Hoy cuando caiga el sol, los niños saldrán disfrazados para pedir dulces, pero por más esfuerzo que pongan en asustar, su picardía es encantadora. Sin embargo, los números del mercado y la macroeconomía de EE.UU. podrían asustar más que el mismísimo Freddy Krueger, tal como los repasa New York Life Investments.
Los tipos suben en la Torre del Terror de los mercados
Los tipos de interés han ido subiendo a medida que el fuerte crecimiento económico y la persistente inflación han desalentado las esperanzas de rápidos recortes de la Fed. La bajada de tipos de julio a octubre se basó en las expectativas de un ciclo agresivo de recorte de tipos, pero la realidad es que la economía no ha cambiado mucho para justificar ese movimiento, asegura la gestora. Con un crecimiento y un mercado laboral estables, las perspectivas apuntan a una subida de tipos.
La subida de los rendimientos a largo plazo, sin embargo, está probablemente relacionada con las mayores probabilidades de que se produzca un barrido rojo en las dos últimas semanas. El mercado está valorando el impacto potencial de algunos de los peores impulsos fiscales de Trump y, junto con ello, una oferta mucho mayor del Tesoro.
La niña de El Exorcista: la deuda pública está perdiendo eficacia
Nada asustaba más que la escena de El Exorcista cuando la niña comienza a girar 360 grados su cuello. El mismo terror sienten los inversionistas al ver el aumento y la poca eficiencia de la deuda pública estadounidense.
En el pasado, el gasto público financiado mediante deuda solía tener un mayor «efecto multiplicador» sobre el PIB: cada dólar prestado podía generar más de un dólar de actividad económica. Pero a medida que aumentan los niveles de deuda, ese multiplicador tiende a reducirse. Además, a medida que aumentan los niveles de deuda, más gasto público se destina al servicio de la deuda existente en lugar de a financiar inversiones productivas, lo que limita la flexibilidad fiscal y reduce el beneficio económico general del endeudamiento.
“Consideramos que una victoria electoral de cualquiera de los partidos es el mayor riesgo para los inversores, ya que podría conducir a un crecimiento más agresivo de la deuda en comparación con un Congreso dividido. Si la deuda y el déficit siguen expandiéndose, es probable que los tipos de interés -en particular los rendimientos a largo plazo- suban como reflejo de los riesgos de escalada”, alerta el informe como si fuera el sacerdote que sacude la cruz en la película sin mucho éxito.
Frankenstein en el bazar: la pesadilla de las pequeñas capitalizaciones, la subida de tipos acecha al mercado
Los tipos más altos sólo asustan si hay que pagarlos. Las grandes capitalizaciones están mejor aisladas porque tienen más deuda a largo plazo y a tipo fijo. Por el contrario, las pequeñas capitalizaciones tienden a tener más deuda a tipo variable, lo que las hace más vulnerables a los tipos más altos a largo plazo. Esto ha dificultado especialmente la rentabilidad de las pequeñas capitalizaciones en el entorno actual.
“El rendimiento reciente de las pequeñas capitalizaciones ha sido inestable, pero aún hay oportunidades de encontrar ganadores. Si la economía logra un aterrizaje suave y el crecimiento se reacelera, lo que no es nuestra hipótesis de base, estaríamos más convencidos de la rentabilidad superior de las pequeñas capitalizaciones”, resume New York Life Investments.
Final feliz o un final abierto para una saga
Estos datos se dan en un contexto político y geopolítico de mucha tensión. Además, el debilitamiento de las economías y la pérdida de puestos de trabajo en todo el mundo han puesto el comercio en primer plano. Muchos países están poniendo barreras comerciales en su interés nacional, incluso EE.UU.
Pero este cambio presenta tanto riesgos como oportunidades. Una globalización más lenta podría provocar un aumento de los costes y de la inflación, reduciendo los márgenes de las empresas. Pero también está impulsando la regionalización, creando oportunidades en la deslocalización y la producción nacional, dice el informe.
Tal como podemos ver en las películas de terror, el final dependerá de lo rápido que pueda correr el inversor y encontrar un refugio o lo astuto que sea para sobreponerse a la situación y clavarle la estaca al vampiro.
Ese refugio en el caso de las carteras a largo plazo, la gestora recomienda buscar la posibilidad de centrarse en regiones y empresas que puedan adaptarse a una economía mundial más fragmentada como puede ser el Sudeste Asiático y México.