En 2018 los últimos signos de recesión quedarán prácticamente en el pasado y varios aspectos referentes a las políticas de los bancos centrales serán cruciales para el desarrollo de la economía así como para los inversores. El apoyo del banco central se retira y la demanda del sector privado se ha convertido en el motor de crecimiento para las economías a nivel global. “En la era actual de creciente populismo y esfuerzos hacia reformas políticas se requiere de un marco más amplio para evaluar los riesgos a los que se enfrentarán los inversores los próximos meses” asegura Michaël Lok, CIO de UBP y Co-CEO de UBP Asset Management. Por este motivo, UBP ha elaborado un listado sobre los aspectos que deben tener en cuenta los inversores a lo largo de 2018:
1. El boom económico global continúa: Este año y el próximo el crecimiento mundial será el más rápido en diez años, con una media de un 3,6% en 2017 y de un 3,5% en 2018. “El crecimiento depende a partir de ahora en menor medida del apoyo del banco central y se ha sincronizado más en todo el mundo. Asimismo, el consumo está aumentando en China y EEUU mientras que en la zona euro su nivel se acerca al anterior de la crisis. Estos aspectos, así como las inversiones corporativas, la mejora de los salarios y del mercado de trabajo y el aumento de la demanda doméstica irán empujando progresivamente al alza las economías a nivel mundial”.
2. La entrada de un nuevo régimen monetario: A lo largo de los próximos meses los estímulos que los bancos centrales han ido introduciendo en la economía desde 2008 desaparecerán y se espera que la Fed lleve a cabo más subidas de tipos. El BCE, por su parte, retirará paulatinamente los estímulos y reducirá su compra de activos de 60.000 a 30.000 millones de euros mensuales. “2017 se ha caracterizado por el fin del recorte de tasas por parte de los bancos centrales. Dada la mejora de la economía, es lógico que estas instituciones vayan retirando las medidas que implantaron para intentar reflotar la economía tras la crisis”.
3. La recuperación cíclica resuelve los obstáculos estructurales en Europa: “En 2018, los inversores europeos deberían centrarse en el aumento de los ingresos como el principal impulsor del rendimiento de renta variable” asegura Lok. La economía europea ha llegado a la mitad del ciclo de su recuperación tras la recesión de 2011 y 2012 y se espera que su rentabilidad los próximos meses esté entre el 10% y el 12%. A pesar del fuerte crecimiento económico y el entusiasmo tras la elección de Emmanuel Macron en Francia, la renta variable europea se ha quedado por detrás de la renta variable de otros mercados desarrollados en 2017 registrando un modesto aumento del 13% a finales de octubre. “Hay que tener en cuenta que este comportamiento es habitual en este tipo de activos en Europa durante una recuperación económica”.
4. La reforma doméstica respalda la recuperación cíclica en los mercados emergentes: es probable que el próximo año se lleve a cabo un cambio político significativo en los principales países emergentes, que debería reflejarse en la maduración de la economía y se traducirá en un aumento de las rentabilidades de los inversores. “Los activos de los mercados emergentes han estado entre los más fuertes a nivel mundial en 2017, y han subido un 32% entre enero y octubre. Algunas economías emergentes como China, Brasil o Rusia han dado ya síntomas de recuperación después de cinco años de desaceleración. Pese a que su “reaceleración” será modesta, la disminución de presiones inflacionarias a nivel local, el crecimiento global dinámico y los precios estables de las commodities deberían impulsar las economías de los mercados emergentes los próximos meses”.
5. Un cambio de ciclo en las materias primas: Aunque en cualquier conversación sobre commodities los últimos años el protagonista es el oro, este enfoque puede distraer a los inversores de un horizonte temporal de largo plazo. “Actualmente los precios de las materias primas se están acercando a los mínimos anteriores al año 2000. Hay que tener en cuenta que, con la agricultura susceptible a los cambios del clima, el aumento del suministro a largo plazo de productos industriales así como de metales y minería y la mejora de las perspectivas en el sector industrial, las commodities se convierten en una buena oportunidad de inversión a largo plazo. Asimismo, los productores de hierro, aluminio y cobre de alta calidad están bien posicionados para aprovechar esta coyuntura”.
6. Las ganancias en la renta variable americana: Igual que en 2017, 2018 se presenta como un año prometedor para este tipo de activos pese a sus valoraciones elevadas. Históricamente, la renta variable americana se ha comportado muy bien en periodos de recesión y en momentos posteriores de expansión económica. “Los próximos meses la renta variable americana obtendrá rentabilidades de dos dígitos lo que la convertirá en una de las opciones más atractivas para los inversores”.
7. La reforma y la reestructuración se afianzan en Japón: Aunque la economía de Japón superó las expectativas en 2017, las preocupaciones sobre Corea del Norte y un escándalo de corrupción doméstica pesaron sobre la confianza en el país durante gran parte del año. Esto dejó distraídos a muchos inversores a pesar de las impresionantes ganancias corporativas de Japón y la mejora de los fundamentales. “La sufrida economía japonesa, igual que la europea, debería animarse por fin y lograr un crecimiento del 1,7% en 2017 a medida que los beneficios del crecimiento mundial, las reformas domésticas y los estímulos se mantienen. Las actuales expectativas de ganancias para 2018 son modestas, del 6%, pero parece que los inversores subestiman el impulso del crecimiento doméstico japonés”.
Lok cree que, aunque se prevé que 2018 sea un buen año, las rentabilidades que obtendrán los inversores no serán tan elevadas como las de 2017. “La clave de los próximos meses para obtener unos retornos interesantes está en centrar el asset allocation en el crecimiento de la economía global”, concluye.