Probablemente, sea la pregunta del millón: después de uno de los años más nefastos que se recuerdan para la inversión en renta fija, ¿es ahora el momento de volver a entrar? Janus Henderson Investors celebró recientemente un evento virtual para sus clientes bajo el lema “Investing in connecting fixed income”, en el que participaron varios de los expertos de la casa dando su opinión sobre diferentes segmentos de la renta fija.
El primero en hablar fue el veterano gestor y director global de renta fija de la casa, Jim Cielinski, que fue muy claro en sus apreciaciones: “Nunca antes en la historia los bancos centrales se habían confundido tanto”.
Cielinski habló de la existencia de “un comportamiento de cambio de régimen en los mercados”, debido al cóctel inflacionario y al endurecimiento de la política monetaria. Por un lado, constató que “los flujos de caja se están basando en la dirección de los tipos de interés”, lo que explica en parte “el cambio en las métricas de valoración”. Por otro lado, indicó que la inflación “se está volviendo persistente, en gran parte por la subida de salarios, y por eso se mantienen las presiones alcistas”.
Como resultado de esta revisión de las valoraciones, el responsable global de renta fija de Janus Henderson llamó la atención sobre la posibilidad hoy de obtener un rendimiento del 5% por invertir en bonos sin que estos sean muy ilíquidos. “Esta revalorización va a provocar enormes cambios en los asset allocation; los inversores que buscan seguridad ahora pueden volver a invertir en bonos de corta duración”, declaró.
Cielinski subrayó la diferencia entre los indicadores atrasados (inflación, mercado laboral), que “todavía apuntan a una expansión”, frente a los indicadores adelantados están cayendo, “lo que indica una caída de la liquidez”. “Todo apunta no solo a una ralentización de la economía, sino a una recesión”, añadió. En este contexto, el experto afirma que “la posibilidad de hacer ingeniería económica para llegar a un soft landing es casi imposible, no solo porque la inflación esté subiendo y empujando las subidas de los salarios; es que el incremento de los salarios no es suficiente para alcanzar a la inflación, por lo que estamos viendo pérdida de poder adquisitivo en términos reales”. “La siguiente fase del ciclo será más dolorosa para los consumidores, pero menos para los inversores”, concluyó el experto.
La siguiente intervención corrió a cargo de John Pattullo y Jenna Barnard, co responsables de renta fija estratégica de Janus Henderson. Ambos destacaron asimismo lo histórico del momento actual del mercado: “Estamos viviendo el mayor shock en los tipos de interés en 30 años y la mayor contracción monetaria en 50 años, llevará tiempo que se filtre a la economía real, pero tendrá grandes consecuencias”. “Incluso en EE.UU. se prevé recesión por colapso de los indicadores adelantados, es un entorno realmente aterrador”, añadieron.
Para ambos expertos, en estos momentos es muy clave determinar por qué esta recesión es distinta a las recesiones inflacionarias de los 70 y los 90. “En los 70 la Fed tenía muy difícil la creación de crédito, mientras que ahora está creciendo incluso con el contexto de tipos al alza”, explican, por un lado. Por otro, destacan que “hoy el nivel de endeudamiento es mucho mayor y las economías están mucho más financializadas que hace décadas”.
Su previsión es que se verán más “cambios significativos” en los próximos tres meses, en referencia a la llegada oficial de una recesión, aunque ambos consideran que “la próxima puede ser una recesión que mate a la inflación”.
En este contexto, piensan que “después de experimentar mucho dolor, los bonistas ahora tienen oportunidades de inversión”, aunque con cautela, porque se declaran alcistas con la deuda soberana – cerca del 50% de su cartera está invertida actualmente en este activo-, pero mantienen una postura cauta con el crédito (la ponderación en cartera es del 33%, en deuda con grado de inversión). En concreto, piden cautela con los diferenciales del high yield, porque podrían pasar de los 300-400 puntos básicos actuales hasta los 800 puntos, “lo que estaría en línea con una recesión”. “Vemos problemas masivos de crédito en los mercados más populares, se ha deteriorado la calidad hasta el punto de que hoy el mercado investment grade está más orientado al segmento BBB que nunca”, añaden.
