La crisis actual del COVID-19 y su consiguiente impacto económico y de mercado suponen el primer desafío serio para la nueva generación de gente que invierte en la jubilación y que ha comenzado a ver cómo caen sus inversiones. Tomar una decisión de inversión incorrecta en estos momentos, podría suponer un impacto en la vida y el bienestar de los inversores durante sus años de jubilación. Sin embargo, si los inversores vuelven a centrarse en sus objetivos de jubilación y mantienen una visión a largo plazo, deberían poder sortear las dificultades actuales sin sufrir daños importantes a largo plazo.
Uno de los puntos más importantes que hay que tener en cuenta al invertir en la jubilación es que cada persona es diferente, con necesidades económicas únicas, diferentes fuentes de ingresos, diferentes pensiones y objetivos completamente personales para su futuro como jubilado. Cualquier lista de posibles acciones para ayudar a los que invierten en su jubilación tiene que tener esto en cuenta. En cualquier caso, puede que merezca la pena considerar las siguientes ideas de acuerdo con las circunstancias personales de cada inversor:
1. Mantener la perspectiva a largo plazo. Todos los inversores deben mantener en mente sus objetivos de inversión a largo plazo, y por tanto actuar en consecuencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cualquier cambio drástico en nuestra posición como inversor en el entorno actual puede resultar costoso. Quizá sea preferible hacer las cosas gradualmente, o esperar a que haya más estabilidad. La liquidez de los mercados puede ser baja en este entorno, lo que hace que las transacciones puedan resultar más caras. También es fácil dejarse influir excesivamente por el sentimiento del mercado, lo que hace que tomar decisiones con consecuencias a largo plazo sea especialmente difícil en momentos como este.
2. Diversificar las inversiones. La diversificación es un principio antiguo, pero la reciente volatilidad del mercado subraya su importancia. No importa lo confiados que estemos al elegir los sectores con mejor rendimiento: invariablemente, es mejor tener un abanico de exposición de inversiones en varios tipos de activos adecuados a nuestros objetivos. Esto es particularmente cierto cuando un cambio de estrategia puede suponer pérdidas.
3. Revisar las opciones de generación de rentas. Una vez que pase la crisis actual del COVID-19 y la volatilidad del mercado se haya normalizado, podría aprovechar para revisar su cartera. Hay que tener en cuenta que los niveles de rentas esperados de la cartera para el futuro pueden haber cambiado: por ejemplo, el rendimiento de los bonos puede haber fluctuado (en cualquier dirección, dependiendo de la calificación crediticia), mientras que los futuros dividendos de acciones pueden verse reducidos, al menos temporalmente, incluso si el rendimiento histórico de las acciones ha aumentado.
4. Considere hacer cambios en las cantidades desembolsadas. Los inversores que ya están retirando dinero de su fondo de inversión podrían pensar en reducir o detener estos desembolsos mientras los mercados estén a la baja. Si se tienen otras fuentes de ingresos durante la jubilación, tales como un plan de pensiones definido, se estaría en una mejor posición para esto. Debe revisar los planes de gasto para este año: si unas vacaciones o cualquier otro gasto importante no van a ocurrir en un futuro cercano a causa del COVID-19, quizá el margen de ajuste de los desembolsos sea mayor de lo esperado. Debe recordar que retirar fondos de una inversión ya deprimida reduce el potencial de recuperación de su cartera.
5. Mantener la disciplina de inversión. Si no está jubilado, sino que aún trabaja e invierte con vistas a la jubilación, debería continuar haciéndolo. Con el tiempo, los mercados siempre se han recuperado en el pasado, y también tienen el potencial de hacerlo después de esta crisis. Con los mercados a la baja, las contribuciones habituales a la inversión adquirirán más acciones o bonos, así que sería aconsejable no suspender las contribuciones a no ser que sea realmente necesario. Alterar las contribuciones en respuesta a la volatilidad a corto plazo del mercado supone el riesgo de no aprovechar el potencial de crecimiento a largo plazo.