Los expertos de Aon consideran que para gestionar un plan de pensiones en un entorno tan excepcional como el actual es recomendable seguir los siguientes tres pasos: medir las necesidades de liquidez del sistema de previsión, revisar la cartera de inversión, para ajustar las ponderaciones al mandato estratégico, y reforzar la comunicación con los partícipes.
“En primer lugar, para determinar el porcentaje de liquidez tengo que atender al posible devenir de la estructura del colectivo de partícipes en el corto y medio plazo”, explica Ricardo Pulido, Head of Investments de Aon, a través de un webinar. Respecto al rebalanceo de carteras, Pulido señala que “mantenemos nuestra visión sobre los niveles centrales que hemos usado para el diseño de nuestra estrategia de inversión. Los movimientos en el mercado han modificado los pesos de esa asignación estratégica, ahora es el momento para volver a ese peso central”. Para Pulido, habría que haberlo hecho ya, pero “la buena noticia» es que continúa el periodo durante el cual podemos analizar cómo rebalancear la cartera.
Por último, la tercera acción que recomiendan los expertos es la de reforzar la comunicación con los partícipes. “Tenemos que comunicar al partícipe del sistema de ahorro en dos sentidos y con un solo objetivo. Darle información desde el propio sistema de ahorro-jubilación y darle información sobre el impacto que está teniendo y qué medidas se están realizando y analizando en el sistema”, añade. Para los expertos, el mensaje que se transmite desde el propio sistema de previsión social pone en valor que el promotor no solo está velando por las aportaciones, sino que también vela por el desarrollo y la evolución del propio sistema.
No olvidar que los objetivos son a largo plazo
Por su parte, Enrique Duarte Consultor, Investments, ha recordado que debemos partir de la idea de que hablamos de instrumentos diseñados para el largo plazo. “Lo más fundamental es que los sistemas de previsión tengan establecido un objetivo en el largo plazo, en términos de rentabilidad, de riesgo y de ratios de reemplazo, y en función de este objetivo tomar las decisiones tácticas”, aclara el experto. Para Duarte, en un entorno como el actual, las decisiones tácticas que se tomen deben ir encaminadas a la preservación de la cartera estratégica que se ha establecido, respetando al mandato de inversión que se ha definido para alcanzar el objetivo a largo plazo. “Debemos fijar un objetivo y a partir de ahí un mandato de inversión con una cartera estratégica en el largo plazo”, apunta.
“No es momento de diversificar si tu cartera no lo estaba”
A la hora de ajustar la cartera, Duarte considera que antes hay que analizar la situación económica que atraviesan los promotores de los sistemas de previsión, la elevada volatilidad diaria y las necesidades de liquidez.
Asimismo, desde Aon admiten que, actualmente, no son compradores mayoristas de riesgo. “Con la situación actual no vemos conveniente sobreponderar las carteras de renta variable aumentando los niveles de riesgo”, aclara Duarte. En cuanto a la diversificación, su visión es que para esta clase de instrumentos lo ideal es tener una cartera diversificada, con activos descorrelacionados y con mercados globales que mitiguen los riesgos que vivimos actualmente.
Sin embargo, en el momento en el que nos encontramos, no recomiendan diversificar la cartera. “Aquella cartera que estaba diversificada habrá pasado mejor este periodo de mercado y estará preparada para lo siguiente, pero para las que no lo estaban no es el momento de realizarla, debido a que podrían aflorar minusvalías y a los elevados costes transaccionales. Cambiar ahora la cartera para diversificarla no es un movimiento coherente”, opinan desde Aon.
Asimismo, recomiendan elevar la cautela en renta fija. “Principalmente en deuda gubernamental, por el hecho de que se están endeudando mucho, y deuda corporativa, por la situación que viven las empresas”.
En cuanto a oportunidades de inversión, Duarte señala que “en la categoría de renta fija marcamos un ratio alto de cobertura y recomendamos infraponderar duraciones de la cartera como una medida de cobertura y una posibilidad de aprovechar oportunidades durante el proceso de salida de la pandemia. Pero hay que tener en cuenta factores determinantes como la iliquidez de los mercados y que los precios están desproporcionados. Es cierto que las últimas semanas se ha modificado ligeramente, pero sigue existiendo esa iliquidez”, recuerdan.
Para los expertos de Aon, la volatilidad también da pie a que existan oportunidades para aquellas carteras con objetivos claros, bien diversificadas y que poseen liquidez. “Son oportunidades que hay que analizar de forma gradual para ir mitigando costes de operaciones y temas de volatilidad”, apuntan. “Este proceso, tanto analizando la situación que tenga el sistema de previsión como viendo el mandato de inversión, consideramos que hay dos categorías de activos que pueden dar oportunidades en la situación actual: la inversión de crédito y en renta variable. En crédito, lo vemos por la parte de alta calidad crediticia, por la renta variable no somos compradores de riesgo, pero lo vemos como una oportunidad para ir analizando poco a poco aquellos sectores en los que se pueda entrar y descorrelacionen nuestra cartera”, concluyen.