La subida de los tipos de interés en Estados Unidos, junto con la fortaleza del dólar han levantado en los últimos meses una oleada de inquietud entre los inversores en deuda de los mercados emergentes.
Del análisis de los datos de diversos organismos mundiales como el IIF, el BIS, el FMI o el Banco Mundial, los expertos de Credit Suisse no creen que haya una situación de deuda sistémica en los emergentes.
“El aumento en los rendimientos hasta el momento se ha contenido a niveles consistentes con el pico de los rendimientos registrados en diciembre de 2016”, explica Alexander Redman, analista del banco suizo.
Apalancamiento razonable
Excluyendo a China, dice su análisis, los mercados emergentes registraron un aumento mucho más medido en el apalancamiento apuntando a un perfil de deuda distribuido de manera más uniforme, donde los sectores domésticos y financieros tienen los ratios de deuda más bajos.
“A nivel nacional, encontramos que Argentina, Chile, Turquía, Egipto y Sudáfrica aparecen como los más vulnerables en una evaluación de riesgo crediticio que clasifica los mercados emergentes por su mérito relativo usando seis criterios específicos de sostenibilidad de la deuda identificados por el FMI , BIS e IIF”.
La expectativas de Credi Suisse de cara a este año y el próximo apuntan a un entorno de política monetaria algo menos acomodaticio para los mercados emergentes, representado por el diferencial del crecimiento del PIB nominal sobre las tasas de interés de referencia, que históricamente ha estado estrechamente relacionado con los rendimientos del mercado de renta variable año a año.
“Prevemos que este diferencial se reducirá a 300 puntos básicos en el transcurso de 2018 (sostenido en 2019) desde el pico del cuarto trimestre de 2017 cuando tocó los 400 puntos básicos”.