El último trimestre de 2024 ha arrancado con mucha tensión. Según las gestoras internacionales, nos esperan unos meses con la volatilidad y los riesgos geopolíticos como principales protagonistas. En cambio, teóricamente, la previsibilidad de los principales bancos centrales, en particular la Fed y el BCE, deberían dar confianza y seguridad a los inversores. ¿Cuáles son las principales perspectivas para el cierre del año?
Desde Edmond de Rothschild AM explican que los movimientos más llamativos del mercado se explican por el empeoramiento del conflicto en Oriente Medio: “La preocupación por una posible réplica israelí contra Irán hizo subir los precios del petróleo cerca de un 10%, aunque Arabia Saudí amenaza con aumentar la producción para proteger su cuota de mercado”.
En opinión de Benoit Anne, Managing Director del Grupo de Estrategia e Insights de MFS Investment Management, considera que la geopolítica puede ser el principal reto para el equilibrio macroeconómico. Según recuerda, desde el punto de vista macroeconómico, el escenario de equilibrio o “goldilocks” sigue siendo el más probable.
“En todo caso, el péndulo del riesgo se ha inclinado hacia la posibilidad de un escenario de no aterrizaje. El principal desafío a la visión goldilocks procede de la escena internacional, con el importante riesgo de una escalada de la crisis de Oriente Medio. Por ahora, la señal tranquilizadora es que los diferenciales de los créditos estadounidenses con grado de inversión, que ahora han bajado a 83 puntos básicos, no muestran signos de estar afectados por riesgos de contagio geopolítico. En cualquier caso, la renta fija puede desempeñar un papel útil como activo defensivo si se debilita el panorama mundial de apetito por el riesgo”, señala Anne.
Desde Fidelity International consideran que los riesgos geopolíticos actuales son muy complejos. Según explica Henk-Jan Rikkerink, responsable global de Soluciones y Multiactivos de Fidelity International, los conflictos en Oriente Medio y Ucrania siguen abiertos y no se atisba el final, mientras que las elecciones estadounidenses nos esperan el 5 de noviembre. Además, añade: “Los éxitos de la extrema derecha en Alemania y Francia han provocado un seísmo en la política europea que amenaza con dificultar aún más la toma de decisiones en el seno de la UE. Las políticas en relación con China y el comercio que vendrán después serán importantes, al igual que el enfoque de la política presupuestaria en un momento en el que está haciéndose realidad la reducción de la abundante liquidez en los mercados”.
La cuestión del aterrizaje
Los expertos de las gestoras vigilan el contexto geopolítico sin perder de vista la acción de la Fed y del BCE, así como el impacto de sus decisiones en la economía. Según Rikkerink, la economía está volviendo a poner los pies en el suelo tras cinco años en los que las abundantes ayudas públicas mantuvieron la locomotora mundial en marcha.
“En estos momentos, creemos que los malos datos recientes probablemente sean más sintomáticos de una fase de debilidad que de una desaceleración grave, pero los inversores están reaccionando y estamos muy atentos a los indicadores de crecimiento y del mercado laboral por si surgen señales de un nuevo deterioro. Creemos que la economía mundial no se encamina hacia una recesión inminente y vemos señales de que tenemos entre manos más una rotación que un cambio de dirección”, sostiene este experto de Fidelity International.
Las gestoras coinciden en que, durante el año, los bancos centrales se han empleado a fondo para controlar la inflación, sin dañar el entorno. Desde MFS IM apuntan que todos los bancos centrales están relajando su política monetaria, aunque algunos más rápido que otros. En la carrera mundial hacia el mínimo de los tipos de interés oficiales, el Banco de Inglaterra no parece tener prisa. Mientras tanto, en Estados Unidos se ha abierto recientemente un interesante debate sobre si el reciente recorte de 50 puntos básicos de los tipos de interés de la Fed fue un error de política monetaria.
