Aunque toda la atención está puesta en el recuento de los votos en EE.UU. para confirmar la victoria de Donald Trump, el mercado tiene una cita relevante entre hoy y mañana: una nueva reunión de la Fed. Según la valoración que hacen las firmas de inversión, se espera un nuevo recorte de 25 puntos básicos, ante unos datos macro que muestran una economía fuerte y una reducción de la inflación.
Para Allianz GI, la Reserva Federal sorprendió al mercado al comenzar su ciclo de recortes con una bajada de tipos de 50 pb, mayor de lo esperado. En opinión de Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, con esta acción, la Fed señaló un cambio importante en su estrategia de política monetaria, volviendo a priorizar el empleo, que es una de las dos principales responsabilidades que tiene, junto con la estabilidad de precios, en su doble mandato.
“Las proyecciones de la reunión de la Fed de septiembre mostraban una previsión media de recortes adicionales de 50 pb en lo que queda de año y de otros 100 pb en 2025. Los mercados de tipos de interés a plazo han reflejado en gran medida este resultado, con un tipo terminal para este ciclo en torno al 3,5%. Así pues, estas medidas de la Reserva Federal han aumentado, al menos por ahora, la probabilidad de un aterrizaje suave en EE.UU. en 2025, aunque históricamente se trata de un resultado poco común”, explica Krautzberger.
Sin duda, los expertos consideran que la desaceleración del mercado laboral y la moderación de los riesgos inflacionarios permiten a la Fed continuar reduciendo gradualmente su tasa de política. “El FOMC probablemente continuará bajando su objetivo para la tasa de fondos federales, ya que el rango objetivo actual de 4,75%–5% sigue siendo una política monetaria bastante restrictiva. Después de un audaz recorte inicial de 50 puntos básicos, el FOMC indicó que avanzaría de manera gradual y dependiente de los datos. Los datos actuales justifican plenamente un recorte de 25 puntos básicos en la reunión del miércoles. Los datos futuros, y particularmente cualquier cambio en la política económica a la luz de los resultados de las elecciones en EE.UU., determinarán si la Fed continuará recortando tasas en 25 puntos básicos después de la reunión de noviembre y llevará las tasas a un nivel más neutral del 3.5% para mediados de 2025”, añade David Kohl, economista jefe de Julius Baer.
25 o 50 puntos básicos
Según el Benoit Anne, Managing Director del Grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management, la Fed aún tiene un trabajo por delante. Para esta experta, es cierto que hemos llegado a unas condiciones macroeconómicas que permiten a la Fed iniciar un tan anticipado ciclo de relajación. Pero reconoce que podría ser un poco prematuro para que la Fed celebre. De hecho, Anne observa que hay algo de ansiedad acumulada tras los últimos desarrollos en el mercado laboral. En otras palabras, queda poco margen para un mayor deterioro antes de que el riesgo de recesión vuelva a ser una preocupación importante.
“Estamos lejos de llegar a la meta, es decir, una tasa de fondos federales cuyo número principal comience con un 3%, y no un 5%. Para esta semana, el mercado parece estar dividido entre la posibilidad de un recorte de 25 puntos básicos o de 50 puntos básicos, con un recorte de 36 puntos básicos ya incorporado en las expectativas actuales. Nuestro Economista Jefe, Erik Weisman, se inclina hacia un recorte de 25 puntos básicos este mes, aunque piensa que la Fed debería optar por 50, pero parece una decisión difícil. El movimiento de 25 puntos básicos suena razonable, ya que la Fed puede querer evitar una acción que se interprete como señal de pánico. En última instancia, creemos que lo importante será la persistencia y estabilidad de los recortes de tasas en el futuro, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad para una política más agresiva si el contexto macroeconómico se deteriora”, argumenta.
Desde Bank of America se muestran muy contundentes y señalan que el recorte será de 25 puntos básicos: “Esperamos que la Fed recorte los tipos 25 puntos básicos en su reunión de noviembre. La declaración del FOMC debería cambiar poco, salvo el lenguaje en torno a la acción política y el nuevo rango objetivo. Tampoco esperamos grandes cambios en el mensaje del presidente Powell. Esperamos que probablemente pase por alto gran parte de la debilidad de los datos de empleo de octubre, aunque podría destacar las revisiones a la baja de las nóminas de agosto y septiembre como motivo de preocupación. La reunión de noviembre no debería ser un acontecimiento. Las elecciones tendrán consecuencias mucho mayores para los mercados en general, e incluso para la trayectoria de la política de la Reserva Federal”.
