Tras el “gran susto” que se llevaron los mercados a finales de 2018, este año ha sido positivo para todas las clases de activos, incluida la renta variable. Sin embargo, muchos inversores se han perdido la recuperación de esta última por no haber sabido acertar con el “market timing”, según JP Morgan Asset Management. A su juicio, todavía nos encontramos en la parte más madura del ciclo económico, por lo que, aunque rechaza la inminencia de una recesión, apuesta por la prudencia manteniendo la renta variable infraponderada.
“Desde finales de 2018, bajamos nuestro posicionamiento en renta variable y, por primera vez en años, estamos infraponderados. En esta parte del ciclo tiene todo el sentido seguir algo más cautos, aunque no la hemos reducido de forma drástica”, aseguró Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal, durante el último desayuno trimestral de la gestora. Allí, reveló que, para volver a ir largos en esta clase de activos, deberían ver un repunte en el crecimiento sincronizado a nivel global, una política monetaria todavía más relajada y una resolución de los conflictos comerciales.
Después de la escalada que sufrieron estos últimos en agosto, septiembre trajo un respiro a los mercados con el acercamiento entre China y Estados Unidos, lo que ha hecho que subieran los activos de riesgo, a lo que se une que el único valor que actualmente se encuentra en negativo es la liquidez. Pese a todas las idas y vueltas entre ambas potencias, considera que todavía “hay tiempo para que las tensiones quedan totalmente resueltas”. Mientras tanto, una de las economías más afectadas por esta coyuntura es la de la zona euro, ya que “depende muchísimo del comercio”.
El motor es el consumo
Pero si hay una víctima clara de la guerra comercial esa es la actividad manufacturera, que, advirtió Gutiérrez-Mellado, sigue experimentando “mucha debilidad” y no hay indicios de que vaya a comenzar a recuperarse pronto. Aun así, no ve un riesgo de recesión inminente porque “lo que está tirando de la economía global es el sector servicios, el consumidor”. Por ello, “en el momento en el que veamos que la debilidad impacta en el mercado laboral, será un claro indicador de riesgo, ya que va a perjudicar al consumo”.
Por otro lado, la directora de estrategia apuntó que, al continuar en la parte madura del ciclo, el crecimiento sigue siendo “positivo, pero discreto”, y la relajación de las políticas monetarias alargarán esa situación. “Lo que posiblemente no veamos sea un repunte del crecimiento sincronizado a nivel global, seguirá habiendo divergencias entre regiones”, agregó.
En ese sentido, afirmó que, aunque el crecimiento también se ha ralentizado en Estados Unidos, no es una señal de preocupación porque “no era sostenible que siguiera creciendo a un ritmo por encima del 3%” y, actualmente, en un 2,3%, lo hace en torno a la media de los últimos años. En su opinión, se debe a que las medidas de estímulo fiscal son menos efectivas y a que las tensiones comerciales pueden terminar afectando al consumo “si se aplican todos los aranceles anunciados por Trump”.
Mientras, en Europa, “llevamos hablando de desaceleración desde que se agravó la tensión comercial en 2018. Desde ahí, ha habido un crecimiento algo decepcionante”, señaló Gutiérrez-Mellado. Esto se debe a que la región depende de la actividad comercial y manufacturera, dos de los sectores más afectados por el conflicto EE.UU.-China. Aun así, quitando el crecimiento extraordinario que experimentó en 2017, actualmente Europa está creciendo a su ritmo habitual, en torno al 1,4%.
En cuanto a los bancos centrales, “es un escenario completamente contrario al de 2018, cuando el BCE hablaba de normalización y la Fed de subir tipos: ahora vuelven a actuar estando atentos a lo que está pasando respecto al crecimiento económico”. Para Gutiérrez-Mellado, vamos a permanecer durante un tiempo en un contexto de tipos bajos, por lo que habrá un movimiento hacia los activos de riesgo.
Renta fija corporativa con grado de inversión
Por último, hizo referencia a la estrategia actual de JP Morgan AM y, además de la infraponderación en renta variable, señaló que, en renta fija gubernamental, permanecen neutrales desde el verano tras haber arrancado el año largos de duración. “La pregunta es hasta dónde van a llegar las tires y, como no barajamos que puedan seguir cayendo, preferimos neutralidad”, apuntó antes de señalar que la región más atractiva dentro de esta clase de activo sigue siendo Estados Unidos.
En renta fija corporativa, “hemos bajado el peso del high yield porque, con un crecimiento menor, los balances de las empresas se ven afectados y hay niveles de apalancamiento que nos gustan menos: por eso preferimos la deuda corporativa de alta calidad crediticia” (investment grade).