A la hora de hablar de inversión en mercados emergentes, las gestoras señalan a India. Según su visión, el potencial de crecimiento ha mejorado notablemente gracias al tamaño y los costes de la mano de obra, el despliegue de la digitalización, el aumento estructural de los servicios de alto nivel y el potencial de recuperación del consumo.
Por ejemplo, en opinión de DWS, en un escenario de desaceleración generalizada al que se enfrentan las economías desarrolladas, los mercados emergentes están en un momento más halagüeño, especialmente en el caso de India, cuya economía se ha multiplicado por siete en los últimos 20 años, hasta convertirse en la quinta más grande de todo el mundo. “Si se compara con China, que está sufriendo un proceso de desaceleración en los últimos años, India vive un momento de impulso que le convertirá próximamente en el país que más aportará en el futuro al crecimiento mundial”, afirman desde la gestora.
Claves de su atractivo
En este sentido, un informe de DWS apunta cinco claves que explica el interés que India puede tener para los inversores: una economía que crece rápido; una mejora de la productividad y el potencial de crecimiento; una potencia económica cada más accesible para inversores; el impulso del sector tecnológico y fuerte aceptación por parte de los consumidores; y la mejora sustancial de las infraestructuras.
“India resulta ser una potencia económica cada vez más accesible. En inversión extranjera de cartera, aún tiene margen para el crecimiento, especialmente en renta fija. Se estima que la incorporación de India a los índices de bonos comience en junio de 2024, después de que JPMorgan anunciará el pasado ejercicio que los bonos gubernamentales se incluirán en los índices GBI-EM de mercados emergentes, comenzando con una ponderación del 1% en junio de 2024, aumentando gradualmente hasta la ponderación máxima del 10% en marzo de 2025”, destacan desde DWS.
Hay que destacar que con más de 20.000 millones de dólares de flujos de entrada estimados, la inversión internacional se convierte en fuente clave para financiar el desarrollo del país. “A largo plazo, India podría entrar a formar parte también de los índices Global Agg (Bloomberg) y en los índices FTSE, que son significativamente mayores. En definitiva, la India puede ser un motor de rentabilidad, así como un motor de diversificación a tener en cuenta, tanto para las asignaciones de renta variable como para las de renta fija”, concluyen desde DWS.
India y sus cambios
Según el último informe de UBP sobre el país, Impulsada por el programa económico del primer ministro Narendra Modi, la India se ha embarcado en una fase de inversión en infraestructuras similar a la de China en los años noventa. Para este banco privado, India se destaca como una alternativa convincente para los inversores que buscan exposición al crecimiento del mercado emergente.
“La política interna de la India ofrece vientos favorables para su modelo económico a medida que la nación entra en una fase de inversión centrada en la infraestructura física y digital, similar a la de China en la década de 1990. Además, el surgimiento de una era de desglobalización, alejándose de la fabricación centralizada en China, añade un nuevo impulso al enfoque de política interna de la India. Este cambio podría reflejar el auge de la inversión extranjera de China en la década de 1990 a medida que las industrias se trasladaban desde Occidente”, destaca el documento de UBP.
Además, entre sus conclusiones apunta que en las últimas décadas, las empresas indias han logrado un crecimiento de los beneficios y un rendimiento de los fondos propios al estilo estadounidense, lo que ha creado un catalizador a medio plazo para aumentar el crecimiento de los beneficios por acción y el rendimiento de los fondos propios. ”En comparación con el universo más amplio de los mercados emergentes, las acciones indias están cotizando cerca de sus valoraciones históricas promedio, debido al crecimiento de superior de los beneficios de cara al futuro. El MSCI India está negociando a valoraciones premium, atribuidas principalmente a la revalorización de los servicios de tecnología de la información después de la pandemia”, añaden.
Según explica Amol Gogate, gestor del Carmignac Portfolio Emerging Discovery, en los últimos años, la inversión en el mercado de valores y bonos de la India ha sido abrumadoramente nacional. En su opinión, dos acontecimientos podrían cambiar esta situación: “En primer lugar, la inclusión de la India en el índice de deuda pública de mercados emergentes de JP Morgan (GBI-EM), ampliamente seguido, a partir de junio de 2024. En segundo lugar, la inclusión de bonos indios elegibles en el índice de divisas locales de mercados emergentes de Bloomberg (BECLTRUU INDEX), a partir de septiembre de 2024. Según nuestras estimaciones, estos dos acontecimientos podrían aportar hasta 40.000 millones de dólares de inversión extranjera”.
Año electoral
Además de todos estos puntos clave a favor de la economía y la inversión en India, los inversores no pueden olvidar que este es un año electoral. En términos generales, las firmas de inversión coinciden en que la reelección de Modi será positiva para seguir ganando atractivo.
Entre el 19 de abril y el 1 de junio de 2024, más de 900 millones de ciudadanos indios están votando en las elecciones generales del país. “Las elecciones indias son notoriamente complejas y difíciles de predecir, pero tras una década de sólido crecimiento, el consenso sugiere que Narendra Modi se asegurará un tercer mandato. Si Modi consigue la reelección, probablemente marcará un punto de inflexión en la historia de crecimiento de la India”, afirma Gogate.
En opinión del gestor de Carmignac, en el contexto de un mercado bursátil indio ya en alza -con una subida del 60% en los últimos tres años-, es comprensible especular con que el mercado está sobrevalorado. “Pero la victoria de Modi sienta las bases para una aceleración de la economía y, para quienes tengan una visión a largo plazo, creemos que la India sigue siendo extremadamente atractiva y que se vislumbran varios vientos de cola en el horizonte”, señala Gogate.
“Los buenos resultados del gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) en las elecciones estatales del año pasado son un buen augurio para los esfuerzos del primer ministro Narendra Modi por ser reelegido para un tercer mandato. Aunque Modi ha sido acusado de interferir en la independencia del poder judicial, socavar la supervisión parlamentaria y discriminar a las minorías religiosas, ha sido alabado por liderar el ascenso de India como potencia mundial. Creemos que una victoria de Modi conducirá a una continuación de la robusta senda de crecimiento económico de la India de los últimos años”, añade Mo Elmi, gestor principal de Cartera de Renta Fija de Mercados Emergentes de Federated Hermes.
Por último, según Michael Langham, analista de mercados emergentes de abrdn, en caso de ganar Modi es poco probable que se desvíe mucho de su política anterior en un tercer mandato, dado el optimismo que rodea a las perspectivas económicas de la India y su popularidad entre los votantes. “Aunque aún no se han dado a conocer los detalles concretos de las posibles reformas, el presidente ha manifestado su intención de llevar a cabo un agresivo programa inicial de reformas de 100 días en su tercer mandato. El manifiesto del BJP se basa en gran medida en la agricultura y la industria manufacturera, por lo que es probable que se dé prioridad a estas áreas”, destaca Langham.
En última instancia, destaca que la creación de empleo sigue estando en el núcleo de la estrategia económica de Modi, con el rápido crecimiento de la población en edad de trabajar y los retos que plantea la creación de empleo en los sectores productivos de la economía. “Las tensiones geopolíticas mundiales y los consiguientes cambios en las cadenas de suministro están generando oportunidades para la India, que ya ha obtenido algunos beneficios de la inversión”, concluye el experto de abrdn.