DeepSeek, Nvidia y la inteligencia artificial son tres palabras que han resonado toda la semana con fuerza entre analistas, gestores de fondos e inversores. El terremoto del pasado lunes en las bolsas ha abierto un debate sobre en qué punto de la carrera por la IA estamos, así como qué países y compañías la lideran realmente.
“Las empresas que participan en esta carrera llevan tiempo enfrentando dificultades para acceder a chips avanzados. Tecnologías como la de DeepSeek ofrecen una alternativa: en lugar de insistir en el desarrollo de modelos de lenguaje cada vez más grandes, el sector podría redirigir esfuerzos hacia modelos más específicos y eficientes, que requieran menos chips y reduzcan la presión sobre la demanda de semiconductores”, explica Amadeo Alentorn, gestor del fondo Global Equity Absolute Return y director del equipo de Renta variable sistemática de Jupiter AM, haciendo referencia a la parte más técnica.
Según sus previsiones, a medida que distintos sectores de la economía adopten estas tecnologías, la demanda de chips seguirá presente, aunque quizás no en los niveles de crecimiento que el mercado había previsto hasta ahora. “La evolución hacia modelos más pequeños y eficientes representa un posible punto de inflexión en la inteligencia artificial. Este avance no solo pone en duda la necesidad de enormes inversiones en hardware, sino que también abre la puerta a una mayor diversificación en el sector. A corto plazo, esto podría generar volatilidad en las empresas tecnológicas, especialmente en aquellas que han dependido del crecimiento exponencial de la demanda de chips. No obstante, a largo plazo, el acceso más asequible a la inteligencia artificial podría generar beneficios significativos para la economía, la productividad y la adopción de esta tecnología en múltiples sectores”, argumenta Alentorn.
Para Antonio Cavarero, responsable de inversiones de Generali AM, parte de Generali Investments, el mercado de la tecnología ha estado dominado por la idea de una inversión masiva en infraestructura de IA que debía pasar por un número limitado de proveedores y productores, los únicos capaces de permitirse las capacidades necesarias. Ahora, como DeepSeek afirma ofrecer modelos mucho más baratos y menos intensivos en computación para desarrollar herramientas de IA, el alcance de esas inversiones se pone bajo escrutinio, ya que podría haber alternativas más baratas. “Es demasiado pronto para decir hasta qué punto DeepSeek puede cambiar la narrativa de la IA, pero es un recordatorio de que la carrera por mejorar la IA está en marcha, también en la línea de la competencia entre EE.UU. y China. A medio y largo plazo, los modelos de IA más baratos y eficientes ampliarán su uso en todas las actividades”, añade Cavarero.
Algunas firmas de inversión van un paso más allá y hacen una lectura casi geopolítica sobre lo ocurrido. “DeepSeek es una buena oportunidad para hacer balance y reflexionar sobre lo que China puede aportar positivamente al mundo. Al tratarse de código abierto, significa que, en lugar de rodear los avances de secretismo, China contribuye esta vez activamente a la comunidad de código abierto, compartiendo conocimientos en beneficio de todos. Más allá de Deepseek, China está innovando en el sector sanitario, y sería difícil argumentar en contra de más descubrimientos de fármacos y formas de tratar a los pacientes”, destaca Jacques-Aurélien Marcireau, co-responsable de renta variable en Edmond de Rothschild AM.
Implicaciones para la inversión
Ante este contexto, Jeremy Gleeson, director de inversiones en tecnología global de Allianz Global Investors, advierte que la IA generativa está todavía en una fase muy temprana, tanto en su desarrollo como en su implementación, y es habitual que tecnologías emergentes que reciben grandes inversiones presenten mejoras continuas y significativas. “Esto conecta con un pilar clave de nuestra filosofía de inversión: en las etapas iniciales del desarrollo de una tecnología, es normal que los estándares evolucionen o que el rendimiento mejore de manera constante. Por ello, es esencial ser muy selectivos al invertir en tecnologías emergentes en momentos en los que resulta más complicado identificar a los ganadores a largo plazo”, indica.
Aunque siguen viendo muchas declaraciones sobre cuál es «la mejor» IA o el modelo LLM más avanzado en los próximos meses, explica que los avances de DeepSeek R1 destacan especialmente porque abordan directamente cuestiones relacionadas con el nivel de gasto de capital necesario en los próximos años. “Si bien estas novedades han generado una reciente volatilidad a corto plazo en algunos precios bursátiles, seguimos firmes en nuestra visión de que la IA representa una megatendencia estructural a largo plazo”, añade Gleeson.
“Si el aumento de la eficiencia de los sistemas informáticos reduce la demanda de chips y equipos de inteligencia artificial, empresas como Nvidia y otros proveedores de infraestructuras informáticas podrían verse perjudicadas. Sin embargo, este resultado está lejos de ser cierto”, afirman desde Schroders.
En opinión de Alex Stauffacher, analista de renta variable de Vontobel, las implicaciones de estos avances para la inversión son significativas. “Ahora que aumenta el escrutinio sobre la sostenibilidad de las elevadas inversiones en infraestructuras de IA, esperamos un cierto impacto inicial en los valores de hardware, pero lo percibiríamos como una oportunidad de compra, ya que la mejora de la rentabilidad debería impulsar en última instancia la adopción de aplicaciones de IA y beneficiar a una cadena de suministro tecnológico más amplia”, apunta Stauffacher.
Pese a que todos los expertos advierten de que aún hay que esperar a que la innovación de DeepSeek se consolide, siempre hay ganadores en los nuevos paradigmas, y los modelos más baratos, ya que serán positivos para los proveedores de servicios en la nube, ya que reducirían su capex. “Las empresas de software también podrían beneficiarse, ya que les permitiría ofrecer nuevas aplicaciones de IA a un coste menor”, añade Joran Mambir, especialista de inversiones en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Por último, desde Schroders añaden que las empresas de gran escala como Microsoft, Meta y Google podrían salir beneficiadas. “Ha aumentado la preocupación en torno a la posible rentabilidad de sus cuantiosas inversiones relacionadas con la IA. Si esta situación se traduce en una reducción de los costes para estas empresas, podrían reducir sus necesidades de gasto de capital e incrementar significativamente la generación de flujo de caja libre”, argumentan.