La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) recuerda en su documento “The EU Must Adopt a New Deal to Mobilize EU Savings” que, según la Comisión Europea, se necesita invertir más de 600.000 millones de euros anuales para lograr una transición verde exitosa y otros tantos millones de fondos para apoyar la transición digital. A la luz de esta realidad, desde Efama reclaman que se creen las condiciones de inversión necesarias para enfrentar estos desafíos.
Ahora bien, ¿en qué consistirían esas medidas para crear esas «condiciones de inversión necesarias»? Según Bernard Delbecque, director senior de Efama, «se requiere un cambio decisivo en las políticas de la UE, particularmente en las políticas de competencia e industriales, para mejorar las oportunidades de inversión, impulsar la valoración de las empresas con sede en Europa en los índices bursátiles globales e incrementar las inversiones de los propietarios de activos hacia las empresas de la UE. Una vez que los propietarios de activos vean perspectivas más prometedoras en la UE, aumentarán sus inversiones en la región, apoyando así la financiación de las transiciones verde y digital».
Según el informe elaborado por Efama, para desbloquear la inversión privada y financiar las necesidades de capital de la UE, es crucial aprovechar el potencial del Mercado Único y desarrollar una Unión de Mercados de Capitales (UMC) efectiva que ofrezca más oportunidades y mejores resultados para las empresas y ahorradores de Europa. Además, es imperativo reorientar la Estrategia de Inversiones Minoristas de la Comisión Europea para alentar a los ciudadanos de la UE a invertir más en instrumentos de mercado de capitales y promover el ahorro para la jubilación, con el fin de aumentar el fondo de ahorros disponible para apoyar las ambiciones de la UE.
El impacto en los fondos UCITS
Para Efama abordar estos retos es urgente, ya que, según demuestra su informe, esta situación está teniendo un impacto en la creciente asignación de activos de UCITS a acciones estadounidenses y atribuye esta tendencia al mejor desempeño de los mercados bursátiles de EE.UU.. «A finales de 2023, el 44,6% de la cartera de UCITS de renta variable estaba invertida en activos estadounidenses, en comparación con el 19.2% en 2012. La alta exposición de los UCITS de renta variable a activos extranjeros es específica de Europa, según el estudio. En 2023, los fondos de renta variable domiciliados en la UE y el Reino Unido tenían el 27% y el 29% de sus carteras invertidas en acciones locales, respectivamente, en comparación con el 78% y el 84% de los fondos de renta variable en EE. UU. y la región de Asia-Pacífico», argumenta el informe.
El documento señala que hay varios factores pueden explicar el menor sesgo doméstico entre los inversores europeos, como por ejemplo: los beneficios de las inversiones transfronterizas, el papel de los asesores financieros, el desarrollo de plataformas de fondos que facilitan inversiones en fondos que siguen índices globales, el tamaño relativamente pequeño de los mercados bursátiles de la UE y el entusiasmo por las principales empresas tecnológicas estadounidenses.
«El fuerte rendimiento de los mercados estadounidenses, que llevó a un aumento en la asignación de activos de renta variable a acciones estadounidenses, refleja una combinación de factores y políticas, incluida un crecimiento robusto de la población, mayor gasto en investigación y desarrollo, estímulos fiscales sustanciales y precios de energía más bajos», argumenta el informe.
Cuestión de competitividad
La principal conclusión que sostiene Efama es que para competir de manera efectiva en el escenario global y fomentar la aparición de líderes industriales con sede en Europa, la UE debe embarcarse en un camino transformador para impulsar su crecimiento económico, mejorar las oportunidades de inversión, generar mayores rendimientos de inversión y aumentar la capitalización de mercado de las empresas europeas. En su opinión, estas son condiciones necesarias para atraer más capital de inversión a la UE y asegurar que las empresas europeas accedan a financiamiento durante todo su desarrollo.
«Esto, a su vez, puede iniciar un círculo virtuoso en el que un mayor crecimiento económico refuerce la confianza de los propietarios de activos en la economía de la UE, fortaleciendo así la capacidad de los gestores de activos para proporcionar una fuente crítica de financiación estable y a largo plazo para los gobiernos, las empresas y los proyectos de infraestructura europeos», concluyen desde Efama.