Los directores financieros y tesoreros corporativos enfrentan mayor complejidad en comparación con hace sólo tres años, en medio de los cambiantes corredores comerciales y económicos, los continuos vientos en contra macroeconómicos y el riesgo geopolítico. Aunque gestionar un negocio internacional no siempre es un camino recto, muchas empresas continúan siendo optimistas respecto a las perspectivas de crecimiento de su organización, ya que las nuevas tecnologías les permiten descubrir y trazar oportunidades a partir de la incertidumbre, según apunta como principal conclusión la última encuesta realizada por HSBC titulada «Encuesta Global de Gestión
de Riesgos Corporativos» y realizada a 300 directores financieros y más de 500 profesionales senior de tesorería de empresas multinacionales en diversos sectores, abarcando las Américas, Asia y EMEA.
A luz de las conclusiones de esta encuesta, Rahul Badhwar, Global Head of Corporates Sales for Markets & Securities Services, destaca que las empresas siguen enfrentando múltiples desafíos que pueden afectar sus finanzas. «Navegar por las tasas de interés, la inflación y los mercados de divisas volátiles, mientras se implementan estrategias de gestión de riesgos para abordarlos, se ha vuelto cada vez más esencial en la función de tesorería corporativa. En un mundo de incertidumbre, vemos a las empresas queriendo mitigar el riesgo y beneficiarse de él también”, asegura.
En este sentido, el 68% de los encuestados está de acuerdo en que la tesorería juega un papel clave en las decisiones estratégicas, en comparación con el 41% en 2021, cuando HSBC realizó su última encuesta de gestión de riesgos corporativos. Además un 47% afirma que la gestión del riesgo es un área en la que sienten que su empresa está menos preparada. Los encuestados también reconocen que el impacto de la inflación y las políticas económicas han hecho que sus proyecciones de ingresos y volúmenes de costes sean en algunos casos inexactas, con interrupciones en las cadenas de suministro y la logística de ventas, retrasando el tiempo de los flujos de efectivo. Según el 93%, las inexactitudes en los datos de previsión de flujos de efectivo han causado pérdidas evitables en los últimos dos años, ya sea por sobreendeudamiento o por déficit de liquidez.
«Hay momentos en los que la fuerza principal que impulsa los mercados de divisas no es la macroeconomía. Este año, con un número récord de países yendo a las urnas, las elecciones, así como la geopolítica han sido, a veces, el factor dominante detrás de las valoraciones de divisas. A diferencia de las variables económicas, los resultados geopolíticos pueden ser aún más difíciles de predecir, lo que dificulta que los tesoreros corporativos cubran el riesgo cambiario y tomen decisiones a largo plazo”, añade Badhwar.
Principales riesgos
Llama la atención que muchas empresas son optimistas respecto a las perspectivas de crecimiento en el futuro cercano, según la encuesta. Los factores clave para lograrlo incluyen el aumento de la demanda de clientes y una adopción más rápida de las nuevas tecnologías (ambas con un 75%), así como la reducción de las tensiones geopolíticas (52%). Sin embargo, para los encuestados algunos desafíos probablemente permanecerán: el 58% está preocupado por la inflación y el 55% por una recesión económica prolongada.
En opinión de Holger Zeuner, Head of Thought Leadership, EMEA, Corporate Sales, muchos equipos de tesorería fueron tomados por sorpresa por el fuerte aumento de las tasas de interés observados en 2022 y 2023, ya que los bancos centrales buscaron frenar la inflación desbordada, resultando en mayores costes de financiación. «Las empresas buscan encontrar un equilibrio estructural entre la deuda a tasa fija y la deuda a tasa variable para gestionar su riesgo de tasas de interés, de modo que se alinee tanto con su perfil empresarial como con el entorno del mercado. Tal enfoque les ayudaría potencialmente a proteger mejor sus negocios contra un caso peor de escenario, mientras que también les permitiría beneficiarse cuando las tasas bajen”, comenta Zeuner.
La encuesta de HSBC también revela que el riesgo ESG en las cadenas de suministro está aumentando cada vez más su importancia para los tesoreros: un número creciente de encuestados también espera trabajar con bancos u otros socios financieros para apoyar a los proveedores en sus esfuerzos ESG, pero el 27% también anticipa cancelar contratos con proveedores debido a problemas ESG en los próximos tres años. “Lleva años construir una relación de proveedor confiable, por lo que asegurarse de no tener demasiado riesgo de concentración y una cadena de suministro resiliente puede estar en conflicto con el cambio de proveedores debido a sus puntuaciones ESG. Esa es la disyuntiva que las empresas están analizando, pero el hecho de que ahora haya compañías dispuestas a tomar medidas hacia una mayor responsabilidad en las prácticas a través de su cadena de suministro es potencialmente alentador desde una perspectiva ESG”, destaca Vivek Ramachandran, Head of Global Trade Solutions.
Según la encuesta, el 99% dice estar al menos algo preocupado por la visibilidad ESG en sus proveedores, mientras que el 56% está muy preocupado por su capacidad para cumplir con los requisitos de informes ESG –algo más predominante en Europa, donde la regulación ESG está más avanzada en comparación con otras regiones del mundo. Sin embargo, la encuesta de HSBC revela que solo un tercio de las empresas a nivel global ha incorporado hasta la fecha pautas y políticas ESG en sus cadenas de suministro.
Desde HSBC explican que se espera que los vientos para las empresas y su función de tesorería provengan del surgimiento de la inteligencia artificial (IA). El 61% cree que la IA beneficiará positivamente la rentabilidad de su empresa en los próximos tres años, mientras que otro 61% cree que será muy útil para la toma de decisiones en la gestión de riesgos durante ese periodo de tiempo. El 62% de los encuestados están preocupados por la falta de acceso a talento y habilidades que podrían ralentizar la adopción de la IA, mientras que solo el 5% ve la financiación como el principal desafío.