En este sentido, la entidad señala en su último informe que dado que es poco probable que la Reserva Federal ofrezca fuegos artificiales en noviembre, la atención debería centrarse rápidamente en las señales de Powell en torno a la reunión de diciembre. “Una vez más, esperamos que Powell haga hincapié en la dependencia de los datos y ofrezca poca orientación de cara al futuro. Aunque vemos crecientes riesgos al alza para el tipo terminal, probablemente sea demasiado pronto para que Powell abra esa puerta”, indican desde Bank of America.
Incertidumbres en el horizonte
Sin embargo, en opinión de Christian Scherrmann, economista Jefe de EE.UU. para DWS, sigue habiendo algunas incertidumbres. “En particular, mantenemos la cautela sobre las perspectivas de inflación. Dado que la debilidad del mercado laboral parece ser más un producto de la calidad de los datos y de la volatilidad, las presiones inflacionistas -aunque en retroceso- parecen seguir siendo un factor significativo. También creemos que la demanda sigue siendo sensible a las expectativas de tipos de interés más bajos”, apunta Scherrmann.
Sin duda, otro elemento de incertidumbre son las elecciones ayer celebradas. Según explica el economista de DWS, las probabilidades de que no haya una imagen clara de quién será presidente y cómo será el Congreso son altas. “Con todas estas incertidumbres, los banqueros centrales todavía tienen que volar con la vista puesta en la economía, y esperamos que la dependencia de los datos vuelva a ser el mensaje central de la conferencia de prensa, probablemente con un toque ligeramente hawkish. Pero con los actuales tipos de interés oficiales, aún muy por encima de lo que puede considerarse neutral, la Fed tiene sin duda cierto margen de maniobra cuando se reúna en noviembre y diciembre. Para la reunión de diciembre, pensamos que será más difícil saber si veremos otro recorte o si la Fed hace una pausa en la normalización de la política monetaria. Para entonces, al menos, deberíamos tener una idea más clara de lo que cabe esperar de los legisladores.
En este sentido, Michaël Nizard y Nabil Milali, gestores en Edmond de Rothschild AM, añaden: «Debemos permanecer atentos al riesgo que corre la independencia de la Fed, dado el deseo declarado de Trump de interferir en la toma de decisiones de la institución, aunque será difícil que ponga en entredicho la presidencia de Jerome Powell antes de que finalice su mandato en 2026».
Además, Roger Aliaga-Díaz, Vanguard Global Head of Portfolio Construction and Chief Economist Americas, recuerda que tema central de las perspectivas económicas y de mercado para 2024 fue que las tasas de interés por encima de sus niveles previos a la pandemia llegaron para quedarse. En su opinión, esto implica que para la Fed la tasa neutral—el nivel proyectado de tasas de interés que, en teoría, mantendría a la economía en equilibrio sin sobrecalentarse ni enfriarse demasiado—es más alta que en la década anterior.
“Consideramos factores como el aumento de los déficits fiscales estructurales y el envejecimiento de la población para concluir que la tasa neutral nominal ronda el 3,5%. Esperaría que la Fed aumente su estimación aún más a lo largo de 2025. A medida que la Fed reduzca su objetivo de la tasa de fondos federales desde el rango actual de 4,75%–5% en los próximos meses, aliviará su control sobre una economía que ya no enfrenta la amenaza inminente de una inflación descontrolada. Encontrar el equilibrio adecuado en el ritmo de los recortes de tasas es la tarea más difícil para cualquier banco central. Ir demasiado lento aumenta el riesgo de un aterrizaje duro; ir demasiado rápido incrementa el riesgo de reavivar la inflación. Naturalmente, la Fed se ha enfocado intensamente en encontrar un camino intermedio, o un aterrizaje suave”, comenta Aliaga-Díaz.
¿Qué prefieren los votantes?
Por último, es complicado aislar totalmente esta reunión de la Fed de las elecciones celebras ayer. Para Deborah A. Cunningham, Chief Investment Officer Global Liquidity Markets de Federated Hermes, señala que a los votantes les gustaría evitar un movimiento del banco central esta semana, pero el gran recorte exige esencialmente que hagan algo para salvar la credibilidad. “Si reducen el rango objetivo en un cuarto de punto, como esperamos, podrían mantener los tipos estables en diciembre antes de relajarlos de nuevo en enero y continuar con esa pauta de recorte/no recorte durante varias reuniones”, explica.
En su opinión, es evidente que las elecciones presidenciales están creando importantes perturbaciones, pero gane quien gane es probable que aplique políticas inflacionistas. “Esta reunión es más decisiva para la parte delantera de la curva de rendimientos. Curiosamente, la incertidumbre se debe tanto al recorte de 50 puntos básicos de la Fed en septiembre como al análisis de los datos recientes. Aunque el presidente de la Fed, Jerome Powell, probablemente no tenga remordimientos, algunos responsables políticos parecen lamentar la magnitud del recorte, basándose en la avalancha de discursos y apariciones desde entonces”, argumenta Cunningham.