Bolsa Social, el ecosistema de inversión de impacto autorizado por la CNMV en 2015, acaba de lanzar la primera «Guía de Recomendaciones para el Inversor de Impacto», un documento elaborado por su equipo de expertos con el propósito de servir como herramienta de orientación para aquellos inversores que buscan alinear sus decisiones financieras con un impacto social y ambiental positivo.
La guía plantea algunos factores importantes a tener en cuenta a la hora de analizar una oportunidad de inversión de impacto como, por ejemplo, que la empresa cuente con un modelo de negocio, directamente ligado a la generación de impacto social y ambiental. En este sentido, cuanto más crezca la empresa, por ejemplo, en ventas, mayor será el impacto que genere, según explica la guía. Además, aborda aspectos fundamentales de la inversión de impacto, incluyendo la intencionalidad y la adicionalidad de la inversión, la medición y gestión del impacto, y la importancia de la transparencia.
Estas recomendaciones son especialmente relevantes en un contexto donde, según datos de SpainNAB, la inversión de impacto en España ha crecido un 30% en el último año, alcanzando un volumen total de 1.200 millones de euros. Este crecimiento subraya la creciente preocupación de los inversores por el impacto de sus decisiones y la necesidad de contar con directrices claras y efectivas.
La Guía de Bolsa Social ofrece una serie de orientaciones clave para aquellos interesados en realizar inversiones que generen un impacto social y ambiental positivo, además de un retorno financiero. Se enfatiza la importancia de reflexionar sobre la intencionalidad de la inversión, asegurando que esta busque un impacto medible y sostenible. Los inversores deben buscar oportunidades que sean financieramente sostenibles, promoviendo modelos de negocio que generen tanto beneficios económicos como sociales.
La guía también subraya la necesidad de actuar con responsabilidad y ética, considerando el impacto a largo plazo de las inversiones y comprometiéndose a generar cambios duraderos. La innovación y la escalabilidad de las soluciones son aspectos cruciales, ya que se alienta a los inversores a apoyar modelos de negocio creativos que puedan replicarse en diferentes contextos.
Además, se destaca la importancia de medir y gestionar el impacto de las inversiones mediante métricas claras y específicas. La transparencia y la comunicación abierta con las empresas en las que se invierte son fundamentales para construir relaciones de confianza. Para evitar el “impact washing”, se recomienda realizar una diligencia debida rigurosa y buscar certificaciones independientes que validen las afirmaciones de impacto. La colaboración con otros inversores y organizaciones también se considera esencial para amplificar el impacto positivo.
Marta Abbad, responsable de Operaciones de Bolsa Social, ha destacado la importancia de que se refuerce el conocimiento en torno a la inversión de impacto por parte de la sociedad en general y de los potenciales inversores minoristas: “La inversión de impacto está dejando de ser una tendencia, y es una necesidad en el contexto actual. Con esta guía, buscamos empoderar a los inversores para que tomen decisiones informadas y responsables, además de alineadas con sus propósitos, fomentando que sus inversiones no solo generen retornos financieros, sino que también contribuyan a un mundo más sostenible y equitativo. Creemos firmemente que cada euro invertido puede ser un motor de cambio positivo”.
La «Guía de Recomendaciones para el Inversor de Impacto» está disponible para su descarga en el sitio web de Bolsa Social, y se espera que sirva como un recurso valioso para todos aquellos interesados en realizar inversiones que no solo busquen un retorno financiero, sino que también contribuyan a un desarrollo sostenible y equitativo.