En Europa, a principios de año todo parecía funcionar. Mario Draghi había prometido “hacer todo lo necesario”, el crecimiento estaba retornando a las economías de la zona euro, aunque despacio; incluso los países periféricos mostraban recuperación. Los inversores confiaban en esta recuperación y retornaban al mercado europeo, ya nadie apostaba por el desmoronamiento del euro.
Pero ahora el sentimiento ha cambiado;¿ha sido todo una ilusión? Ann Steele, portfolio manager de la estrategia de renta variable paneuropea de Threadneedle, conversa con Funds Society sobre los problemas que acucian a Europa. Su diagnóstico es severo: “Estamos en el mismo sitio que hace dos años”. Steele pone algunos datos irrefutables sobre la mesa: “A principios de año, el consenso estimaba un crecimiento de los beneficios por acción europeos del 14%, hoy estamos en el 5%, y prácticamente todo viene por el efecto divisa. Si miramos al PIB, vemos que el crecimiento se ha estancado. De hecho, Francia no crece, Alemania lo hace muy débilmente e Italia tiene crecimiento negativo. Entre estos tres países se generan dos tercios del PIB de la Eurozona, por tanto, la situación es complicada”.
Las sanciones económicas a Rusia, que aún en el mejor de los casos permanecerán un tiempo en vigor, están afectando bastante a algunas economías. A este estancamiento económico se une el fantasma de la deflación. El dato de inflación interanual de la Eurozona está en el 0,3%, “a años luz del objetivo del 2% que tiene el BCE”. El precio del petróleo a la baja no va a ayudar a generar inflación en Europa. En definitiva “la crisis bancaria y de deuda soberana ha derivado en una crisis de crecimiento en Europa”, afirma Steele.
Algunos países han tomado medidas amargas, pero efectivas. Steele pone el ejemplo de Irlanda que, tras realizar las reformas necesarias, ha conseguido rebajar su tasa de desempleo desde el 15% al 11%, goza de una recuperación del precio de la vivienda del 24% y ha obtenido un crecimiento del PIB en el segundo trimestre del 7,7%. “Los bancos se recapitalizaron en 2009 y han despegado, y una reforma fiscal, que ha bajado el impuesto de sociedades al 12,5% ha conseguido atraer multinacionales de todo el mundo hasta Irlanda”. El país ha lograda rebajar su déficit presupuestario desde el 13,7% en 2009 hasta el 2,8% en 2014.
Steele se lamenta de que el ejemplo irlandés no abunde en Europa. Incluso su vecino insular, Reino Unido, que ha mantenido un ritmo de crecimiento bastante saludable en los últimos años, se ve frenado ahora por motivos políticos. “Primero tuvimos el referéndum escocés, que seguirá generando debate y cambios”. Próximamente, el país se enfrenta a las elecciones generales de 2015 y más tarde, al referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE, previsto para 2017-18. “Como resultado, vamos a tener un mercado inducido por la política durante los próximos dos años”, constata la portfolio manager, afirmando además que “no veremos subidas de tasas en Reino Unido en el mes de abril, como afirma el consenso, puesto que las elecciones son en mayo, así que como pronto, vendrán al final del primer semestre”.
Europa se enfrenta a un camino difícil, en el que el discurso y las acciones de Draghi va a tener que demostrar su eficacia. Si bien la valoración del mercado europeo es relativamente más atractiva a la de EE.UU., tampoco destaca respecto a Japón o los mercados emergentes. ¿Cuál es el posicionamiento de la estrategia paneuropea que maneja Ann Steele para este entorno de mercado?
En momentos como el actual, un buen stock picking muestra todo su potencial. La portfolio manager ha realizado varios cambios en su portafolio, en el que actualmente hay 60 valores. Por un lado, ha tendido a invertir más en large caps, o incluso mega caps, soltando peso en empresas de pequeña y mediana capitalización que tienen mucho peso en mercados domésticos. Sectorialmente, las ideas de Steele para sacar el mejor partido de la situación actual son las siguientes:
- Gran apuesta por el sector farmacéutico europeo: entre las 10 compañías con mayor peso del portafolio, cuatro son farmacéuticas. “Por un lado estoy sobreponderada en el sector porque tiene carácter defensivo, pero sobre todo, porque la cartera de productos en desarrollo en el campo de la lucha contra el cáncer es impresionante en estos momentos, con toda una gama de productos muy esperanzadores que actúan potenciando el sistema inmunológico de forma que la terapia para combatir los tumores podría cambiar de forma radical. Roche y Novartis tienen buenas franquicias en este tipo de medicamentos”.
- Venta de los bancos domésticos en los que invirtió en 2013: ahora, la estrategia está infraponderada en bancos, pero no siempre ha sido así. Hace algo más de un año Steele apostó por la recuperación de los mercados domésticos europeos y sobreponderó los bancos domésticos de mediano tamaño de países como España, Italia e Irlanda comprando nombres como Bankinter, Banco Popular y Bank of Ireland. “Al ver los resultados de algunos de estos bancos para el primer trimestre de 2014 deshice muchas de estas posiciones, y ahora estoy infraponderada en el sector, y no tengo en el portafolio ni bancos alemanes ni franceses”, explica.
- Historias de éxito, como Pandora y Richemont: en consumo, Steele está infraponderada en consumo defensivo “por su alta correlación con la evolución de los mercados emergentes”, y sobreponderada en consumo cíclico. Sin embargo, en este sector puntualiza que las grandes compañías de bienes de lujo están teniendo un comportamiento dispar. Por ejemplo, LVMH –que no está en el portafolio- ha dado resultados flojos en la división de bebidas alcohólicas, mientras ha ido bien en joyas y relojes. “Para aprovechar esta tendencia cuento en el portafolio con la empresa suiza de bienes de lujo Richemont, que está especializada en alta joyería y relojería, y además cuenta con una posición neta de caja de 4.700 millones de euros”. Otra historia de éxito que forma parte de la cartera de Steele es la empresa danesa de bisutería Pandora, que ha experimentado un cambio en su equipo gestor llevándola a convertirse en una gran exportadora a nivel global, con planes ahora para entrar en el mercado chino.
“Ahora, la estrategia cuenta con una beta más baja que hace un año, así como con un tracking error también menor y algo más de efectivo, un 3,5%, de lo que suele ser habitual. Veo valor en el mercado europeo, pero también problemas de crecimiento, políticos y geopolíticos, por lo que es buen momento para dar un paso a un lado y esperar”, concluye Ann Steele, portfolio manager de la estrategia de renta variable paneuropea de Threadneedle.