A pesar de existir un consenso en la comunidad del asesoramiento financiero sobre el hecho de que el ahorro para la jubilación debería estar por encima de pagar la educación universitaria de un hijo, casi la mitad de los estadounidenses no están de acuerdo. Según una reciente encuesta realizada por RBC Wealth Management en Estados Unidos, el 49% da mayor importancia a ayudar a sus hijos a pagar su educación que a ahorrar para su propia jubilación.
“Mientras el coste de la educación universitaria sigue creciendo en Estados Unidos, como cabría esperar, los padres quieren ayudar a sus hijos a superar esta etapa sin acumular una montaña de deudas”, comenta John Taft, CEO de RBC Wealth Management en Estados Unidos. “Pero con una diferencia cada vez mayor entre la cantidad que los estadounidenses han ahorrado y la cantidad necesaria para poder retirarse cómodamente, aconsejamos que la gente sitúe la financiación de su propia jubilación como una prioridad. No hay un sistema de becas, subvenciones o préstamos garantizados por el gobierno federal para apoyar a los jubilados cuando éstos salen de la fuerza laboral”, explica.
La generación de los Millennials (con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años) son los más proclives a dar prioridad a la financiación de la educación de sus hijos, por encima de su propia jubilación. De hecho, el 60% de los estadounidenses en esa horquilla de años dijo que estar ahorrando para la educación de sus hijos era más importante para ellos, comparado con un el 43% de la generación “X” (edades de 35 a 54), y sólo un 28% de la generación de los “Baby Boomers” (edades de 55 en adelante).
“Estos resultados también reflejan diferencias en filosofía y prácticas entre las distintas generaciones”, comenta Malia Haskins, del equipo de estrategias patrimoniales de RBC Wealth Management en Estados Unidos. “Para los Millennials, la jubilación está mucho más lejos en el tiempo que llevar a los hijos a la universidad, por lo que tiene sentido que sitúen la jubilación en un segundo plano. Los “Baby Boomers” suelen pensar que sus hijos estarán más motivados y se involucrarán más si deben pagar por la educación universitaria. La generación “X” se encuentra en el punto medio. Les gustaría pagar la mayoría o la totalidad de los costes universitarios de sus hijos, pero también se acercan a la jubilación y les gustaría equilibrar las dos metas”.
Mientras que el ahorro para la jubilación debe ser una prioridad, si se planea y se establecen metas realistas, debería ser posible para las familias alcanzar ambos objetivos, según apunta Haskins. La planificación es especialmente crítica para las familias con ingresos menores a 50.000 dólares, donde es más probable que se dediquen los ahorros a la educación de los hijos, por delante de sus propias necesidades de retiro.
“En ocasiones, las familias encuentran que pueden financiar su jubilación y pueden contribuir a la educación de sus hijos”, comenta Haskins. “Mirando hacia el futuro, es posible conseguir una sensación general de si las metas son realistas”.
La empresa Ipsos fue la encargada de llevar a cabo la encuesta, a petición de RBC, desde el 6 al 9 de octubre de 2015. Para la encuesta se utilizó una muestra de 2.009 estadounidenses, de los cuales 569 eran padres de familia, conviviendo con los niños en el hogar. Las entrevistas fueron realizadas a través del panel de encuestas en línea de Ipsos, que utiliza un intervalo de credibilidad bayesiano. En este caso, los resultados se consideran con una precisión de ±4,7%, 19 veces de cada 20, de lo que hubiera sido si se hubiera encuestado a todos los padres de familia estadounidenses.