RobecoSAM ha cerrado recientemente un compromiso con empresas de la industria energética (petróleo y gas) sobre riesgos de inversión ESG (medioambiental, social, gobernanza) asociados a la exploración de fuentes de energía no convencionales, como las arenas bituminosas y el gas de esquisto. Como inversores, es importante para nosotros monitorizarlos, ya que las fuentes de energía no convencionales conllevan desafíos operacionales que hay que abordar de manera eficiente, y las empresas de extracción de fuentes de energía no convencionales están expuestos al riesgo reputacional.
El acuerdo se explica en un artículo producido por Robeco SAM en “Engage” el 3 de julio de 2014 y elaborado por Sylvia van Waveren, especialista de Engagement de RobecoSAM Governance & Active Ownership.
Las empresas deben concienciarsede los riesgos
Arenas bituminosas de Canadá son una de las mayores reservas de crudo del mundo y se espera que se conviertan en uno de los proveedores energéticos a escala global. Además, los rápidos avances tecnológicos han llevado al descubrimiento de nuevas fuentes de energía, como el gas de esquisto o el gas metano de carbón. El gas y los líquidos de esquisto se están convirtiendo en una fuente energética muy popular en los EE.UU., en donde el gas natural está extraído de esquistos. Las capas de esquisto en la corteza terrestre se están agrietando (‘fracking’) a través de la perforación horizontal y los productos químicos que se añaden al agua y a la arena para liberar el gas natural. Se espera que esta forma de minería pase a ser una parte importante del suministro de energía global.
Sin embargo, el desarrollo de estas fuentes de energía no convencionales conllevan riesgos ambientales y sociales que no podemos olvidar. Como gestores de activos tenemos una responsabilidad fiduciaria protegiendo el valor para el accionista, y por lo tanto nos hemos comprometido con las empresas de petróleo y gas para que sean conscientes de estos riesgos.
En 2012 pusimos en marcha un compromiso de tres años con 19 empresas de Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Noruega, incluyendo las grandes petroleras como ExxonMobil, BP y Shell. Dentro del mismo, nos hemos centrado en cuatro objetivos: las emisiones de carbono, las comunidades locales, el desarrollo sostenible y la política del agua.
La lucha contra las emisiones de CO2
En cuanto al primer objetivo – las emisiones de carbono – solicitamos a las empresas explicar los resultados de las medidas tomadas para hacer frente a niveles mayores de CO2 asociados con la explotación de las fuentes de energía no convencionales. La extracción de petróleo de esquisto y gas, por ejemplo, es conocida por liberar grandes cantidades de metano. Durante los primeros veinte años, se dice que el proceso de fractura hidráulica libera más gases de efecto invernadero a la atmósfera que la explotación del petróleo, el carbón o el gas natural convencional.
Empresas como Marathon Oil, Canadian Natural Resources y Chevron lo han hecho bien a este respecto. Han comunicado o comunicarán su política de cambio climático específico para las fuentes de energía no convencionales. Además, todos disponen de una estrategia a corto y largo plazo sobre cambio climático. Aun así, vemos que las emisiones de carbono siguen siendo un desafío para la mayoría de las empresas y hemos recomendado que aquellas informen detalladamente con las cifras de emisiones de carbono y establezcan objetivos de futuro al respecto.
El compromiso con las comunidades locales está mejorando
Las comunidades aledañas a las áreas operativas están sufriendo cada vez más los efectos de la contaminación, la deforestación y la degradación de su entorno natural. Además de los costes derivados por los juicios iniciados por la población local, también existe un riesgo considerable para la reputación de las empresas involucradas. Por tanto, aquellas deben ser capaces de demostrar que están dialogando con las comunidades a fin de respetar sus derechos.
Con la mayoría de las empresas llegamos a un acuerdo en este asunto. Recursos Naturales de Canadá, por ejemplo, tiene una muy buena política hacia la comunidad local. La empresa se involucra con sus grupos de interés, invierte en las comunidades locales y cuenta con una estrategia de relaciones específica para con los aborígenes. Fomenta la educación y tiene muchos empleados aborígenes. En general, se observa una tendencia hacia la definición de mejores estrategias hacia la comunidad local.
Las empresas están experimentando una creciente presión para comprometerse con las comunidades y son conscientes del riesgo de reputación que conlleva el no avanzar en este objetivo.
El desarrollo sostenible no está integrado todavía en las estrategias empresariales
Se trata de un desarrollo referido a cuestiones tales como la publicación de objetivos de calidad del aire, la limitación del riesgo de terremotos y la reducción y comunicación de los productos químicos tóxicos que se utilizan para la fractura hidráulica. La mayoría de las empresas puntúan bajo en este objetivo. Observamos que el desarrollo sostenible es, a menudo, una mera sección en su sitio web; pero la mayoría de las empresas no integran plenamente la sostenibilidad en toda su estrategia. La mayor parte todavía carece de una estrategia de sostenibilidad específica para el desarrollo de las energías no convencionales.
El agua: un trending topic
El uso del agua es un elemento fundamental en la exploración de fuentes de energía no convencionales. No sólo son grandes volúmenes de agua necesarios para la extracción y producción de arenas petrolíferas y de gas de esquisto, ambos procesos también generan grandes cantidades de aguas residuales que necesitan ser tratadas. Es por ello que esperamos que las empresas desarrollen una política para limitar sus extracciones de agua dulce y mejorar el tratamiento de aguas residuales. La mayoría de las empresas puntuaron muy bien en el objetivo de la política de aguas. Todas hicieron avances durante nuestro acuerdo. Observamos una mejora importante en la atención que las empresas están dedicando al agua. El agua se ha convertido en un tema clave en el sector energético, un “trending topic”.
El agua encabeza la agenda
Durante el transcurso de nuestro compromiso nos dimos cuenta de que la mayoría de las empresas mejoraron la gestión de los riesgos derivados de las energías no convencionales, en particular en el ámbito de sus políticas del agua y los compromisos con la comunidad local. De los cuatro objetivos, la mejora más destacable fue en las políticas de agua. La eficiencia del agua es una prioridad en la agenda de las empresas de energías no convencionales y hemos observado esta tendencia tanto en sus políticas de ESG como en nuestros contactos directos con ellos.
Ya que esperamos que los problemas relacionados con la escasez de agua y la contaminación van a ser aún más acuciantes en el futuro, percibimos este progreso en las estrategias de agua como algo muy prometedor.