La situación del sistema de pensiones español fue el tema principal de una de las mesas redondas del XIV Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por APD, Deloitte e Inverco. Eso sí, las pensiones también tuvieron protagonismo en los discursos institucionales del arranque del evento. En este sentido, Alberto Torija, socio responsable del Área de Investment Management en Deloitte, afirmó que en pensiones “tenemos los tres pilares, el segundo y tercero plenamente desarrollados, y todos son fundamentales y complementarios”, pero también puntualizó que “necesitamos que todos ellos se desarrollen adecuadamente” y que para ello, se pongan en marcha “los incentivos necesarios”.
Por su parte, Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, recordó que varios informes ponen de manifiesto la vulnerabilidad para afrontar los retos que las pensiones tienen ante sí y citó el Ageing Report, “que dice que España necesitará 3,5 puntos adicionales del PIB para financiar prestaciones públicas en las próximas dos décadas, frente a solo 0,4 puntos de los países de UE”. En este punto, Martínez-Aldama sentenció que estamos ante “un cuello de botella a resolver”. Para conseguirlo, el presidente de Inverco aseguró que es necesario fortalecer el sistema de tres pilares de pensiones, “algo que está haciendo muy bien la autoridad europea EIOPA: no podemos confiar el reto demográfico y la longevidad a un solo pilar y tenemos que desarrollar el segundo y tercer pilar”. Respecto a este último, lamentó que esté “parcialmente desmontado”, mientras que sobre el segundo, apuntó que “no termina de arrancar: ha recuperado algunos incentivos y estímulo fiscal pero son necesarios otros estímulos”.
Para Petra Hielkema, presidenta de EIOPA -Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación- “existe un gap en pensiones en Europa y superarlo es la prioridad de EIOPA”. En este punto, recordó que actualmente “hay tres trabajadores por cada jubilado, pero en 30 años serán 1,5”. Hielkema afirmó que “si miramos los sistemas de éxito de jubilación, los países nórdicos están arriba: tienen tres pilares” y citó ventajas de los países con tres pilares: “Poseen buenos datos sobre jubilación: la contribución al PIB de la silver economy es mayor en países con los tres pilares; el gasto de los jóvenes también es mayor por la confianza en el sistema de jubilación; la educación financiera es parte de la cultura y mejora cuando tienes todo el conjunto del sistema”.
Recomponer el segundo y el tercer pilar
En la mesa redonda sobre pensiones, seis gestoras ofrecieron su análisis sobre los tres años desde la reforma de las pensiones, con la ya conocida rebaja a los límites de aportaciones a 1.500 euros: la conclusión principal fue que son necesarios nuevos cambios de manera rápida para recomponer el segundo y el tercer pilar.
José Manuel Jiménez Rodríguez, director de Desarrollo de Negocio de Santalucía Servicios Compartidos, explicó que las aportaciones decrecientes se han producido estos últimos años “con el mismo tope de aportaciones”, por lo que le da la impresión de que el sector está “estigmatizado, con un ruido mediático negativo”, además de que “el tercer pilar está de alguna forma paralizado”. En este punto, es partidario de fijar un objetivo claro de complementariedad de los planes de pensiones: “Trabajar en una complementariedad del 20% se puede conseguir con unas aportaciones del 6% durante 37 años. Ese objetivo debemos tenerlo claro. Crecemos en partícipes, pero debemos tener un objetivo para que las pensiones complementarias sean dignas, pero, sobre todo, sean realmente complementarias a la Seguridad Social”, apuntó.
Para David Angulo, presidente de Dunas Capital, los efectos de la reforma del sistema de pensiones han sido un “desastre”. Y dio datos para refrendar su afirmación: las deducciones se redujeron un 85% y las aportaciones se han reducido de forma similar en el último año. Pero las aportaciones a los planes de empleo se han reducido un 50%. Así “si el objetivo que se buscaba era que se produjera un crecimiento importante en el pilar 3, se ha conseguido exactamente lo contrario”. Tras recordar que se ha apostado por el pilar 1, “que tiene problemas estructurales”, afirmó que “la realidad es que no está funcionando” y que “no es sostenible”, para concluir que el panorama es “complicado”.
Por su parte, Juan José Cotorruelo, director de Vida y Pensiones de Caser, sí valoró puntos positivos en la parte de autónomos, y, aunque reconoció que “las negociaciones llevan su tiempo”, sí cree que “hay recorrido”. Eso sí, lamentó que el timing ha sido “desubicado”, así como las diferencias territoriales: “Yo soy vasco y puedo hacer aportaciones a la PSPV por 5.000 euros, pero si resido en Galicia o Madrid tengo que limitarme a 1.500 euros”.
