De la misma manera que el pintor surrealista René Magritte pintó una pipa en un cuadro y lo tituló “Ceci n’est pas une pipe” (“Esto no es una pipa”) Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, afirma que el entorno macroeconómico actual “no es un periodo de estanflación”, aunque lo parezca. “Entendemos como estanflación un entorno con bajo crecimiento, alta inflación y un mercado laboral débil. Pensamos que el mercado laboral está experimentando cambios estructurales y que será un mercado laboral robusto, por lo que creemos que, más que estanflación, estamos presenciando una historia de reflación”, afirma.
Esta visión “contrarian” se explica porque Morel anticipa una tendencia plurianual de incremento del gasto público: “Actualmente, en todos los países desarrollados y particularmente en Europa, se está produciendo un gasto público masivo que está siendo subestimado por los participantes del mercado”. Según Morel, el incremento de la inversión por parte de las empresas y la aplicación de una política monetaria más restrictiva por parte de los bancos centrales son signos de esta visión a largo plazo.
El punto de partida de la gestora es un escenario de crecimiento para el medio a largo plazo. Prevén que el incremento del gasto público y de la inversión privada va a ser estructural para poder afrontar varios tipos de transición: la transición medioambiental (hacia una sociedad más verde y limpia), la transición geopolítica (con el cambio en el equilibrio de poder y de las relaciones internacionales que ha traído la guerra en Ucrania), así como en las transiciones digital, de defensa, energética y de la alimentación (hacia una mayor autosuficiencia de los países). Según cálculos realizados internamente en Groupama AM, será necesario incrementar la tasa de inversión en Europa en más de un 3% (3,2% en relación con el PIB europeo) para acometer con éxito esta enorme tarea. “La Unión Europea ha experimentado una tendencia de inversión a la baja en los últimos 30 años – cada vez se consume más y se invierte menos-, pero pensamos que ahora estamos al inicio de un nuevo ciclo de inversiones que va a comenzar con un boom de la inversión. Europa va a invertir más de lo que piensa la gente”, declara Morel.
¿Cómo hemos llegado a este punto? El economista jefe explica que “la sucesión de crisis que hemos vivido en los últimos años son las que nos van a obligar a invertir”. Se refiere a la aparición de tensiones comerciales entre EE.UU. y China, “que nos hizo ser conscientes de la necesidad de invertir en la digitalización y en tecnología”; a la crisis pandémica, que “nos hizo ser conscientes de tener que invertir en salud” y al conflicto bélico en Europa del Este, que ha recordado la necesidad de invertir en Defensa. Morel explica que, de todas estas crisis, la más importante por sus repercusiones ha sido la del Covid-19, porque ha disparado el nivel de endeudamiento público sin causar una reacción adversa en los mercados.
El experto pone como ejemplo de éxito a Italia, el mayor receptor de ayudas del fondo de recuperación europeo: “Hoy, la inversión en Italia es un 20% superior a lo que era antes de que empezase la crisis sanitaria. Seamos pacientes, porque veremos resultados similares en el resto de Europa”, explica. “Pensamos que estas inversiones van a apoyar al crecimiento durante el próximo ciclo económico, y si tenemos inversiones y crecimiento, el próximo ciclo va a ser muy positivo para el empleo y para el mercado laboral”, añade Morel, que se atreve a vaticinar que el mercado laboral europeo podría alcanzar “pleno empleo”.
Profundas transformaciones en el mercado laboral
Morel ha identificado tres grandes cambios estructurales que están en marcha en el mercado laboral europeo actualmente. El primero tiene que ver con la población activa, ya que vaticina que “las empresas van a tener que lidiar con la escasez de mano de obra”. Se refiere a dos tipos de escasez: en términos de cantidad, debido al envejecimiento de la población, y en términos de calidad, “porque estamos viviendo en un mundo en transición en el que es necesario nuevo capital humano y nueva competencia”. Esta falta de trabajadores cualificados tiene que ver con un segundo cambio estructural, el del incremento de las restricciones a la inmigración, que también limita el número de trabajadores de otras nacionalidades que también podrían potencialmente sumarse al mercado europeo. El tercer gran cambio ha ganado peso tras la pandemia y no es otro que el cambio en las preferencias de los empleados a la hora de optar por un empleo, “notablemente respecto al teletrabajo”.
¿Qué hay del régimen inflacionario?
Todos estos factores llevan al economista jefe de Groupama AM a predecir que en los próximos años presenciaremos una historia de reflación. En primer lugar, no cree que la alta inflación actual sea transitoria; “lo creemos porque, por definición, todas las transiciones son inflacionarias”, en referencia a que el cambio de las dinámicas económicas que vaticina para los próximos años necesitará de nuevos recursos tanto para estados como para empresas. “Como todo el mundo quiere cambiar su modelo de negocio al mismo tiempo, todo el mundo necesita recursos nuevos y eso está generando escasez, que es inflacionaria por definición”, indica Christophe Morel.
En concreto, ha detectado tres tipos de escasez en el mercado actual: de materias primas – “necesitamos commodities que no están disponibles en suficiente cantidad en Europa”-; de capital humano, (por las ya citadas restricciones a la inmigración y por la escasez de trabajadores altamente cualificados) y escasez de capital financiero, que considera la más importante desde el punto de vista de los inversores. “Cuando todo el mundo está invirtiendo al mismo tiempo, necesitan de nuevas fuentes de financiación por lo que, por definición, el precio de los recursos financieros necesita incrementarse. Y el principal precio de los recursos financieros es el tipo de interés. Por tanto, vamos a invertir en un mundo en el que las fuentes financieras son menos abundantes y es más que usual que los tipos suban”, resume. Por estos motivos, el experto afirma: “Estamos en un ciclo de subidas de tipos, incluso aunque se produzca una parada porque haya recesión”.
Qué esperar en 2023
Yendo al corto plazo, Christophe Morel explica que 2023 estará marcado por la digestión de dos shocks por parte de los inversores, el de los precios de las materias primas y el de la rápida subida de los tipos de interés: “Todavía se está subestimando la posibilidad de una recesión: el shock de las materias primas puede llevar a una recesión global, y el shock de tipos va a llevar a la economía americana a una recesión”. La previsión de Groupama AM es que la tasa terminal de tipos de la Reserva Federal se sitúe en el 6% y la del BCE, en torno al 3,5% para finales de 2023.
La visión del economista jefe de Groupama AM también es contrarian en este aspecto, pues afirma que “la recesión va a ser aguda” y va a estar causada “porque se va a producir un ajuste monetario mucho más duro de lo que pensamos y porque el mercado laboral ya está muy ajustado”. Además de aguda, cree que la recesión será corta, con forma de V. “Creemos que 2023 estará marcado por una recesión cíclica, y que 2024 la economía saldrá de la recesión. Somos muy negativos en el corto plazo, pero muy positivos en el medio plazo”, concluye.