En la primera parte de su entrevista con Funds Society, el gestor del Schelcher Prince Obligation Moyen Terme, Frederic Salomon, destacó que, gracias a las posturas más suaves asumidas por la Fed y el BCE, ha mejorado la perspectiva para el crédito. En ese sentido, celebró que los spreads continúen recuperándose, aunque se mostró preocupado por los bajos rendimientos que registra el crédito de menor calidad.
En este segundo y último fragmento, Salomon desgrana su estrategia de renta fija flexible de corta duración, en la que el cash supone hasta el 50% de los activos y el carry entre el 50% y el 100%. En su opinión, pese al deterioro del contexto macroeconómico, los mercados crediticios ya son expansivos, por lo que prevé “una modesta ampliación de los spreads para lo que queda del año”.
¿Qué ofrece el Schelcher Prince Obligation Moyen Terme en el contexto actual?
Ofrece a los inversores un rendimiento consistente y estable en el tiempo mientras busca mantener una volatilidad de cerca del 1%. Además, su objetivo es desempeñarse por encima del EONIA en un 2%.
Posicionándose en bonos de corta y mediana madurez (principalmente bonos privados de la Eurozona y de la OCDE denominados en euros), la estrategia se diferencia por la asignación táctica y oportunista del cash, que puede representar hasta el 50% de los activos. Esto nos permite ajustar el riesgo de la cartera según nuestras expectativas, por lo que, si el mercado parece caro o con demasiados riesgos, vendemos los bonos y retenemos el efectivo para comprar cuando se aclare el horizonte.
Este cash flow nos permite ser muy reactivos para aprovecharnos de las tendencias favorables del mercado o realizar inversiones concretas, prometedoras en términos de rentabilidad. En 2018, el fondo registró un rendimiento del -2,12%, mientras que, en lo que va de año, ha sido del 1,84%.
¿Qué tipos de activos componen la cartera y cuáles son los sectores más atractivos?
Este efectivo y cuasi-efectivo en el bolsillo (efectivo, pagarés y títulos con madurez menor a 6 meses) se suplementa con tres fuentes de valor añadido. El primero es el carry: es el corazón de la cartera y le da la fortaleza, al suponer entre el 50% y el 100% de ella según las perspectivas del equipo de gestión.
El segundo es el crédito: se aprovecha de las oportunidades de inversión del momento. Con ello en mente, los gestores pueden fijarse también en la madurez a largo plazo. Los bonos perpetuos son excluidos del universo de inversión. Por último, están las oportunidades de arbitraje: curvas, divisas… Nuestras posiciones en las divisas se hacen directamente en Forex a través de los bonos emitidos en otras monedas distintas al euro. El peso de estas posiciones se limita al 10% de la cartera.
En cuanto a los sectores, los más atractivos para nosotros son las telecomunicaciones y el petróleo. El primero porque sus créditos son fuertes en el universo high-yield y reaccionan bien en entornos de caídas de tipos; y el segundo porque los riesgos geopolíticos pueden causar un aumento agresivo del precio del Brent y potenciar la rentabilidad de empresas del sector.
Por países, ¿cuáles sobreponderáis y cuáles excluís?
No contamos con una gran sobreponderación geográfica. En crédito, Francia está un poco más representada porque conocemos ese producto de forma natural. Abandonamos Italia a principios de año, pero estamos regresando de manera gradual porque, desde un punto de vista macroeconómico, la economía ha alcanzado un punto bajo y está comenzando a recuperarse.
A nivel político, las cosas están comenzando a moverse y algún día podríamos ver un gobierno nuevo, mucho más pro-empresas con la expulsión del Movimiento 5 Estrellas.
¿Ve más oportunidades en mercados emergentes en la actualidad?
La inversión en mercados emergentes es lógica porque realza la calidad crediticia de la cartera al tiempo que aumenta su retorno. Es diversificadora porque aumenta el campo de posibilidades en términos de inversión tanto geográfica como sectorial y complementaria porque no todos los países emergentes se encuentran en la misma posición del ciclo económico. De hecho, algunos de ellos ya han superado la fase de recesión y ahora se están recuperando mientras que los del oeste están sufriendo una ralentización. Por eso vemos oportunidades en divisas como la mexicana.
Con todo, ¿qué espera de la renta fija en los próximos meses?
Esperamos un deterioro del contexto macroeconómico, que está siendo compensado por la postura dovish de los bancos centrales, unos fundamentales estables y fuertes indicadores técnicos. Los mercados crediticios ya son expansivos y, por ende, prevemos una modesta ampliación de los spreads para lo que queda del año.