Las idas y venidas en la cotización de las farmacéuticas durante las últimas dos décadas, en relación a sus fundamentales, es un ejemplo más de las ventajas potenciales del value investing. Esta es la principal conclusión del White Paper firmado por Brandes Investment Partners, gestora especialista en inversión value con cerca de 25.000 millones de dólares bajo gestión, y sede en San Diego, California donde se fundó en1974.
Además, y según el repaso de Brandes al sector, los diversos ciclos de rentabilidad en la industria farmacéutica subrayan la paciencia y temple que hace falta tener para superar el sentimiento negativo del mercado y el viento de cara que llegó a afectar a toda la industria.
Las circunstancias y condiciones que provocaron que el sector farmacéutico volviera a caer en gracia, como muestra el Gráfico 1, se dieron en medio de la gran recesión, de la confusión provocada por la reforma del sistema sanitario y sin necesidad de que llegaran nuevos medicamentos superventas. Para Brandes, este es un nuevo ejemplo de cómo suele funcionar la inversión value.
Negocios sólidos comprados a precios atractivos
Como en el caso de las farmacéuticas, que un sector recupere su atractivo para estrategias de inversión basadas en buenas valoraciones fundamentales, normalmente no pasa por que se hayan producido eventos corporativos extraordinarios, ni ejecuciones excepcionales, o que existan fuerzas macroeconómicas especialmente revitalizantes para que su valor se reconozca en un portafolio. En muchos casos, basta tener en cartera un negocio sólido comprado a un precio atractivo, y darle tiempo para rendir.
Brandes señala que esta podría ser la lección más instructiva del reciente ciclo farmacéutico. Se ha dicho que realmente no existen acciones growth o value per se, solo compañías cuya valoración fluctúa a lo largo de diversos momentos del ciclo de negocio o de mercado. A lo largo del tiempo entrarán y eventualmente llegarán a salir, de las categorías growth y value. El hecho de que los fundamentales de una compañía fluctúen gradualmente en el tiempo no es especialmente sorprendente, dada la dinámica y los caprichos de los mercados y la economía. La clave para el inversor es darse cuenta de que las buenas compañías también pasan de moda, momento en el que deben añadirse al portafolio ya que estarán infravaloradas, y tener la disciplina de venderlas cuando alcancen su precio objetivo estimado.
Ciclos de rendimiento de la industria farmacéutica
Brandes analiza los ciclos de rendimiento de los valores del sector farmacéutico.
Precios desorbitados + Expectativas Altas = Valoraciones Elevadas
Hace casi 20 años, en un entono polémico y cargado de implicaciones políticas similar al actual, las compañías farmacéuticas se encontraban preparadas, en una plataforma de lanzamiento a ojos de los inversores, bien para dispararse hacia la estratosfera o para implotar según el resultado de la reforma sanitaria que coloquialmente se conocía como HillaryCare. Cuando el plan resultó rechazado, en 1994, las cotizaciones de las principales farmacéuticas del MSCI World Index se dispararon sin dejar de subir hasta finales de la década, debido a que estas compañías quedaban libres de lo que se percibía como un intervencionismo excesivo del gobierno, al tiempo que se beneficiaban del lanzamiento de varios medicamentos superventas.
Según comenzaba el nuevo milenio, las cotizaciones de las farmacéuticas del MSCI World Index alcanzaban sus máximos históricos ante las perspectivas de crecimiento de una industria cada vez más sofisticada e importante, que además se iba a beneficiar del envejecimiento de los baby boomers. Las perspectivas eran mejores que nunca. A pesar de que Brandes Investment Patners se sintió atraído por las características fundamentales de este modelo de negocio para varias compañías, el alto precio que pagaba el mercado evitó que en ese momento fueran incluidas en los portafolios de inversión
La incertidumbre castigó las cotizaciones hasta mediados de los 2000
En todo caso, como suele ocurrir, la incertidumbre visitó al sector farmacéutico tomando la forma de cambios y retos regulatorios, y según avanzaba la primera década del nuevo mileno, tanto las perspectivas como la cotización de la industria farmacéutica cambiaron de rumbo. Durante ese periodo, diversos problemas pesaron sobre la cotización de las empresas del sector:
- El inminente vencimiento de valiosas patentes
- Productividad a la baja del I+D debido a estudios clínicos más dilatados y un mayor escrutinio por parte de la FDA.
- Nuevas presiones provocadas por la reforma sanitaria en EE.UU. y el resto del mundo
El mercado reaccionó revisando los múltiplos de las farmacéuticas a niveles mucho más bajos de los que estaba dispuesto a pagar antes. De pronto, la edad dorada de las farmacéuticas había llegado a su fin y aquellas perspectivas brillantes de crecimiento futuro para el sector se fueron apagando, al igual que sus cotizaciones, que emepzaron a caer en a mediados de la década de los 2000.
En el momento en que la estrategia de renta variable global de Brandes empezó a comprar acciones de varias compañías farmacéuticas, el año 2004, el PER estimado del MSCI World-Pharmaceuticals había descendido caído hasta las 16,2x. Como suele pasar, el PER había descendido porque las perspectivas para el sector ya no eran tan optimistas.
Saltamos al año 2013, las acciones farmacéuticas han subido de nuevo
Con datos del primer semestre del año, con las acciones farmacéuticas del MSCI World de nuevo en racha, observamos un patrón familiar en el ciclo. Hay varios factores que pueden haber influido en el renovado interés de los inversores por el sector como son la resistencia del negocio, la generación de flujos de caja, balances conservadores, así como incrementos en dividendos y recompras de acciones, como muestra el segundo gráfico. A pesar de la recuperación de las cotizaciones, Brandes Investment Partners sigue considerando que las farmacéuticas tienen una valoración atractiva y estas representan una parte significativa de la asignación de su portafolio.