Gonzalo Recarte, director general de Cobas Asset Management, también ve aspectos esperanzadores en los planes de autónomos, pues cree que este segmento “tiende a ser super positivo”, con 20.000 millones potenciales. También destacó que es “un colectivo en el que históricamente el ahorro provisional ha hecho mucho hincapié: hubo un momento en España en el que un 40% de los autónomos contaba con un plan de pensiones individual”, por lo que quiere “ver el vaso medio lleno”.
Recarte, además, admitió que en Cobas están cambiando el foco: teniendo en cuenta que la parte funcional, “que es las desgravaciones, se la han cargado”, han virado hacia el componente “emocional y social”, que están potenciando. Como riesgo, está el nuevo sistema de cotizaciones para los autónomos, que se implanta ahora en 2025. “Entiendo que no va a impactar, pero la renta disponible se va a ver afectada”, aseguró.
Evaluaciones de la reforma
También hubo opiniones sobre la evaluación que tendrá que realizar la AIReF de esta reforma. Las gestoras apuntaron medidas para mejorar el sistema de pensiones. Así, Javier Escribano, director general de March AM, cree que es necesaria una reforma “sí o sí” y para llevarlas a cabo pone de base las 15 medidas de Inverco, que califica de “interesantes”. Así, propone, en primer lugar, “la promoción institucional, que enlaza con la educación financiera, porque hay un déficit cultural importante y no se está generando la preocupación que tenemos desde la industria”. Segundo, incluir en el Estatuto de los Trabajadores la necesidad de negociación. Y, en tercer lugar, “algo tan sencillo como el envío de las estimaciones de cobro de pensiones”.
Para Enrique Sánchez del Villar, presidente de Renta 4 Gestora, la última reforma “es ambiciosa”, lo que supone “una buena noticia”, y aseguró que “tendremos una buena oportunidad cuando la AIReF la revise”. De hecho, consideró como “una buena noticia” que cada tres años se revise para incluir nuevas medidas de corrección. Sin embargo, admitió que la industria, con esta reforma, afronta “una carrera de largo plazo” y recordó que “los inicios siempre son complicados”.
Eso sí, lamentó que “los planes individuales se descuelguen completamente” en el actual sistema de pensiones, “justo cuando se está buscando una transición con una mayor cobertura con ese tercer pilar”, lo cual consideró “arriesgado”. Escribano citó dos tipos de incentivos. Uno de ellos buscaría un impulso rápido, de tal manera “que no se prolongue el periodo transitorio” y para ello sería necesario “no dejar descolgado el sistema individual” e implantar, por tanto, “límites de aportación que permitan que no se esté desaguando”. También tendría un impacto inmediato “la posibilidad de abrir un plan de empleo individual para después hacer el traspaso a un plan de empleo manteniendo las condiciones”.
Otras medidas permanentes, según Escribano, sería incorporar otros colectivos a este ahorro a largo plazo, como los jóvenes o las personas con menos rentas “aplicando multiplicadores”, entre otras propuestas.
Recarte también quiso dar algunas recetas, entre ellas, le parece “fundamental” que haya una campaña institucional, “sobre todo, de concienciación desde el sector, el gobierno, etcétera”. También propone la “obligatoriedad de ofrecer”. Aquí, explica que “a veces asistimos a empresas que hacen un plan de aportaciones a directivos, y están obligados a ofrecerlo a todos los empleados. Si las empresas están obligadas a tener proveedores y que los trabajadores elijan, creo que sería fácil que los empleados aporten” a planes de pensiones.
Rentabilidades y deseado trasvase a renta variable
En la mesa redonda hubo un buen tono con respecto a las rentabilidades obtenidas en los planes de pensiones este año. Recarte señaló que no existe un sector que tenga que estar más orientada a la renta variable que los planes de pensiones. Aquí estamos un paso por detrás de otros países anglosajones, en los que el volumen de activos bajo gestión en los tres pilares son mayores en renta variable. Las cifras son claras: en España la renta variable, incluyendo los fondos mixtos, debe rondar el 35%-40% cuando en Estados Unidos alcanza el 65%-70% y en Reino Unido 50%-55%. “Se ha avanzado, pero daríamos un paso muy grande si se hace ese trasvase hacia la renta variable”, concluyó.
Sánchez del Villar admite que las rentabilidades han sido buenas, pero también, que “hay que mirar al largo plazo” e insistió en que nos encontramos “en una situación más normalizada”. Aquí, se refirió como “situación perversa” la etapa de tipos de interés negativos por la “imposibilidad de tomar decisiones de inversión”. También señaló “la fuerte dispersión de rentabilidad que hay en los fondos”. También observa que se cumple el trasvase de ciclo de vida, ya que el 75% de los beneficiarios está en fondos conservadores, “lo que es relevante a la hora de analizar las rentabilidades”.
Mientras, Jiménez Rodríguez apuntó que para batir la barrera que supone el alto porcentaje de inversión en productos de renta fija “son buenos los ciclos de vida” ya que el partícipe “deja que el profesional maneje la renta variable sin que aparezca como tal, es un miedo que se quita”.