La nueva fiscalidad de los planes de pensiones ha alejado a los ahorradores de este vehículo. La reducción del límite máximo de aportación a planes individuales impuesta en 2022 (desde 2.000 euros anuales a 1.500), ha supuesto una disminución del 32% de las aportaciones brutas anuales a los planes de pensiones individuales respecto a las producidas el año anterior, según los últimos datos publicados por Inverco. Esta nueva reducción del límite máximo se une a la de 2021 (de 8.000 a 2.000 euros anuales). El resultado de ambas limitaciones ha supuesto sólo en 2 años una disminución de 4.380 millones de euros en el ahorro para la jubilación de los españoles.
Según detalla José Manuel Jiménez, director de Desarrollo de Negocio en Santalucía, estas disminuciones de las aportaciones globales al sistema individual de planes de pensiones no han ido acompañadas de un incremento de las de los planes de empleo. “No parece lógico haber adelantado cambios restrictivos en el sistema individual sin haber desarrollado la legislación completa de planes de empleo, todavía pendiente de cambios reglamentarios y de diferentes desarrollos, por lo que, en general, el efecto ha sido negativo para la previsión social complementaria”, comenta.
Viendo el dinero que ha dejado de entrar en los planes de pensiones individuales y que no se ha trasladado a los planes de empleo: ¿qué alternativas le quedan al inversor? ¿Hacia donde ha canalizado sus ahorros?
Unit linked: un posible sustituto
Según explican desde Vida Ahorro y Pensiones de Caser, con el recorte de aportaciones a planes de pensiones y PPA (plan de previsión asegurado) lo que ha ocurrido es que las personas han tenido que modificar los importes de su ahorro de un producto a otro. “Así, para el objetivo final de la jubilación, además de los planes de pensiones individuales están los PIAS (plan individual de ahorro sistemático) y para objetivos más amplios se puede ahorrar en unit linked decidiendo el tipo de inversión que se quiere hacer. Son productos que siempre han existido y ahora lo que ocurre es que hay un trasvase de importes de unos a otros”, aclara Eva Valero, directora de Vida Ahorro y Pensiones de Caser.
Desde el grupo Santalucía, también consideran que los productos unit linked podrían recoger mejor, en general, las necesidades de acumulación de ahorro de sus clientes. “Disponemos de una amplia gama de productos, desde los que buscan una rentabilidad objetivo aprovechando la subida de tipos de interés de los últimos meses, para clientes más conservadores, hasta a los que invierten, a través de los fondos de Santalucía AM, un porcentaje en renta variable y se pueden aprovechar de la volatilidad existente en el mercado para crear una cartera rentable a medio y largo plazo”, detalla José Manuel Jiménez.
Desde Abante señalan que los clientes que venían realizando aportaciones máximas a planes de pensiones han seguido realizando las mismas, pero han destinado la diferencia (entre los 8.000 que podían aportar en el pasado y los 1.500 que pueden aportar ahora) a otros productos financieros como los fondos de inversión, “ya que son conscientes de que el ahorro únicamente a través de planes de pensiones no es suficiente para poder mantener el nivel de vida durante su jubilación”, apunta Paula Satrústegui, socia de Asesoramiento patrimonial en Abante.
El dinero no se ha invertido en planes de empleo
Uno de los objetivos de esta reforma en la fiscalidad, en la que se dotó de mayores límites a los planes de pensiones de empleo, era impulsar la inversión a través de estos vehículos. Sin embargo, según explica Valero: “La mayoría de personas que ahorraban en planes de pensiones han tenido que modificar los importes y derivarlos a otros productos. En general, a productos individuales (PIAS, Unit Linked, planes garantizados de prima periódica) y no a planes de empleo por la baja penetración que existe en el mercado español”. Satrústegui añade que a pesar de que la aportación máxima en caso de que haya planes de empleo es más elevada, no todas las empresas tienen este tipo de productos al alcance de sus empleados.
La experta insiste en que el ahorro individual y el colectivo debe ser complementario, no sustitutivo. “Entendemos que ambos tienen cabida y son importantes y no se debería haber penalizado a los planes de pensiones individuales frente a los planes de pensiones de empleo”. Adicionalmente, recuerda que las aportaciones a planes de pensiones de empleo ahora tienen más restricciones y además de que los empleados deben pertenecer a una empresa que tenga uno. “Las aportaciones propias sólo en determinados casos muy concretos pueden sobrepasar los importes que aportan sus empresas”, añade.
El problema, según Satrústegui, es que la aportación máxima anual que se puede destinar a estos productos hace que muy probablemente el ahorro que podamos acumular en planes de pensiones sea insuficiente para mantener el nivel de vida en el futuro. “Una correcta planificación financiera nos ayudará a determinar el ahorro que deberemos de generar para poder mantener el nivel de vida deseado y a ver en función de las circunstancias personales las inversiones más adecuadas para canalizarlo (fondos de inversión, inversiones alternativas…)”.
La importancia de la planificación
Desde Abante también insisten en la importancia de seguir aportando a planes de pensiones, pero complementando este ahorro con otras opciones de inversión. “Aunque en cada caso se han de estudiar las necesidades presentes y futuras para establecer la composición adecuada del patrimonio, consideramos que los fondos de inversión son un producto muy eficiente desde el punto de vista financiero (gestión profesionalizada, diversificación…) como desde el fiscal (diferimiento fiscal por la posibilidad de hacer traspasos y por no generar rentas hasta el momento de la venta…)”, apunta Satrústegui.
Valero también advierte de que siempre se debe realizar una planificación antes de decidir ahorrar en un producto u otro. “Analizar los objetivos de ahorro y el plazo de cada uno de ellos es primordial para poder ahorrar bien. Así, en función de las necesidades de cada persona tendrá que ahorrar diferentes importes en distintos productos”.
Jiménez aconseja, con la reducción de los límites de aportaciones que se han producido en los últimos años en los planes de pensiones individuales, ir creando una cartera para la jubilación basada en un mix entre planes de pensiones y seguros de ahorro para maximizar el efecto fiscal, tanto en el momento de las aportaciones (planes de pensiones) como en el de su cobro (planes de pensiones, PIAS, SIALP, rentas).