Cómo lidiar con la inflación
En el tercer panel participaron Greg Wilensky, responsable de renta fija estadounidense, y los gestores Seth Meyer y James Briggs. El primero abrió el panel con una previsión meridianamente optimista: “Esperamos que la inflación se vaya moderando por la resolución de los cuellos de botella en la producción, la suavización de la demanda de energía y la llegada de una recesión”. Dicho esto, llamó la atención sobre la necesidad de pensar en los componentes persistentes de la inflación, particularmente del mercado laboral: “La subida de los salarios acapara la mayor parte de la inflación generada por el sector servicios, y mantendrán los niveles de la inflación elevados al menos otros dos meses”, explicó. Wilensky añadió que el objetivo actual de los bancos centrales es de echo guiar a las economías a la recesión “para que pueda reducirse la inflación”.
“Para invertir ahora, para un inversor que tenga un horizonte y objetivos de inversión de medio al largo plazo, vemos que el momento actual es muy interesante para invertir a 2-3 años vista; no habíamos visto rendimientos tan elevados desde 2008”, añadió.
Una opinión en línea con la de James Briggs: “Las dislocaciones que hemos visto en los mercados han vuelto a convertirlos en terrenos de caza para los inversores. Ahora vemos atractivo tanto en la deuda financiera sénior como en los CoCos”.
Seth Meyer destacó por su parte la situación del high yield: si bien cree que los diferenciales podrían dispararse en el evento de una recesión, “el high yield ahora tiene más calidad, el segmento CCC es tan solo el 10% del universo”. “Los bonos colateralizados y las cédulas hipotecarias han sido más rápidos al poner en precio una recesión y ahora estamos viendo ese proceso en los bonos corporativos”, añadió.
El evento de Janus Henderson también abordó la situación de la deuda emergente, a través de los comentarios de los gestores Thomas Haugaard y Jacob Nielsen. Estos destacaron la fortaleza de la clase de activo: “El 50% del índice de deuda emergente en divisa fuerte se corresponde con países con buena salud económica, que han implementado un marco de política monetaria en los últimos 10-15 años para no repetir el patrón de los 80. Vemos buenos fundamentales, que la calidad del crédito es bastante sana y los diferenciales están en torno a los 500 puntos básicos, que es barato desde el punto de vista histórico”. Además, subrayaron la actuación de muchos bancos centrales emergentes, “que han actuado correctamente”, como por ejemplo el Banco de Brasil.
Los gestores destacaron la necesidad de ir caso por caso a la hora de seleccionar ideas de inversión en el contexto de próxima llegada de una recesión: “Podemos ser más recompensados al centrarnos en la valoración, buscamos las historias más robustas donde se vea mejora del crédito. Ahora la inversión en emergentes ofrece retornos atractivos y diversificación, porque tenemos un universo compuesto por 80 países que son muy diferentes, pero que aglutinan la mayor parte del crecimiento y de la población mundial”, concluyeron.
La última intervención fue para Natasha Page, directora de renta fija ESG de Janus Henderson. Esta abordó la situación de la ESG y los motivos para invertir en renta fija con estos criterios en un contexto marcado por la crisis energética y sus daños colaterales, como el regreso de la temática de inversión en activos ligados a combustibles fósiles como consecuencia del incremento de los precios de la energía: “Pensamos que la ESG no debe limitarse a las energías verdes, sino que a través de nuestras inversiones también debemos dar apoyo a las compañías que utilizan combustibles fósiles pero que están invirtiendo para conseguir la transición energética; esto es algo que no sucede de la noche a la mañana. Las energías renovables son parte de la solución”.
Page también destacó la efectividad de la ESG en el largo plazo: “La capacidad para ofrecer protección frente a las caídas es clave para seleccionar bonos. La inversión ESG no es un sprint, es una maratón y requiere la integración consistente de la ESG en la inversión en renta fija para generar resultados en el medio y el largo plazo”, concluyó.