Las buenas oportunidades también pueden llegar en formato pequeño. Así lo defiende Amy Zhang, gestora del fondo Alger Small Cap Focus Fund, una sicav que invierte principalmente en acciones de empresas de pequeña capitalización estadounidense o small caps. A través del fondo Alger Small Cap Focus Fund de la gestora Alger Management, que está distribuido en España exclusivamente por La Française, Zhang identifica empresas pequeñas que sean excepcionales y con un gran potencial de generar ingresos a largo plazo.
“Nos fijamos en los ingresos de la empresa, que es un indicador de su tamaño, y no tanto en el capital”, matiza la Zhang, quien considera que el impulso fiscal liderado por la administración Trump, unido a la desregulación de muchos sectores está creando grandes oportunidades de inversión en pequeñas empresas estadounidenses. Según explica, “buscamos compañías para construir una cartera con empresas excepcionales que tengan potencial de crecimiento para convertirse en grandes empresas”.
La característica que tienen en común las empresas que incluye en la cartera es que tienen una posición competitiva y defensiva en el mercado, así como un sólido balance y una fuerte generación de flujo de caja. “Preferimos las empresas pequeñas porque las grandes empresas suelen tener un mayor apalancamiento financiero. Nuestro objetivo son empresas con un sólido historial operativo y con capacidad para doblar sus ingresos en un margen de cinco años”, afirma Zhang.
La filosofía de inversión que está detrás de la Alger Small Cap Focus Fund se basa en generar alfa tomando decisiones de inversión basadas en los fundamentales de las empresas, siguiendo una selección de activos (con estrategia bottom-up) y evitando replicar el comportamiento del índice. En este sentido Zhang explica que “en un periodo de un año es probable que el índice tenga mejor comportamiento, pero a largo plazo la estrategia funciona y el comportamiento acaba siendo mucho mejor y vence al índice”; de hecho la inversión tiene un horizonte de entre tres y cinco años.
Esta filosofía ha llevado al fondo a obtener una rentabilidad media del 6,9% desde su lanzamiento en enero de 2016, frente al 4,1% del índice de referencia Russell 2000 Growth. Ante todo, es un fondo que sigue la filosofía de la gestora Alger Management, caracterizada por la innovación, por estrategias defensivas y por una filosofía dinámica en la inversión.
Selección de nombres
La cartera del fondo está compuesta por unas 50 empresas, con baja rotación aunque tal y como indica Zhang, “se cambia cuando hay un deterioro en los fundamentales de la compañía o porque ha perdido su diferencia competitiva”. Este último aspecto, la diferencia competitiva, es un elemento que pesa mucho y que supone “no ser empresas agresiva, sino que las mejores en lo que hacen”, matiza.
El tipo de empresas descritas lleva a que el fondo tenga una exposición del 13% en tecnología y casi del 20% en salud, mientras que infrapondera otros sectores como las industrias, el consumo discrecional o el mercado inmobiliario. Según señala Zhang, “cuesta encontrar este tipo de empresas en determinados sectores, como en el de consumo discrecional, y en otros como la industria, el consumo y las finanzas, hay que seleccionar muy bien en qué compañías invertir”.
En su opinión, las compañías relacionadas con la inteligencia artificial, el software y aquellas que tienen un componente innovador con aplicaciones en el mercado y en otros sectores son las más atractivas, ahora bien deben cumplir una serie de requisitos: “No tener deuda o tener una deuda baja de calidad, un margen alto, un buena calidad, no ser caras y unos ingresos altos”, recuerda.
Contexto político
En un momento en el que la renta variable parece que prefiere Europa a Estados Unidos, Zhang considera que no es tarde para invertir en este tipo de empresas norteamericanas, ya que las cifras macroeconómicas siguen siendo positiva y el contexto político es tranquilo.
Según la gestora, “la política es lo que es y puede haber tendencias, pero los fundamentales de una compañía son mucho más sólidos que los tiempos políticos”, argumenta. Destaca en positivo el consenso que hay sobre que las políticas de Trump llevarán tiempo poder ser implementadas, pero tanto el gasto en infraestructuras como la reforma fiscal favorecerán a las compañías, sobre todo a aquellas con ventajas competitivas en el mercado. “El mercado se irá normalizando y los inversores se irán apoyando más en los fundamentales, con cierta independencia del momento político”, afirma.