La coyuntura de los mercados no solo tiene efectos en la composición de las carteras, sino también en la forma en la que los profesionales de la inversión se relacionan con los clientes. Ambos aspectos se trataron en profundidad en el panel «Dirigir la gestión de activos: el arte de la interpretación de los mercados», dentro del evento Madrid Investor Networking Day, MIND.
En esta mesa redonda, moderada por Cecilia Prieto, responsable de Contenido Patrocinado de Funds Society, el CEO de Santander AM España, Nicolás Barquero, recordó que la geopolítica «da volatilidad» a los mercados y que, en un contexto de tipos de interés a la baja, inflación en desaceleración y crecimiento moderado, la mejor forma de esquivar los efectos de la volatilidad derivada de la geopolítica es «globalizar, globalizar y globalizar».
Por su parte, Jaime Lázaro, Head Asset Management & Global Wealth de BBVA AM, coincidió con este análisis de Barquero, aunque añadió que el posicionamiento de diversificación sólo necesita ajustes en función de la evolución de los acontecimientos. «Somos positivos en activos de riesgo», aseguró, puesto que el escenario de bajadas de tipos previsto son favorables para la renta variable, pero también para la renta fija.
Para Ana Martín de Santa Olalla, directora general de CaixaBank AM, ve la volatilidad que traerá la geopolítica «con un fondo positivo» desde el punto de vista económico. Eso sí, es consciente de que los mercados exigirán a Europa «algo más que bajadas de tipos de interés», y que China solvente sus problemas de crecimiento. «En 2024 hubo mucho ruido político y mira dónde estamos», aseguró la experta, haciendo referencia al buen comportamiento este año de los mercados. Eso sí, aboga por una distribución de activos «sin un claro ganador» y una gestión activa de los mismos.
De ahorrador a inversor
La coyuntura de los mercados también supone un reto para el negocio de las firmas. En este sentido, Martín de Santa Olalla ve necesario en 2025 «satisfacer las necesidades del cliente, aún más» y ve necesario en este contexto de tipos de interés a la baja acompañar al cliente en un proceso desde un perfil ahorrador actual al de inversor, a través de la gestión discrecional. «En 2025 van a vencer letras, bonos, etcétera, lo que supone oportunidades», asegura.
Barquero concordó con Martín de Santa Olalla en que la variable clave es el paso del cliente de ahorrador a inversor es «clave» y aclaró que, para lograrlo, «hay que acompañarles». El experto apuntó que el 19% del patrimonio está en fondos de renta variable y que ahí existe un reto que afrontar.
Lázaro tiró de experiencia internacional para asegurar que, pese a que el perfil del inversor latinoamericano pueda parecer menos conservador que el español, «al final gran parte de los inversores tienen un perfil similar». También detalló que en Turquía hay más inclinación por los mercados privados o el inmobiliario, una tendencia que «terminará llegando a España».
Precisamente, Barquero resaltó que el perfil conservador del cliente español «ha variado poco» en los últimos años, una situación que achacó a un componente poblacional y que «es un tema que hay que trabajar». Sin embargo, Martín de Santa Olalla sí que cree que el perfil conservador de los inversores españoles ha evolucionado, puesto que observa que «empieza a pensar en la gestión discrecional» y a tener vinculación con su asesor personal.
En el panel también se abordó qué tiene sentido en estos momentos en la relación con el cliente. Lázaro apuntó el acompañamiento al cliente, «con un advisory cercano», que proponga «las mejores opciones de inversión», de tal manera, que la estrategia sea «planear a qué se va a destinar el dinero, y construir una cartera de gestión discrecional para lograr el objetivo» planteado. También ve indispensable «diversificar las carteras», para lo cual, «los gestores tenemos cada vez más potencial para hacerlo y así mitigar los movimientos externos». Hasta tal punto, que «las nuevas tecnologías ofrecen valor a los clientes», según Lázaro.
Para Martín de Santa Olalla, es necesaria más personalización, incluso, en la gestión discrecional de carteras, punto en el que recordó que su firma cuenta con siete carteras de este tipo diferentes para distintos perfiles. «Una de cada cinco personas tiene más de 65 años, es un colectivo que va a crecer y hay que hacer una propuesta de valor para este tipo de cliente», aseguró. Barquero, por su parte, ve una buena oportunidad para que los clientes asuman un poco más de riesgo.
Inteligencia artificial
Con respecto a los retos y desafíos que supone la irrupción de la IA en la industria de la gestión de activos, Martín de Santa Olalla opinó que supondrá un cambio cultural en distintos ámbitos, en tanto que requerirá fuertes inversiones, además de suponer una oportunidad, ya que «las gestoras tendremos acceso a los datos del cliente para acceder a darle personalización del servicio».
Mientras, Barquero aseguró que la IA tendrá «un componente de eficientar el trabajo» y supondrá «una oportunidad para mejorar la personalización del servicio al cliente». Por su parte, Lázaro reconoció que usan la IA para dar herramientas a los equipos, pero también «debe ayudar a llegar a más gente, para que entren en el mundo de la inversión».