y, según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, permite incluir en los informes económicos el “capital natural” como los bosques, los océanos y otros tipos de ecosistemas.
Además, este modelo también sirve para lograr una mejor respuesta a las emergencias medioambientales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
«Hemos tratado a la naturaleza como si fuera gratis y sin límites. Por tanto, la hemos degradado y usado sin ser plenamente conscientes de lo que hacíamos y de lo mucho perdíamos en el camino», señala Elliott Harris, subsecretario general de Desarrollo Económico y economista jefe de la ONU.
Harris afirma que el nuevo marco “nos permitirá observar cómo las actividades económicas pueden afectar a nuestros ecosistemas, cómo nos afecta la presencia de la naturaleza y cómo podríamos cambiar nuestras actividades para alcanzar la prosperidad y sin dañar o destruir la naturaleza en el proceso”.