Este mes es la sequía que sufre California la que da la excusa a Bill Gross para explicar en su columna mensual que la liquidez en el mercado es como el agua en el soleado estado. Si falta, el sistema no funciona.
“Hablando de liquidez (monetaria o acuática), ya sea en el excedente de mi ducha en Laguna Beach, o un déficit extremo en el estado de California, las preocupaciones actuales en los mercados financieros se centran en la falta de liquidez y el efecto que podrían tener en los precios de mercado de cara al futuro. Entre 2008 y 2009, los mercados experimentaron una implosión de liquidez, debido a que los inversores apalancados se vieron obligados a desapalancar. En última instancia esto amenazó incluso las inversiones más líquidas y más seguras. Varios fondos del mercado monetario parecían perder valor cada minuto, lo que a su vez amenazó el mercado de repos, el núcleo central de nuestra economía basada en las finanzas”, explica el gurú de la renta fija en su columna mensual.
En respuesta a esta debilidad, la Reserva Federal y otros bancos centrales impusieron líneas de provisiones de liquidez de emergencia. De hecho, explica Gross, se convirtieron en los compradores de último recurso. Recientemente, sin embargo, la legislación del Congreso relacionada con el «too big to fail» y distintas sentencias judiciales federales a favor de AIG han arrojado dudas sobre si los bancos centrales y los gobiernos pueden ejercer acciones similares en el futuro para estabilizar precios.
Como resultado, los reguladores están procediendo a imponer mandatos que siguen la regla de «más vale prevenir que curar» y están endureciendo las normas del capital bancario, restringiendo el tamaño del mercado potencialmente volátil de repo de 4 a 2 billones de dólares. Además, están tratando de determinar qué instituciones financieras son de «importancia estratégica», una forma de decir que son «lo suficientemente grandes como para amenazar la estabilidad del mercado de activos», explica Gross. Algo que podría conducir a la imposición de test de estrés en aseguradoras, hedge funds y firmas de asset management.
“No sólo los grandes bancos, sino varias compañías de seguros y asset managers, incluyendo PIMCO, están siendo objeto de estudio. Estas empresas individuales que incluyen Prudential, MET, BlackRock, y al menos unas cuantas más han respondido como se podría esperar. «No hay problema», dicen. Los mercados son un poco menos líquidos, pero la experiencia reciente demostraría que, al menos en PIMCO, la liquidez no se vio comprometida tras mi marcha”, escribe en su blog en Janus Capital.
“Bueno en primer lugar permítanme decir que PIMCO no es el mejor ejemplo para demostrar el grado de liquidez de los fondos, ETFs o de los fondos indexados”. El hecho es que los derivados, desde el punto de vista sistémico, representan un incremento del apalancamiento y por lo tanto un mayor riesgo. Los posibles problemas de falta de liquidez podrían llegar de ese lado en los próximos meses y años, estima Gross.
Para él, los fondos de inversión, los fondos de cobertura, y ETFs, son parte del «sistema bancario en la sombra», donde estos «bancos» modernos no están obligados a mantener reservas o niveles de liquidez de emergencia. Puesto que, en efecto, ellos son ahora el mercado, una avalancha de liquidez por parte de los inversores, ya sean ahorradores individuales o fondos de pensiones y aseguradoras, encontraría que el «mercado» se está vendiendo a sí mismo, lo que sería un peligro si se tiene en cuenta que la Reserva Federal tiene limitada su posibilidad de proveer asistencia en estos casos, alerta el ex-CEO de PIMCO.
Si bien la legislación Dodd Frank ha hecho que los bancos comerciales tengan menos riesgo, este, en realidad, se ha transferido a otras partes del sistema. Con el volumen de trading del mercado de bonos investment grade disminuyendo un 35%, y un 55% en el mercado high yield desde el año 2005, los reguladores financieros tienen amplios motivos para preguntarse si deberían vigilar más de cerca las estructuras modernas de inversión, que están ligeramente menos reguladas y son menos líquidas que los bancos tradicionales. Por lo tanto, las discusiones actuales sobre la designación SIFI (por sus siglas en inglés) – «Instituciones Financieras Estratégicamente Importantes» ha desencadenado un amplio debate.
“Por ahora, los reguladores y las grandes firmas de asset management se ven al menos como incapaces de responder a posible flujos de salidas de capital. Justo la semana pasada, Gary Cohn de Goldman Sachs sugería, inteligentemente, que la liquidez siempre está disponible “a un precio”. Mientras los private equity y los hedge funds han sabido construir escapatorias en el caso de que se produzcan salidas masivas de capital, los fondos y los ETF no disponen de un mecanismo así«, alerta Gross.