La gestora de activos francesa Ofi Invest AM, la quinta mayor gestora de activos de Francia con 180.800 millones de euros a 30 de junio de 2024, cree que la deuda pública europea y la renta variable de EE.UU. presentan el mayor atractivo para invertir el próximo año 2025.
En el caso de la deuda pública europea opinan así porque, tras dos años de fortaleza en el mercado de crédito, las bajadas de tipos del BCE en 2025 limitarán la subida de rendimientos de los bonos a largo plazo, y la descorrelación con la deuda pública de EE.UU. crecerá.
En cuanto a la renta variable del país, se beneficiará de las medidas de Trump que favorecerán a las compañías, especialmente de los sectores banca, tecnológicas y energía. Algunas compañías europeas con bajas valoraciones relativas y con ciertos vínculos al crecimiento de EE.UU., también podrían aprovechar este escenario.
2025: nuevo escenario por la victoria de Trump
Según Eric Bertrand, CIO de Ofi Invest AM, 2025 habría podido ser el año de la relajación monetaria y del regreso a una política monetaria neutral, después de la lucha contra la inflación de los bancos centrales tras el Covid y la guerra de Ucrania a partir de 2022, y de las bajadas de tipos en 2024 por la caída de la inflación y la resistencia del crecimiento.
Pero la amplia victoria de Donald Trump, cuyo partido controlará el Senado y la Cámara de Representantes, podrían hacer cambiar este escenario, rompiendo la dinámica en vigor desde 2022. Sus políticas, y el equipo que ha nombrado, podrían suponer un estímulo para el crecimiento y la inflación en el país en el corto plazo.
Además, el nuevo equipo parece haber aprendido la lección de las dificultades en el primer mandato. Sin embargo, todas las medidas anunciadas tendrán que ser negociadas y aprobadas, “y los resultados seguramente no serán tan blancos o negros como lo prometido”, en opinión de Eric Bertrand.
Expectativas en EE.UU. y Europa
Los recortes fiscales y la desregulación están creando un marco favorable para las empresas, que puede durar al menos hasta las elecciones mid-term en 2026, según el experto.
Es posible que al principio, se beneficien la inversión y el crecimiento en EE.UU. Las subidas de los aranceles aduaneros y los cambios en las leyes de inmigración -que probablemente serán difíciles de aprobar tal y como están- podrían impulsar un repunte inicial de la inflación, aunque a medio plazo podrían frenar el crecimiento y favorecer un escenario deflacionista.
Respecto a Europa, el CIO de Ofi Invest AM cree que podría verse afectada por los aranceles en un principio, pero con el tiempo debería beneficiarse del crecimiento de la economía en Estados Unidos, y de un euro más débil, que podría apoyar sus exportaciones, con algo de inflación importada. El mayor problema de Europa es cómo mantenerse unida y resistir a las fuerzas centrífugas para conservar su poder de negociación. Un hito difícil, teniendo en cuenta la debilidad de Francia y Alemania y las posturas geopolíticas en Hungría, Polonia e Italia.
Descorrelación bonos a largo EE.UU.-Europa
Según el CIO de Ofi Invest AM, este escenario podría hacer que la Fed frene su velocidad en los recortes de tipos y no llegue tan lejos, no como el BCE. Teniendo en cuenta las declaraciones de Trump, en 2026 podría haber un nuevo president de la Fed, y ello avivaría la volatilidad. Por lo tanto, es probable que los rendimientos de los bonos de EE.UU. a largo plazo se mantengan altos en una curva de tipos empinándose. Si hubiera algún repunte hacia los máximos de 2024, podría ser momento de aumentar la exposición al activo.
Respecto a los bonos europeos a largo plazo, el experto de Ofi Invest AM ve probable que crezca la descorrelación y los rendimientos caigan. Además, en 2025 podría rebajarse la calificación crediticia de Francia a la categoría A, algo ya descontado en los diferenciales de rendimiento respecto al bono alemán. Si hubiera nuevas elecciones parlamentarias en Francia en 2025, en función del resultado podría aumentar la volatilidad y generarse nuevas oportunidades.
Deuda pública Europa y renta variable en EE.UU., activos más favorecidos
Tras dos años de fortaleza en los mercados de crédito, parece tener sentido reequilibrar las carteras hacia la deuda pública, sobre todo las de seguros. El bono alemán a 10 años aporta un rendimiento casi igual que el tipo del swap (contrato de permuta financiera).
Por su parte, la renta variable podría superar de nuevo a la europea en 2025, dentro de un entorno algo más volátil y moderadamente alcista. Aun así, hay ciertas compañías europeas que podrían ser oportunidades de inversión, por sus bajas valoraciones relativas y por sus vínculos con el crecimiento en EE.UU., comenta Eric Bertrand.
Desde el punto de vista sectorial, las mejores perspectivas en renta variable las presentan los bancos, la tecnología –que se beneficiaría de la presencia de Elon Musk en el equipo de Trump- y la energía.
Según Ofi Invest AM, en 2025 es probable que el BCE siga bajando gradualmente sus tipos de interés oficiales. De esta forma, limita la subida de los rendimientos de los bonos europeos a largo plazo. En caso de que hubiera episodios de tensión, sería aconsejable aumentar la exposición a duración. En este entorno, la deuda pública europea parece tener un mayor atractivo que los bonos corporativos.
En renta variable, es probable que EE.UU. aproveche un escenario más favorable para el negocio de las empresas que mejora la visibilidad, tras el inequívoco resultado de las elecciones en EE.UU. La política fiscal de Trump podría ser de apoyo para la renta variable norteamericana, en tanto que los mercados de renta variable europea temen el impacto del proteccionismo de EE.UU. en el crecimiento.