ING Investment Management pronostica que 2014 será un año de aceleración en el crecimiento global a medida que las economías de EE.UU. y Japón van cogiendo velocidad.
En la Conferencia Global de Perspectivas de la firma, celebrada en Londres el pasado 19 de noviembre, ING IM pronosticaba que EE.UU. crecerá por encima de su potencial gracias a una política fiscal menos restrictiva, a la recuperación del sector privado y al continuado soporte de la política monetaria. Por otro lado, prevé que el fenómeno Abenomics conseguirá reflacionar Japón, aunque ING IM cree que deberían tomarse más medidas dirigidas a liberar el ahorro de las empresas y destaca que la subida en los impuestos al consumo representa un riesgo a la baja.
Respecto a Europa, ING IM anticipa que crecerá en torno a su potencial, con menores cortapisas fiscales y crediticias que durante la recesión de 2011-2012. A pesar de esto, los desequilibrios prevendrán que la región crezca por encima de su potencial, y el BCE probablemente seguirá manteniendo una política demasiado restrictiva. Los riesgos a la baja también están presentes en los mercados emergentes debido a las recientes burbujas de crédito y la necesidad perentoria de reformas estructurales.
Valentijn van Nieuwenhuijzen, director de Estrategia de ING Investment Management comentaba: “Mirando a 2014 vemos como las condiciones necesarias para una recuperación sostenida poco a poco van tomando forma, al tiempo que decrecen los desequilibrios. El proceso de desapalancamiento en EE.UU. está en una fase muy avanzada con los ratios de deuda sobre ingresos de los hogares en niveles del año 2003, un incremento sostenido de la riqueza neta y unos ratios de capital para los bancos norteamericanos que no se han visto en más de dos décadas. Europa ha experimentado diversos niveles de desapalancamiento pero se observa un progreso sustancial en la competitividad de los países emergentes, aunque Francia e Italia se han quedado atrás. Por otro lado, los desequilibrios en los mercados emergentes requeren reformas estructurales urgentes y un modelo de crecimiento diferente”.
“En conjunto, seguimos previendo una recuperación global gracias a las políticas que han reducido los riesgos extremos. Los activos de riesgo están bien sustentados, pero con mayor dispersión. En base a esto, preferimos la renta variable y Europa, mientras permanecemos cautos sobre los bonos del tesoro y los mercados emergentes.”