El enfoque temático sostenible es clave en la gestión del JSS Sustainable Equity Global Thematic. ¿Podría explicarnos cómo combina la integración de factores ESG con las principales temáticas de inversión, como el envejecimiento, la digitalización o el cambio climático?
Nuestro fondo JSS Sustainable Equity – Global Thematic invierte en todas las áreas de transformación global sostenible, con el objetivo de capturar una tasa de crecimiento sostenida superior al PIB mundial. Consideramos que la mayor parte del cambio en la próxima década estará concentrada en cinco “megatendencias”: digitalización, automatización, envejecimiento de la población, evolución del consumo y cambio climático
Hemos dividido estas cinco megatendencias clave en veinticinco subtemáticas de inversión (por ejemplo: ciberseguridad, robótica, movilidad inteligente…) que comparten cuatro características fundamentales: todas tienen un mercado total monetizable, su crecimiento está sostenido por factores seculares (economía, demografía, tecnología), están transformando los modelos existentes y son sostenibles. Por último, a través del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) comprobamos cómo el crecimiento de cada subtemática afectará a estos ODS, centrándonos en aquellos que contribuyen positivamente al menos al progreso social más amplio.
El fondo se gestiona de manera activa, sin replicar ningún índice de referencia, aunque tiene como punto de referencia al MSCI World NR Index. ¿Qué ventajas y desafíos implica esta estrategia de desvinculación de un índice concreto?
El fondo no hace uso del índice MSCI World como punto de partida para la construcción de la cartera. En lugar de apoyarnos en el índice, nuestro proceso comienza centrándose en estas megatendencias y subtemáticas que superarán a la economía global de forma sostenible y en compañías que se beneficiarán de esta transformación por estar bien posicionadas en sus respectivas cadenas de valor. El fondo presenta dos sesgos principales de este posicionamiento: en primer lugar, carece de exposición a determinados sectores de nuestra lista de exclusión como el carbón, defensa y tabaco. En segundo lugar, el fondo tiene una sobreponderación estructural en crecimiento de calidad lo que podría penalizar a la cartera en determinados entornos, como los de subidas aceleradas de tipos, algo que ya ocurrió en 2022.
Sin embargo, hemos construido una cartera de alta convicción (30-60 compañías) que utiliza plenamente el potencial de diversificación de nuestro enfoque multitemático para lograr un Tracking error del 3-5% frente al MSCI World. En particular, nuestro objetivo es limitar nuestros sesgos a capitalización y regiones, manteniendo una exposición cíclica equilibrada.
En relación al cambio climático, el fondo parece reducir su huella de carbono respecto a su índice de referencia. ¿Qué estrategias específicas utilizan para minimizar la exposición a activos de alto carbono y qué rol juegan las compañías con esfuerzos fuertes de mitigación?
En mayo de 2020, nuestro Consejo de Sostenibilidad Corporativa publicó el compromiso climático para J. Safra Sarasin Sustainable AM, cuyo objetivo es lograr la neutralidad en emisiones de carbono para 2035, con una ruta de transición clara para todos los activos gestionados.
Dentro de este marco, estamos siguiendo la trayectoria de descarbonización del fondo. La huella de carbono, medida en toneladas equivalentes de CO2 (tCO2) por millón de dólares de valor empresarial ($ Mio EVIC), es la forma de cuantificar este objetivo. La finalidad es tratar de mantener una trayectoria un 30% inferior a la de referencia. Como escenario base utilizamos la huella de carbono del MSCI World a finales de 2020, con una reducción anual del 7%. Esto se traduce actualmente en un objetivo de huella de carbono de 26,47 tCO2 por Mio EVIC. El fondo está muy por delante de este objetivo, con una huella de carbono de sólo 3,13 tCO2 por $ Mio EVIC a finales de septiembre de 2024. Nuestro posicionamiento estructural en ganadores temáticos de crecimiento significa que tenemos una exposición muy limitada a combustibles fósiles y otros grandes emisores (en particular, industrias pesadas). El fuerte compromiso y la implementación de iniciativas de reducción de emisiones por parte de las empresas en cartera también desempeñan un papel clave en la mejora de las emisiones del fondo.