En opinión de Erik Weisman, economista jefe de MFS IM, no es así, ya que el 5,50% era demasiado alto para empezar. “Es más importante pensar dónde pulsará la Reserva Federal el botón de pausa: por encima de neutral, en neutral o por debajo. El riesgo clave es que el mercado laboral se deteriore más de lo deseable. Tras la cifra de nóminas no agrícolas, ese riesgo parece menos pronunciado, pero no olvidemos que los datos laborales pueden ser volátiles, sobre todo teniendo en cuenta el impacto de los ajustes estacionales y las perturbaciones exógenas como huracanes y huelgas. En general, toda esta relajación de los bancos centrales favorece a la renta fija, a menos que descarrile”, argumenta Weisman.
Perspectivas trimestrales
Sobre qué implicaciones tendrá este entorno para los inversores, desde Fidelity Internacional señalan que las temáticas estructurales del año pasado parece que mantienen su vigencia. “La comercialización de las tecnologías de IA seguirá desarrollándose a buen ritmo, los gobiernos están invirtiendo miles de millones en mejoras de las redes eléctricas y la atención sanitaria es tanto un sector defensivo como una buena temática a largo plazo. Nos encontramos en la fase media/final del ciclo y existen algunas incógnitas importantes. Generalmente, esta situación alumbra rentabilidades positivas, aunque con mayor volatilidad. Seguimos creyendo que lo más probable es un ‘aterrizaje suave’, pero, desde la perspectiva de la asignación de activos, es importante ser ágil para aprovechar las oportunidades que surjan”, destaca Rikkerink.
En opinión de Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM, el recorte de tipos de la Fed, junto con la combinación del estímulo económico chino y la bajada de los precios del petróleo están creando un telón de fondo más favorable para los activos de riesgo. “En septiembre, ha continuado la rotación entre los distintos segmentos del mercado de renta variable. En la renta variable, el cambio del entorno monetario y la mayor probabilidad de un aterrizaje suave respaldarán el cambio del sesgo growth al sesgo value. Esta perspectiva también se aplica a clases de activos como las materias primas, que están infravaloradas frente a la renta variable en comparación histórica. Por estas razones, hemos reasignado fondos a empresas dedicadas a la extracción, procesamiento y uso de metales industriales”, argumenta Wewel.
“Dadas las circunstancias, seguimos neutrales en cuanto a activos de riesgo y duración. Tenemos preferencia por la renta variable de Reino Unido y de los mercados emergentes. La deuda pública actuó como refugio seguro a principios de semana, al intensificarse el riesgo geopolítico, pero las yields volvieron a subir a raíz de unos datos estadounidenses bastante optimistas”, añaden desde Edmond de Rothschild AM.
Por su parte GVC Gaesco mantiene la visión positiva en renta fija y considera que ha llegado el momento de poner el foco en sectores y geografías concretas en renta variable. Respecto a esta clase de activo, la renta variable, los analistas de GVC Gaesco siguen viendo oportunidades, pero con una actitud más cautelosa. En ese sentido, los expertos opinan que conviene centrar la atención en sectores y geografías concretas, con una gestión activa, más que en un enfoque global. “Europa y los mercados emergentes nos resultan más atractivos. Por sectores, aquellos que más se benefician de la bajada de tipos adquieren más importancia en nuestra asignación de activos”, agrega. En concreto, inmobiliario, salud, telecomunicaciones y utilities son los sectores que GVC Gaesco decide sobreponderar en sus carteras, aunque no excluyen valores concretos en otros negocios como industriales o seguros», apunta Víctor Peiro, director general de Análisis GVC Gaesco.
Además, en el caso de los activos monetarios, GVC Gaesco estima que “la oportunidad más atractiva parece haber pasado y la expectativa es que los bancos centrales continúen reduciendo tipos en los próximos trimestres, por lo que pasamos de positivo a neutral”, según Gema Martínez-Delgado, directora de Asesoramiento y Gestión de Carteras de GVC Gaesco.