Para el economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP), Patrice Gautry, la palabra clave para explicar la evolución de la economía global durante el próximo año es «productividad» y no inflación. El experto opina que en el 2022 se producirá un “boom” de la inversión gracias a la recuperación del sector financiero y al auge de las inversiones públicas, según afirmó en un encuentro con periodistas que tuvo lugar recientemente en Madrid y en el que ofreció su visión sobre las perspectivas económicas del próximo año.
Gautry aseguró que los indicadores apuntan a una completa recuperación de la inversión privada durante el 2022. En Estados Unidos, por ejemplo, el flujo de capital se centrará en los ámbitos del equipamiento y la infraestructura, con el objetivo de incrementar la capacidad y la producción.
Este auge de la inversión privada, sumado a los planes de estímulo de la inversión pública aprobados en Europa y Estados Unidos, producirá un “boom” de la inversión que se mantendrá más allá de 2023 y que producirá a su vez otro “boom” en la productividad.
Las mejores condiciones laborales, el aumento de los salarios y por tanto del consumo, mitigarán el impacto de la inflación que, aunque seguirá siendo alta hasta 2023 (2,4% de media en la eurozona en 2022), no supondrá una preocupación en un contexto de fuerte crecimiento y gran productividad, según adujo el economista, que comparó el contexto económico actual con el vivido durante el final de la década de los 90.
En cuanto a los indicadores macroeconómicos, el experto apuntó a una «estabilización» del crecimiento económico global, que seguirá siendo muy potente pese a la inevitable corrección del repunte posterior al fin de las restricciones más duras. Los países desarrollados mantendrán una senda de crecimiento de en torno al 4% durante el próximo año, un porcentaje “muy decente” favorecido por la inversión y sostenido por los consumidores y el aumento del gasto privado.
A lo largo de esta etapa de “desaceleración medida”, tal y como la definió el experto, serán España y Francia los países que lideraran la recuperación durante el próximo año, tomando el relevo de Alemania e Italia, en la vanguardia actualmente.
En cuanto a la industria y el comercio, Gautry pronosticó también una “completa recuperación” durante el próximo año. Aunque la escasez de suministros seguirá siendo un problema a tener en cuenta, la demanda potencial continuará intacta, según explicó. También serán tiempos de bonanza para el sector servicios, donde la confianza se está recuperando rápidamente.
Riesgos en el camino a la estabilización
A pesar de que las perspectivas auguran un panorama bastante positivo, el camino no está exento de riesgos. El primero de ellos es la posibilidad de que los gobiernos cometan «errores de gestión», como lo sería una subida de los tipos de interés o tratar de contener la inflación practicando una subida de salarios, una medida irreconciliable con la recuperación de puestos de trabajo y que podría conducir a una espiral inflacionaria, en opinión del economista.
Estos errores pueden afectar también a la gestión de los fondos de recuperación que comenzarán pronto a inundar las arcas públicas de una gran parte de los países desarrollados. En este sentido para Gautry el máximo exponente de gestión negligente sería la destinación del dinero al gasto de los consumidores y no a las infraestructuras, lo que reduciría notablemente las perspectivas de crecimiento, según el economista jefe de UBP.
Además, siguen existiendo “riesgos de cola” relacionados con el repunte de casos de COVID-19 en Europa, aunque, según Gautry, estos son moderados. Por ejemplo, no es probable que se produzca un confinamiento total en Alemania: el economista cree que el motor económico de Europa centrará sus políticas restrictivas en los no vacunados, como ya están haciendo Austria y Países Bajos, por lo que el impacto será relativo y, como mucho, solo retrasará las expectativas de crecimiento.
Otro de los escollos que podrían interponerse en el camino de la recuperación viene del este. El endurecimiento de las regulaciones iniciado por el Gobierno chino en algunos sectores es un riesgo financiero a tener en cuenta durante el año entrante, según recordó Gautry.
El economista dedicó una parte considerable de su discurso al gigante asiático, que va a dar un importante giro de timón con su nueva política ‘Coming Prosperity’, un cambio en el paradigma socioeconómico que impulsará el bienestar de la población y la redistribución de la riqueza, pero a costa de un menor crecimiento, muy por debajo del porcentaje del 9% al que nos tenía acostumbrados la potencia emergente.
Un “tapering suave” como respuesta a la crisis
Respecto a la política monetaria, Gautry se mostró contrario a repetir las medidas tomadas durante la anterior crisis financiera, como la marcada austeridad presupuestaria implementada por Gobiernos y bancos centrales, el fuerte aumento de los tipos de interés y la sólida regulación de las condiciones financieras que se dieron como respuesta al ‘crack’ de 2008.
“Para continuar con la estabilización necesitamos un ajuste muy preciso de la política económica, no hacer ni demasiado ni demasiado poco (…) lo que espero es no volver a una austeridad presupuestaria total y que no se implemente un escenario total de incremento de los tipos de interés”, afirmó el economista.
De hecho, este es el modelo elegido por la Reserva Federal, según Gautry, que pronosticó que los tipos de interés se detendrán en el 1% en 2023.