Desde el comienzo del año, las bolsas chinas han registrado una corrección a la baja con repercusiones mundiales, cuyas ondas de choque se han dejado sentir también en Japón. Pero precisamente en este país, caracterizado por una recesión prolongada y un peligroso envejecimiento de su población, existen grandes oportunidades de inversión. Steve Glod, gestor del fondo BL-Equities Japan, explica brevemente en esta entrevista su visión sobre las reformas llevadas a cabo en Japón y sus resultados.
¿Cuál es el entorno actual del mercado en Japón?
En las últimas décadas, Japón ha pasado por periodos difíciles, ya que el país ha entrado en recesión en múltiples ocasiones. Entre una recesión y otra siempre ha habido buenos esfuerzos, pero nunca se ha llegado realmente a registrar una recuperación duradera. Sin embargo, el entorno de mercado actual ha mejorado significativamente y sus bases parecen más sólidas que en el pasado. Esto se debe especialmente al programa de reformas económicas estructurales («Abenomics») puesto en marcha por el primer ministro, Shinzo Abe, tras su victoria en las elecciones de finales de 2012, con el fin de lograr una recuperación económica sostenible.
Abe entendía que las reformas estructurales eran absolutamente necesarias para que las empresas pudieran seguir creciendo. Actualmente, el mercado laboral japonés se caracteriza por una tasa de desempleo sumamente baja, mientras que la mentalidad de los trabajadores también está cambiando: hasta ahora estos eran fieles de por vida a su empresa, mientras que actualmente los contratos temporales van cobrando peso. Esta mejora del entorno estructural y el tipo de cambio actualmente bajo del yen benefician especialmente a las empresas de calidad –como son las exportadoras–, por lo que en 2016 se esperan unos beneficios récord.
Habla usted de empresas de calidad. ¿Podría contarnos algo más cerca de estas empresas?
Según el mercado, son empresas de calidad aquellas que se caracterizan por una alta rentabilidad sobre recursos propios, unos márgenes elevados y, por tanto, un abundante flujo de caja libre. Nosotros vamos un paso más allá y definimos las empresas de calidad como aquellas que poseen una ventaja competitiva clara. Además, estas empresas pertenecen a sectores que ofrecen perspectivas de crecimiento a largo plazo y sus temáticas de inversión auguran un éxito sostenible. Y ese es precisamente el enfoque de inversión que seguimos en BLI – Banque de Luxembourg Investments. Por lo que respecta a mi fondo, diferencio entre empresas exportadoras, que obtienen sus beneficios principalmente en el extranjero, y empresas que operan en el mercado nacional. Ambos tipos de empresas están representados en la cartera de BL-Equities Japan con un porcentaje de aproximadamente el 50% cada una. Mi trabajo como gestor de fondos consiste en comprar a buen precio empresas de calidad que ocupan nichos de mercado específicos con potencial de crecimiento.
En nuestra cartera figuran también algunas empresas que se ven favorecidas por el envejecimiento cada vez mayor de la población, como por ejemplo la compañía farmacéutica Santen Pharmaceutical, uno de los líderes mundiales en medicamentos para ciertas enfermedades oculares. Debido a la enorme fortaleza del yen en el pasado, las empresas exportadoras clásicas se vieron incluso obligadas a desarrollar y defender una ventaja tecnológica, para poder competir con las empresas asiáticas de menor coste. Así, en nuestra cartera figuran por ejemplo proveedores de ordenadores tablets y smartphones, especialmente Samsung y Apple, cuyos productos tienen un gran potencial de crecimiento.
Otro ejemplo característico de empresa de calidad es Shimano, una conocida multinacional con importantes ventajas competitivas que fabrica componentes y accesorios para bicicletas, y que cuenta con una gran lealtad de los clientes. Esto significa que, por lo que respecta a los componentes, los fabricantes de bicicletas en realidad no pueden evitar recurrir a la marca Shimano. Este éxito no es casual, ya que durante años la empresa ha invertido considerablemente en el desarrollo; cada año se registran aproximadamente 100 nuevas patentes, de nuevos componentes y, en algunos casos, de mejoras de componentes existentes.
Como resultado, Shimano posee en la actualidad una cuota de mercado del 70%, por lo que a los competidores les resulta prácticamente imposible ofrecer alternativas rentables con un nivel técnico igual de elevado. A su vez, esto genera unos elevados rendimientos y buenas perspectivas de crecimiento. A ello hay que añadir que la clase media de los países emergentes va en aumento y demanda más bicicletas. Por su parte, las ciudades europeas se están reforzando sus sistemas de bicicletas públicas para reducir la congestión del tráfico. Lo que muchos no saben es que desde hace varios años Shimano ofrece además productos para el remo y que es también un proveedor líder de accesorios de pesca.
¿Qué peculiaridad destacaría del mercado japonés?
Japón es un mercado temático con algunas tendencias a corto plazo, justo lo contrario a nuestro enfoque de inversión, que se centra en el largo plazo y no en las tendencias del mercado. Así, 2013 fue el año de los valores exportadores, de las empresas cíclicas y de las acciones financieras e inmobiliarias. En los dos últimos años, la inversión se centró más en el tema de la mejora del gobierno corporativo, es decir, la gestión de las empresas. Y algo que está relacionado con esto, el objetivo de repartir mayores dividendos a los accionistas. En Japón, hasta ahora las empresas han sido bastante conservadoras, pues apenas han hecho hincapié en los beneficios. Hay empresas que se mantuvieron con vida casi artificialmente, a fin de evitar su quiebra y, con ello, la supresión de puestos de trabajo.
Mientras tanto, se comprende aunque muy lentamente, que es más razonable emplear la mano de obra ya de por sí escasa de forma más razonable –Japón destaca por su pleno empleo– y fortalecer la situación económica del país. Esta transformación se traduce en medidas en aras de una mayor transparencia y comunicación al exterior, lo que se refleja por ejemplo en la creación de departamentos de relaciones con los inversores. En otras palabras: las empresas japonesas están descubriendo ahora al accionista. Este cambio de tendencia nos complace, pues son sobre todo las empresas de calidad las que implementan estas mejoras. Si nos fijamos en los valores japoneses que mejor se han comportado, las empresas de calidad destacan especialmente por delante de las empresas de crecimiento. Las empresas con un elevado nivel de endeudamiento y las empresas de valor, han mostrado un pésimo comportamiento.
¿Se refleja también en la rentabilidad de BL-Equities Japan?
En 2014 y 2015, el fondo registró un buen nivel de rentabilidad. Sin embargo, 2013 fue más complicado para nosotros, ya que ese año los títulos financieros e inmobiliarios, valores que excluimos desde el principio en nuestro enfoque de inversión debido a su escasa transparencia, se vieron beneficiados. No obstante, volvemos a insistir en que nuestra metodología de inversión se orienta al largo plazo y, en ocasiones, los inversores también tienen que asumir algún año negativo con respecto al índice de referencia, como sucedió en 2013. Sin embargo, en un ciclo de mercado a largo plazo, estoy convencido de que el enfoque basado en incluir en cartera empresas de calidad a buen precio dará sus frutos, tanto por lo que respecta a la rentabilidad absoluta como a la relativa.