El envejecimiento de la población es uno de los temas principales del fondo. ¿Cuáles son las oportunidades más relevantes que ven en este sector y cómo seleccionan las empresas que mejor se posicionan para beneficiarse de esta tendencia demográfica?
El envejecimiento de la población y su trayectoria casi irreversible redefinirán el mundo en la próxima década y más allá. Ya no es sólo un problema del mundo occidental: China tiene una población cada vez más envejecida y perderá 222 millones de personas en edad de trabajar entre 2011 y 2050, un descenso del 25%. Al mismo tiempo, aumentará la población mayor de 65 años. Esto creará sus propias oportunidades, pero también acelerará otras megatendencias como la automatización y la evolución del consumo.
Hemos definido seis subtemáticas en crecimiento relacionadas la categoría de nuestras megatendencias de envejecimiento poblacional. Prosperarán los tratamientos para afecciones médicas relacionadas con la edad o el envejecimiento, como la diabesidad (diabetes y obesidad), la oftalmología, la cirugía robótica y la ortopedia, y los tratamientos innovadores contra el cáncer. La presión al alza en los costes sanitarios obligará a una mayor adopción de soluciones existentes e innovadoras, sobre todo en los ámbitos de la prevención y el diagnóstico. Por último, nuestras sociedades tendrán que adaptarse a las necesidades vitales específicas de las generaciones mayores, como la vivienda o la movilidad.
El análisis fundamental es un pilar de su selección de inversiones. ¿Podría describirnos el proceso clave que siguen para identificar empresas con alto potencial dentro de sus temas de inversión?
El proceso sigue dos pasos. Partiendo de nuestras veinticinco subtemáticas de inversión, identificamos todas las empresas que potencialmente tienen una exposición relevante en términos de grado de pureza temática. A continuación, descomponemos toda la cadena de valor para evaluar las diferentes formas de obtener exposición a las temáticas, y eliminamos las empresas que estén expuestas a los segmentos más frágiles de la cadena de valor. Es decir, aquellos en los que las barreras de entrada y la diferenciación de producto no son potentes. Por ejemplo, en la cadena de valor del comercio digital, tendemos a evitar la mayoría de los operadores de comercio electrónico puro y a favorecer a las empresas de medios digitales que normalmente presentan mejores perspectivas económicas y de crecimiento.
El segundo paso es el análisis específico de la compañía, en el que nuestra investigación se centra tanto en el potencial de crecimiento rentable como en el crecimiento a futuro que puede estar descontado o no por el mercado. Nuestro modelo interno de Valor Económico Añadido nos ayuda a comparar las oportunidades en términos de valoración que existen entre temáticas y sectores y a integrar las aportaciones de sostenibilidad en la valoración.
El año 2022 fue un periodo desafiante para el fondo, con una caída significativa en el rendimiento. ¿Qué lecciones aprendieron de ese periodo y cómo ajustaron su estrategia para seguir impulsando una recuperación en 2023 y más allá?
2022 pasará a la historia como un año difícil para casi todas las clases de activos. Las consecuencias del Covid han distorsionado significativamente los mercados financieros, dificultando la selección de valores a medida que la relajación cuantitativa se convertía en endurecimiento cuantitativo y los tipos de interés subían muy bruscamente para controlar la inflación.
Nuestro fondo no ha salido indemne: gran parte de nuestra rentabilidad relativa inferior se explica por el sesgo temático hacia sectores con crecimiento subyacente en los próximos diez años. Esto se vio exacerbado por la guerra en Ucrania, que se inclinó hacia las viejas industrias, como las del petróleo y el gas, y se alejó de los sectores sostenibles.
Es poco probable que se repitan las circunstancias de 2022, pero lo que hemos aprendido es a aplicar principios más rigurosos de construcción de cartera y ajuste de riesgo. Hemos reforzado el perfil de crecimiento de alta calidad de la cartera y hemos introducido tanto pruebas de estrés de la cartera frente a distintos escenarios económicos como una estricta disciplina de venta basada en los indicadores clave de rendimiento de cada empresa.