En los últimos años, la atención prestada a la sostenibilidad ha aumentado de forma considerable tanto en el sector de la inversión como en el mundo corporativo, y ello resulta especialmente cierto en el caso de los inversores.
En la gestora MFS consideran que el comportamiento inmediato de las empresas, parcialmente alentado por los inversores con un enfoque a corto plazo, “está creando, o al menos agravando, las tensiones sociales o medioambientales que amenazan con dañar el propio sistema en el que operan”.
Desde la firma han hecho un ejercicio de reflexión: ¿cuál es la mejor forma de desempeñar un papel a la hora de gestionar los riesgos relacionados con la sostenibilidad? La respuesta, a continuación.
¿Es la exclusión la respuesta?
Los expertos comienzan argumentando que construir una cartera compuesta únicamente por empresas “buenas” con sólidas credenciales ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) y que excluya cualquier otro tipo de empresa constituye una manera adecuada de generar rentabilidades de inversión. “Parece cobrar sentido que las empresas que abordan las necesidades sociales y medioambientales reales deban, en igualdad de condiciones, tener mejores oportunidades a largo plazo que aquellas que provocan daños a las personas o al planeta”, comentan. Dicho esto, desde la firma añaden que “no obstante, la igualdad de condiciones ha de ser total”.
Así, animan a los inversores a plantearse las siguientes preguntas: “¿Qué sucede si una empresa que se dedica a “hacer el bien” se muestra incapaz de lograr un crecimiento duradero de los beneficios porque carece de una ventaja competitiva perdurable?”. Y también: “Incluso si una empresa tiene una ventaja competitiva duradera; ¿qué sucede si usted invierte en ella cuando presenta una valoración tan elevada que cabe presumir que las rentabilidades resultarán decepcionantes?”.
En este tipo de situaciones, desde MFS consideran que “la exclusión difícilmente se revelará como un enfoque de inversión acertado”. En este contexto, piensan que aplicar criterios de exclusión “supone renunciar a la responsabilidad, en lugar de ejercerla”. Bajo su punto de vista, esto obedece a que “la exclusión de empresas en los mercados cotizados traslada los problemas a otros inversores, en lugar de buscar el ejercicio de una influencia positiva en las compañías que mantenemos en cartera”.
Ante esta situación, en MFS piensan que los inversores conscientes de la sostenibilidad deberían implicarse como factores de cambio: “Deberían participar de forma proactiva como gestores responsables del capital y utilizar el poder de los mercados de capital como el punto de apalancamiento del que pueden servirse para mover el mundo”.
“Tenemos que conocer nuestros límites: no debemos autoengañarnos con que entendemos a nuestras empresas mejor que las personas que las dirigen. Sin embargo, en calidad de inversores a largo plazo, debemos dejar claro cuáles son nuestras prioridades”, continúan desde la gestora.
Así, expresan tres criterios que tienen en cuenta para invertir en una compañía: en primer lugar, “que las empresas se gestionasen para crear valor a largo plazo, no para maximizar beneficios a corto plazo”; en segundo lugar, consideran que “unos equipos directivos competentes prestarán generalmente la debida atención a factores sociales y medioambientales que podrían conllevar un coste financiero importante en algún momento futuro”. Y finalmente, para los casos en que la participación activa no dé resultados, manifiestan su intención de efectuar “nuestra facultad de voto para imponer la cuestión”.
La participación activa y la delegación de voto están pensados para funcionar en conjunto. Pero, a diferencia de la participación activa por sí sola, la delegación de voto “puede tanto ofrecer una imagen cuantificable del ánimo de los inversores como forzar la aprobación de acuerdos vinculantes a empresas que no cooperen con los inversores”, constatan los expertos. Esto explica el hecho de que, aunque muchos inversores activistas actúen con contundencia en sus estrategias de participación activa, en realidad el auge de las organizaciones colectivas se ha debido a algunas de las mayores gestoras de activos y propietarios de activos. “La participación activa colectiva ofrece a accionistas grandes y pequeños una voz potente para comunicarse y un foro para influir en el cambio”, opinan en MFS.
El punto de vista de la firma es que “el trabajo conjunto mejora la eficiencia del proceso de participación activa y alienta el diálogo productivo sobre los asuntos en cuestión”. “En general, consideramos que la participación activa colectiva puede dar lugar a interacciones más eficaces y razonables que pueden impulsar el cambio en la economía real”, añaden.
Preguntas clave para que los titulares de activos formulen a sus gestores de inversión
En MFS tienen presente que la meta común de la mayoría de los inversores sigue siendo tratar de generar rentabilidades ajustadas al riesgo sólidas y duraderas y, como gestores, son conscientes de que es su obligación y deber fiduciario “comportarnos como propietarios a largo plazo al invertir los activos de nuestros clientes”. Dicho esto, creen que “las políticas excluyentes limitan nuestra eficacia y no nos ayudan a alcanzar este objetivo para nuestros clientes”. En cambio, manifiestan que “unas prácticas consideradas de participación activa y delegación de voto son cruciales para promover una creación de valor y un crecimiento económico a largo plazo”.
Así, aportan a continuación una lista de preguntas clave que los inversores pueden plantear a los gestores al cargo de sus activos:
- ¿Cómo aborda la sostenibilidad?
- ¿Forma parte de su proceso de inversión o constituye un producto separado?
- ¿Cómo determina si una cuestión es relevante o no?
- ¿Excluye compañías o sectores en función de preocupaciones en materia de sostenibilidad?
- ¿Qué miembros de su equipo de inversión se responsabilizan del análisis de los factores ASG?
- ¿Interactúa con las compañías para comprender su visión sobre los riesgos y las oportunidades ASG?
- ¿Ejerce la responsabilidad del voto delegado a nivel interno o la externaliza a terceros?
- ¿Qué información y parámetros proporciona para acreditar sus actividades de administración responsable?
Para conocer más sobre las prácticas de inversión sostenible en MFS, en la firma han habilitado una página web temática en la que está disponible para consulta su último informe anual de inversión sostenible.
Las opiniones expresadas en este informe pertenecen a MFS y pueden variar en cualquier momento. Estas opiniones no deben interpretarse como asesoramiento de inversión, recomendaciones sobre títulos-valores ni como indicación de intención de negociación. Tengan en cuenta que un enfoque de inversión sostenible no garantiza unos resultados positivos y que todas las inversiones, incluidas las que integran factores ASG en el proceso de inversión, conllevan un cierto nivel de riesgo, lo que incluye la posible pérdida del importe principal invertido.