La semana pasada se presentó, en la sede del Consejo General de Economistas, el informe del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas correspondiente al cuarto trimestre de 2015, elaborado por la Comisión Financiera de dicho Consejo. El acto fue presentado por el presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, y en él han participado, además, Pascual Fernández, decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid, Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera, Montserrat Casanovas, copresidenta del Observatorio, y David Gassó, presidente de Economistas Asesores Financieros.
En la apertura, Valentí Pich hizo una radiografía del panorama económico actual – tanto a nivel mundial como a nivel nacional- destacando en primer lugar el entorno de volatilidad existente debido, principalmente, al comportamiento del gigante asiático y a su cambio de modelo productivo lo que, sin duda, está arrastrando al resto de economías emergentes, provocando una salida de los inversores en estos países. Esto, unido a la caída del precio del crudo y de las materias primas, parece apuntar a una cierta desaceleración económica mundial.
Pese a ello, la economía de nuestro país sigue creciendo, como refleja la evolución del PIB –que aumentó un 0,8% respecto del trimestre anterior y un 3,5% en tasa anual–. No obstante, Pich indicó que “si bien el paro se está reduciendo significativamente, seguimos teniendo una tasa de desempleo de algo más del 20%, y nuestra deuda pública continúa próxima al 100% del PIB”.
El presidente del Consejo General de Economistas también señaló que “la casi nula retribución del ahorro y los vaivenes de la bolsa, y la perspectiva de que esto no cambie a corto plazo, hacen que los inversores se encuentren en estos momentos en una encrucijada”.
Por su parte, el presidente de la Comisión Financiera, Antonio Pedraza, señaló en su intervención que “del análisis de los principales indicadores económicos correspondientes al cuarto trimestre de 2015 se aprecia, en líneas generales, que la actividad económica de la zona euro parece que mantiene la trayectoria de recuperación moderada en el cuarto trimestre del año 2015, a pesar del aumento de la incertidumbre en el entorno exterior. Las medidas de política monetaria adoptadas desde mediados de 2014, junto con una política fiscal menos restrictiva y la caída del precio del petróleo, contribuyen a explicar el crecimiento económico en el conjunto de la zona, pese a la inestabilidad de los mercados financieros y la debilidad del comercio mundial”.
En cuanto a los mercados de divisas, el euro se apreció un 0,9 % en términos efectivos nominales con respecto al nivel de diciembre. Por el contrario, la moneda única experimentó una depreciación frente al dólar del 0,7 %, hasta situarse en 1,08 dólares/euro.
Además, en noviembre continuó la mejora de los agregados crediticios, al aumentar tres décimas el ritmo de expansión de los préstamos a sociedades no financieras (hasta el 0,9 %) y dos décimas el de los préstamos a los hogares (hasta el 1,4 %). La información más reciente relativa al consumo privado apunta a un mantenimiento del dinamismo de este agregado en la parte final de 2015.
Por su parte, Montserrat Casanovas analizó la evolución de las bolsas europeas. Según el Informe del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas, el mercado bursátil español es el que ha registrado el peor comportamiento de la Eurozona, con un descenso anual del IBEX 35 del 7,1%, debido básicamente a la desaceleración de las economías Latinoamericanas.
En Estados Unidos, su principal índice -el Standard & Poor’s 500-, pese haber sufrido un ligerísimo descenso del orden del 0,73%, se encuentra en un nivel próximo a sus máximos históricos. Los mejores resultados bursátiles, dejando aparte las bolsas latinoamericanas, los encontramos en las bolsas de China y Japón, con unos incrementos del 9,4% y 9,1% respectivamente.
A nivel de los commodities, el Informe del Observatorio señala un notable descenso del precio de las materias primas en general y, en especial, del precio del petróleo, con una caída anual del precio de este último del 30,41%, situándose a finales del 2015 en 35,69 euros/barril; descenso debido básicamente a la sobreoferta, por un lado, y, del otro, por el retroceso de la demanda.
En relación a las divisas, Casanovas destacó la depreciación del euro en términos anuales de un 10% en relación al dólar de un 10%, y recordó que, el pasado 16 de diciembre, la Fed incrementó los tipos de interés por primera vez en 10 años.
En cuanto a los mercados de deuda, a lo largo de 2015 hubo un continuo descenso de los tipos efectivos de las nuevas emisiones de Letras del Tesoro Español, en todos los plazos, así como en los tipos de interés de los bonos y las obligaciones, descensos que han tenido un efecto favorable en los costes financieros de las arcas del Estado, provocando un abaratamiento de la financiación pública tanto a corto como a medio y largo plazo.
Durante la presentación del Informe, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, destacó que “un clima que genere confianza será fundamental para apuntalar las previsiones de crecimiento de nuestro país y permitir que se cumplan los objetivos del déficit”.