Las entidades internacionales de banca privada y wealth management están reforzando su crecimiento en toda la geografía española. Una de las últimas en hacerlo ha sido Deutsche Bank España, que recientemente ha incorporado a Alfonso Artola y José Miguel Barrio a la oficina de Bilbao.
¿El objetivo? Convertirse en banco internacional líder en gestión patrimonial, captando a clientes particulares pero también a empresas: “El País Vasco no es la excepción dentro de la estrategia clara que tiene Deutsche Bank: queremos ser el banco extranjero líder en gestión patrimonial”, explica Alfonso Artola, director de Wealth Management de Deutsche Bank en la comunidad en una entrevista con Funds Society. “Para ello, vamos a continuar con la estrategia que se ha desarrollado en los últimos años, creciendo en clientes particulares, pero también en el segmento de las midcaps, a través de las sinergias que plantea el Bank for Entrepreneurs”, explica.
Su estrategia en el País Vasco es dar servicio, desde Bilbao, a toda la región: “Deutsche Bank está presente en las tres capitales vascas, dando servicio a todo el territorio. Aunque nosotros estemos localizados en Bilbao, nos desplazamos cubriendo las necesidades de toda la comunidad y alrededores”, explica. En los últimos años, Deutsche ha crecido con la incorporación de nuevos equipos: “No hay un plan específico de contratación, pero siempre estamos atentos a las oportunidades que puedan surgir”, asegura Artola.
Así, el negocio de Deutsche Bank en el País Vasco sigue las directrices de la estrategia de negocio del banco en España, posicionándose como entidad en el mercado español con todos los servicios bancarios a nivel global y un ADN muy empresarial. “Apostamos firmemente por seguir creciendo en grandes patrimonios y ayudarles no solo en sus necesidades financieras particulares, sino también en las empresariales. A través del Bank for Entrepreneurs, lanzado en 2022, podemos ver de forma integral el patrimonio de nuestros clientes y ofrecerles mejores soluciones utilizando las capacidades globales del banco, también en banca corporativa y de inversión”, insiste el director.
En cuanto a patrimonio, sus baremos varían entre 500.000 y 2 millones de euros, en función del servicio prestado: “Deutsche es un banco universal y hay una colaboración entre todas las áreas para poner al cliente en el centro y darle el servicio que realmente necesita. Por ejemplo, somos el único banco internacional con oficinas de banca personal en el País Vasco, que están más orientadas a clientes de rentas medias. En el segmento de banca privada y gestión patrimonial, nuestros principales clientes son las familias empresarias, con un patrimonio desde 500.000 euros en el primer caso y de 2 millones para Wealth Management”, nos cuenta el experto.
Educación financiera y cultura empresarial
Sobre la idiosincrasia del cliente vasco, Artola pone el foco en su educación, y en su apertura a nuevas tendencias: “El cliente del País Vasco, por norma general, tiene bastante cultura financiera. Además, suele estar muy cerca de sectores industriales y tiene en los genes el emprendimiento. Es un perfil de cliente que cumple con la implementación de nuestra estrategia “Bank for Entrepeneurs” al compartir la misma dirección estratégica entre banca de empresas y la gestión de patrimonios, dando servicio a la empresa y al empresario/a”, afirma.
“Históricamente el inversor clásico ha apostado por valores tradicionales, con alta rentabilidad por dividendo y siendo generalmente poco especulador. Actualmente, está aumentando la sensibilidad a incorporar en las carteras tradicionales una parte delegada en la que se incluyan sectores de crecimiento y tendencias de futuro”.
Sobre mercados privados, reconoce un interés creciente: “Personalmente creo que siempre han estado presentes en las carteras de los clientes. Cuando profundizas en la composición de sus patrimonios, aparte de su patrimonio financiero, líquido, prácticamente todos tienen su parte ilíquida, participaciones en empresas familiares, participaciones minoritarias en proyectos varios, inmuebles, etc. Independientemente de que siempre haya sido así, los clientes tienen cada vez más interés en delegar parte de su patrimonio líquido en soluciones de economía real no cotizada, de manera diversificada y de la mano de especialistas. Para esto Deutsche Bank es un socio preferente, ya que tiene acceso a la mejor información y mejores especialistas a nivel global”.
Sobre su interés por la sostenibilidad, es más cauto: “La mayor parte de los clientes perciben la sostenibilidad como algo positivo y que prefieren tener en sus carteras a no tenerlo, pero pocos lo sitúan como el elemento principal a la hora de diseñarlas. Es bueno tenerlo y los clientes esperan que velemos para que sus carteras tengan la mejor calificación posible pero siempre cumpliendo con sus objetivos financieros en primer lugar. Las entidades lo ofrecemos así como una evolución natural de nuestros modelos de gestión y asesoramiento, como una mejora con elementos de análisis y decisión adicional, más que como una idea temática en sí misma. Hoy las temáticas puras de sostenibilidad están más vinculadas a sectores de actividad concretos, como energía, agua o residuos, que a tener una nota alta ESG en un índice, cosa que también es una evolución natural y positiva, porque significa que el índice en sí mismo está evolucionando”.